A pesar de restar importancia a la contaminación por plutonio en la pedanía cuevana, la Dirección General de Defensa Civil mide constantemente la radiactividad en el aire de Águilas, Sorbas, Carboneras, Albox y Garrucha además de en Cuevas del Almanzora.
ALMERÍA HOY / 17·02·2020
La Dirección General de Protección Civil mantiene un sistema de estaciones que miden la radiactividad en el ambiente repartidas por toda España, pero llama la atención de que seis de ellas se agrupan en un radio de 50 km en torno a Palomares, la pedanía cuevana donde cayeron 4 bombas termonucleares a consecuencia de un accidente entre dos aviones del ejército norteamericano en 1966.
La información, desconocida por los alcaldes actuales y anteriores de los municipios en que se encuentran localizadas, a saber, Águilas, Albox, Carboneras, Sorbas, Garrucha y la propia Cuevas del Almanzora, está recogida en un informe sobre la situación en Palomares elaborado por técnicos de la Comisión Europea que realizaron una verificación al amparo del tratado 'Euratom'.
Los sucesivos Ejecutivos de España ha restado importancia a la contaminación por plutonio en la barriada cuevana hasta el punto de mantener la situación más de medio siglo después de que ocurriera el accidente. El secreto con que se tomen registros continuos de la radiactividad ambiental es tal que ningún regidor actual o pasado de los municipios en que se encuentran conoce la existencia de dichas estaciones en sus respectivos términos.
La información, desconocida por los alcaldes actuales y anteriores de los municipios en que se encuentran localizadas, a saber, Águilas, Albox, Carboneras, Sorbas, Garrucha y la propia Cuevas del Almanzora, está recogida en un informe sobre la situación en Palomares elaborado por técnicos de la Comisión Europea que realizaron una verificación al amparo del tratado 'Euratom'.
Los sucesivos Ejecutivos de España ha restado importancia a la contaminación por plutonio en la barriada cuevana hasta el punto de mantener la situación más de medio siglo después de que ocurriera el accidente. El secreto con que se tomen registros continuos de la radiactividad ambiental es tal que ningún regidor actual o pasado de los municipios en que se encuentran conoce la existencia de dichas estaciones en sus respectivos términos.