ALMERÍA HOY / 20·12·2018
Faltan horas para que comience oficialmente el invierno, las temperaturas se tornan más frescas, los casos de gripe repuntan, y el plan de alta frecuentación del SAS para evitar colapsos en las urgencias de los hospitales públicos vuelve a hacer aguas. Así los trasladan, al menos, los portavoces del Sindicato Médico, Francisco Durbán, y de CSIF, Antonio Moreno, en declaraciones a este medio.
«Hay que decir que se está viendo una demanda que, si bien no es, por ahora, tan intensa como años anteriores, porque la gripe no está pegando tan fuerte, pero como hay poco personal, sí se están viendo colas», afirma Moreno, quien añade que «la demanda, aunque no es tan alta como otros años, el déficit de personal se nota y hay colas».
«El otro día estuve con mi mujer embarazada en las urgencias de Tocoginecología, y allí podría haber un viernes 30 o 35 niños a las cinco de la tarde, y a las siete todavía había allí niños sin atender. Sobre todo, hay problemas en la zona de pediatría y tocoginecología, ahí sí se están dando bastantes catarros de niños de cuatro o cinco años, que todavía no están inmunizados».
En cuanto a los adultos, aclara que la cosa está «más tranquila». «Por ahora hay menos incidencia de gripe. Pero es verdad que la zona de pediatría me deja asombrado por la cantidad de gente con niños llorando. La sala de espera estaba llena, y en el pasillo podría haber perfectamente diez o doce niños con sus respectivos padres, algunos sentados en el suelo por falta de sitios».
Preguntado por la efectividad del plan de alta frecuentación del SAS, contesta que «no veo que termine de funcionar». «Este plan consiste básicamente en poner un enfermero más y abrir una sala de urgencias que, normalmente, está cerrada. Limitarse a eso sin ampliar personal, al fin y al cabo, son parches. El plan de alta frecuentación tiene un nombre muy bonito, pero requiere de más recursos económicos y más personal».
Una opinión parecida tiene Paco Durbán, del Sindicato Médico de Almería. «Hace tres días estuvieron 'atacadas' las urgencias. Y dentro de unos diez días que, previsiblemente, entrará más frío, pues es de imaginar que la cosa empeore». Sobre el plan de alta frecuentación, se muestra tajante: «eso no vale para prácticamente nada».
«Hay que decir que se está viendo una demanda que, si bien no es, por ahora, tan intensa como años anteriores, porque la gripe no está pegando tan fuerte, pero como hay poco personal, sí se están viendo colas», afirma Moreno, quien añade que «la demanda, aunque no es tan alta como otros años, el déficit de personal se nota y hay colas».
«El otro día estuve con mi mujer embarazada en las urgencias de Tocoginecología, y allí podría haber un viernes 30 o 35 niños a las cinco de la tarde, y a las siete todavía había allí niños sin atender. Sobre todo, hay problemas en la zona de pediatría y tocoginecología, ahí sí se están dando bastantes catarros de niños de cuatro o cinco años, que todavía no están inmunizados».
En cuanto a los adultos, aclara que la cosa está «más tranquila». «Por ahora hay menos incidencia de gripe. Pero es verdad que la zona de pediatría me deja asombrado por la cantidad de gente con niños llorando. La sala de espera estaba llena, y en el pasillo podría haber perfectamente diez o doce niños con sus respectivos padres, algunos sentados en el suelo por falta de sitios».
Preguntado por la efectividad del plan de alta frecuentación del SAS, contesta que «no veo que termine de funcionar». «Este plan consiste básicamente en poner un enfermero más y abrir una sala de urgencias que, normalmente, está cerrada. Limitarse a eso sin ampliar personal, al fin y al cabo, son parches. El plan de alta frecuentación tiene un nombre muy bonito, pero requiere de más recursos económicos y más personal».
Una opinión parecida tiene Paco Durbán, del Sindicato Médico de Almería. «Hace tres días estuvieron 'atacadas' las urgencias. Y dentro de unos diez días que, previsiblemente, entrará más frío, pues es de imaginar que la cosa empeore». Sobre el plan de alta frecuentación, se muestra tajante: «eso no vale para prácticamente nada».
