ALMERÍA HOY / 19·01·2019
En relación con la información desvelada en exclusiva por RADIO ACTUALIDAD en torno a la denuncia de un particular contra el Ayuntamiento de Garrucha por un presunto delito de prevaricación, la alcaldesa garruchera, María López Cervantes (PSOE) ha aclarado a la emisora que el local llamado anteriormente 'Sabrosón' —hoy 'La Esencia'— cuenta con licencia de apertura y toda la documentación en regla desde antes de iniciar su actividad.
Según la regidora, la denunciante solicitó la ampliación del horario de cierre, que para la categoría de bar musical está fijado a las tres de la mañana —cuatro de la madrugada en fines de semana y festivos—, y el Ayuntamiento no contestó porque, explica López Cervantes, no aparecía como titular de ningún local con licencia.
Debido a las reiteradas denuncias de vecinos por ruidos molestos provocados por ese local, cuenta la primera edil, tuvo lugar una inspección tras la que, después de comprobar que la licencia no era válida, se le dio tiempo para subsanar deficiencias, y en tanto se hacía, se terminó por precintar y cerrar el local en marzo de 2018.
Ya en abril, el dueño del local —no el arrendatario— solicitó el levantamiento del precinto para efectuar las obras de adecuación encaminadas a paliar ruidos. Esto se autorizó, y en octubre se aportó el proyecto de obra. Ya en diciembre, solicita licencia de actividad, motivo por el que se personaron técnicos municipales emitiendo informe favorable.
En cuanto a la denuncia interpuesta contra Alcaldía por presunta prevaricación, María López Cervantes aclara que es cierto que se interpuso, y que la Benemérita pidió al Ayuntamiento documentación al respecto, que el Consistorio facilitó en su momento a los investigadores. «En este asunto, los políticos nos hemos limitado a firmar los informes de los técnicos municipales. En ningún momento hemos prevaricado», sentencia.
Según la regidora, la denunciante solicitó la ampliación del horario de cierre, que para la categoría de bar musical está fijado a las tres de la mañana —cuatro de la madrugada en fines de semana y festivos—, y el Ayuntamiento no contestó porque, explica López Cervantes, no aparecía como titular de ningún local con licencia.
Debido a las reiteradas denuncias de vecinos por ruidos molestos provocados por ese local, cuenta la primera edil, tuvo lugar una inspección tras la que, después de comprobar que la licencia no era válida, se le dio tiempo para subsanar deficiencias, y en tanto se hacía, se terminó por precintar y cerrar el local en marzo de 2018.
Ya en abril, el dueño del local —no el arrendatario— solicitó el levantamiento del precinto para efectuar las obras de adecuación encaminadas a paliar ruidos. Esto se autorizó, y en octubre se aportó el proyecto de obra. Ya en diciembre, solicita licencia de actividad, motivo por el que se personaron técnicos municipales emitiendo informe favorable.
En cuanto a la denuncia interpuesta contra Alcaldía por presunta prevaricación, María López Cervantes aclara que es cierto que se interpuso, y que la Benemérita pidió al Ayuntamiento documentación al respecto, que el Consistorio facilitó en su momento a los investigadores. «En este asunto, los políticos nos hemos limitado a firmar los informes de los técnicos municipales. En ningún momento hemos prevaricado», sentencia.
