Rodrigo Sánchez (PSOE), consejero de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural
ALMERÍA HOY / 13·08·2018
El responsable de la Agricultura en el Gobierno andaluz sale al paso de las declaraciones de su homóloga en el Ejecutivo de la Nación. Para la ministra, los regantes deberían acostumbrarse a que los trasvases de agua serán medidas excepcionales, no ordinarias. Sin embargo, Sánchez los considera indispensables.
- La ministra de Transición Ecológica –antiguo Medio Ambiente- ha anunciado de manera sucinta el final de los trasvases. Dice que, en adelante, serán algo extraordinario. ¿Comparte usted esa opinión?
- Para la Junta de Andalucía, los trasvases son una necesidad. No podemos prescindir de ellos porque hoy no existen otras alternativas. Sin el agua que viene desde el pantano del Negratín, en la provincia de Granada, en el Levante de Almería habría 20.000 hectáreas menos generando riqueza.
- Nada que ver con lo que sostiene la ministra.
- Yo entiendo que la obligación de quienes tenemos responsabilidades de gobierno es asegurar agua a los agricultores, aunque en el futuro haya que buscarla en la desalación y la regeneración de residuales a un precio justo, porque tampoco podemos permitir que existan agravios entre los regantes de distintas zonas de España. La ley permite que el agua desalada no cueste más de 0,30 euros/m3 y hay que reivindicar que se cumpla. Junto a las infraestructuras que el Gobierno de España les debe, es algo que necesitan los agricultores de nuestra comarca y yo tengo que pelear para conseguirlo.
- Entonces, ¿pueden estar tranquilos los agricultores de la comarca?
- Ni la ministra ni nadie va a impedir que los agricultores de Almería desarrollen sus labores con normalidad, aunque es cierto que tenemos que contemplar en conjunto todas las fuentes de suministro de recursos hídricos que puedan existir para asegurarles el agua necesaria para producir. La ministra no podrá ni querrá hacer nada en contra.
- ¿Cuál es, a su juicio, la primera medida que debería poner en marcha el nuevo Gobierno de España, de corte socialista, como el regional al que usted pertenece, ya sea por su necesidad, su urgencia o por su facilidad para implementarla?
- Sin duda la bonificación del agua desalada. Se trata de un bien escaso y necesario. Es un recurso que conserva los pozos, que están sobreexplotados y proporcionan agua de escasa calidad aun coste alto. Los regantes de otras comunidades se están beneficiando ya de estas bonificaciones y es lógico que los del Levante obtengan el mismo trato por parte de la Administración del Estado.
- ¿Qué papel puede jugar en todo esto la Junta?
- En la Consejería estamos haciendo un gran esfuerzo en la modernización de regadíos. Hemos destinado 66 millones de euros para hacerlos más eficientes. También estamos invirtiendo en desalación y regeneración de agua, porque en los momentos complicados, ni los trasvases pueden garantizar el riego, como hemos podido comprobar, desgraciadamente, durante este año. En ese sentido, la Junta ha destinado 43 millones para dotar del ciclo terciario a distintas depuradoras con el fin depoder reutilizar sus aguas residuales.
- Le veo descontento con el Gobierno de España.
- Es que el hasta hace poco gobierno del señor Rajoy no ha cumplido el Plan Hidrológico Nacional. Hablo de la desaladora del Bajo Almanzora, que sigue inutilizada desde hace seis años por falta de voluntad política; hablo de la ampliación de la de Carboneras o de las depuradoras de El Ejido y Roquetas de Mar. Mire, las obras hidráulicas pendientes de hacer en la provincia podrían aportar 150 Hm3, que es aproximadamente el déficit hídrico que tiene. Pero soy optimista. Tengo fundadas esperanzas en el nuevo gobierno de Pedro Sánchez. Lo veo más sensible.
- Y complaciente con la Junta de Andalucía por aquello de ser ambos gobiernos del PSOE.
- No es por eso, es porque nuestra parte de la faena está en ejecución. Estamos trabajando en la depuradora de Huércal Overa y en otras obras similares, como la de Antas. Nosotros cumplimos nuestros compromisos.
- ¿Considera lícito hablar de cumplir compromisos cuando empiezan ahora a trabajar en problemas que se generaron con la última riada hace seis años?
- No puedo estar contento con lo que ha ocurrido con la desaladora del Bajo Almanzora, un asunto en el que no se ha avanzado nada en ese tiempo. Sin embargo, nosotros hemos agilizado los trámites con las depuradoras. No me hacen feliz los retrasos, pero hemos de recordar que este país ha vivido unos años muy complicados. Ahora ha repuntado la economía y estamos invirtiendo en un sector que mueve 2.300 millones de euros al año en la provincia, o lo que es lo mismo, el 20% del Producto Interior Bruto. Es, junto con el turismo, el recurso fundamental. Desde la administración tenemos la responsabilidad de planificar la situación. A partir de ahí, es la empresa privada la que desarrolla la actividad.
- ¿Planificar? ¿Hasta dónde?
- La Administración tiene que garantizar la actividad agrícola y el abastecimiento humano. Si la agricultura tiene la pujanza actual, es gracias a las infraestructuras que se han acometido.
- Que siguen siendo insuficientes a juzgar por lo acontecido en meses pasados por la sequía.
- Eso parece. Almería necesita 170 Hm3. La desaladora de Carboneras, tras la ampliación, podría aportar 84. Si sumamos todas las obras pendientes, no llegamos a cubrir esa demanda. Todos los recursos que podemos generar son necesarios. Por eso se construyó la desaladora del Bajo Almanzora.
- Que nunca ha llegado a entrar en funcionamiento y ahí está, inoperativa por las inundaciones de 2012.
- Ya le he comentado que es una competencia del Gobierno de España, que ha ido posponiendo las inversiones que presupuestaba cada año causando un grave desajuste en la agricultura comarcal.
- Y, además del agua, ¿qué otros asuntos ocupan y preocupan al consejero?
- Estamos realizando importantes actuaciones. La PAC (Política Agrícola Común) supone 140 millones de euros que sirven para luchar contra el despoblamiento de los pueblos del interior y la desertificación de grandes áreas de la provincia. Apostamos por el futuro de la agricultura con cultivos ecológicos. En el tiempo que llevo al frente de la Consejería habré cometido errores, pero he intentado solucionar problemas. Hoy contamos con líneas de subvenciones muy importantes de hasta el 90% de la inversión, para residentes de pueblos de interior que quieran poner en marcha una empresa.
- Su paisano Arturo Grima -portavoz del PP en Turre- nos ha encargado que le preguntemos por la Avenida de Almería. Concretamente dice que usted, como miembro del gobierno regional, podría hacer un gran servicio a su pueblo.
- Arturo Grima es antediluviano. Lleva con sus mismas cuitas en política desde la guerra del 14. Yo me siento orgulloso del trabajo que he hecho en mi pueblo cuando era concejal. He estado intentando solucionar problemas y desde luego que he podido cometer errores. Según Arturo, todos hemos sido malos, pero igual es él quien está equivocado. Hay que trabajar para solucionar los problemas. Yo lo he hecho y lo sigo haciendo. Puedo adelantar que pronto tendremos noticias sobre la Avenida de Almería, pero no me corresponde a mí revelarlas, sino a la alcaldesa, María Isabel López, que es quien está liderando esta tarea. Yo me limito a ayudarla en lo que puedo. Si Arturo hubiera tenido altura de miras, la histórica reivindicación de la Avenida de Almería sería un asunto resuelto.
- La ministra de Transición Ecológica –antiguo Medio Ambiente- ha anunciado de manera sucinta el final de los trasvases. Dice que, en adelante, serán algo extraordinario. ¿Comparte usted esa opinión?
- Para la Junta de Andalucía, los trasvases son una necesidad. No podemos prescindir de ellos porque hoy no existen otras alternativas. Sin el agua que viene desde el pantano del Negratín, en la provincia de Granada, en el Levante de Almería habría 20.000 hectáreas menos generando riqueza.
- Nada que ver con lo que sostiene la ministra.
- Yo entiendo que la obligación de quienes tenemos responsabilidades de gobierno es asegurar agua a los agricultores, aunque en el futuro haya que buscarla en la desalación y la regeneración de residuales a un precio justo, porque tampoco podemos permitir que existan agravios entre los regantes de distintas zonas de España. La ley permite que el agua desalada no cueste más de 0,30 euros/m3 y hay que reivindicar que se cumpla. Junto a las infraestructuras que el Gobierno de España les debe, es algo que necesitan los agricultores de nuestra comarca y yo tengo que pelear para conseguirlo.
- Entonces, ¿pueden estar tranquilos los agricultores de la comarca?
- Ni la ministra ni nadie va a impedir que los agricultores de Almería desarrollen sus labores con normalidad, aunque es cierto que tenemos que contemplar en conjunto todas las fuentes de suministro de recursos hídricos que puedan existir para asegurarles el agua necesaria para producir. La ministra no podrá ni querrá hacer nada en contra.
- ¿Cuál es, a su juicio, la primera medida que debería poner en marcha el nuevo Gobierno de España, de corte socialista, como el regional al que usted pertenece, ya sea por su necesidad, su urgencia o por su facilidad para implementarla?
- Sin duda la bonificación del agua desalada. Se trata de un bien escaso y necesario. Es un recurso que conserva los pozos, que están sobreexplotados y proporcionan agua de escasa calidad aun coste alto. Los regantes de otras comunidades se están beneficiando ya de estas bonificaciones y es lógico que los del Levante obtengan el mismo trato por parte de la Administración del Estado.
- ¿Qué papel puede jugar en todo esto la Junta?
- En la Consejería estamos haciendo un gran esfuerzo en la modernización de regadíos. Hemos destinado 66 millones de euros para hacerlos más eficientes. También estamos invirtiendo en desalación y regeneración de agua, porque en los momentos complicados, ni los trasvases pueden garantizar el riego, como hemos podido comprobar, desgraciadamente, durante este año. En ese sentido, la Junta ha destinado 43 millones para dotar del ciclo terciario a distintas depuradoras con el fin depoder reutilizar sus aguas residuales.
- Le veo descontento con el Gobierno de España.
- Es que el hasta hace poco gobierno del señor Rajoy no ha cumplido el Plan Hidrológico Nacional. Hablo de la desaladora del Bajo Almanzora, que sigue inutilizada desde hace seis años por falta de voluntad política; hablo de la ampliación de la de Carboneras o de las depuradoras de El Ejido y Roquetas de Mar. Mire, las obras hidráulicas pendientes de hacer en la provincia podrían aportar 150 Hm3, que es aproximadamente el déficit hídrico que tiene. Pero soy optimista. Tengo fundadas esperanzas en el nuevo gobierno de Pedro Sánchez. Lo veo más sensible.
- Y complaciente con la Junta de Andalucía por aquello de ser ambos gobiernos del PSOE.
- No es por eso, es porque nuestra parte de la faena está en ejecución. Estamos trabajando en la depuradora de Huércal Overa y en otras obras similares, como la de Antas. Nosotros cumplimos nuestros compromisos.
- ¿Considera lícito hablar de cumplir compromisos cuando empiezan ahora a trabajar en problemas que se generaron con la última riada hace seis años?
- No puedo estar contento con lo que ha ocurrido con la desaladora del Bajo Almanzora, un asunto en el que no se ha avanzado nada en ese tiempo. Sin embargo, nosotros hemos agilizado los trámites con las depuradoras. No me hacen feliz los retrasos, pero hemos de recordar que este país ha vivido unos años muy complicados. Ahora ha repuntado la economía y estamos invirtiendo en un sector que mueve 2.300 millones de euros al año en la provincia, o lo que es lo mismo, el 20% del Producto Interior Bruto. Es, junto con el turismo, el recurso fundamental. Desde la administración tenemos la responsabilidad de planificar la situación. A partir de ahí, es la empresa privada la que desarrolla la actividad.
- ¿Planificar? ¿Hasta dónde?
- La Administración tiene que garantizar la actividad agrícola y el abastecimiento humano. Si la agricultura tiene la pujanza actual, es gracias a las infraestructuras que se han acometido.
- Que siguen siendo insuficientes a juzgar por lo acontecido en meses pasados por la sequía.
- Eso parece. Almería necesita 170 Hm3. La desaladora de Carboneras, tras la ampliación, podría aportar 84. Si sumamos todas las obras pendientes, no llegamos a cubrir esa demanda. Todos los recursos que podemos generar son necesarios. Por eso se construyó la desaladora del Bajo Almanzora.
- Que nunca ha llegado a entrar en funcionamiento y ahí está, inoperativa por las inundaciones de 2012.
- Ya le he comentado que es una competencia del Gobierno de España, que ha ido posponiendo las inversiones que presupuestaba cada año causando un grave desajuste en la agricultura comarcal.
- Y, además del agua, ¿qué otros asuntos ocupan y preocupan al consejero?
- Estamos realizando importantes actuaciones. La PAC (Política Agrícola Común) supone 140 millones de euros que sirven para luchar contra el despoblamiento de los pueblos del interior y la desertificación de grandes áreas de la provincia. Apostamos por el futuro de la agricultura con cultivos ecológicos. En el tiempo que llevo al frente de la Consejería habré cometido errores, pero he intentado solucionar problemas. Hoy contamos con líneas de subvenciones muy importantes de hasta el 90% de la inversión, para residentes de pueblos de interior que quieran poner en marcha una empresa.
- Su paisano Arturo Grima -portavoz del PP en Turre- nos ha encargado que le preguntemos por la Avenida de Almería. Concretamente dice que usted, como miembro del gobierno regional, podría hacer un gran servicio a su pueblo.
- Arturo Grima es antediluviano. Lleva con sus mismas cuitas en política desde la guerra del 14. Yo me siento orgulloso del trabajo que he hecho en mi pueblo cuando era concejal. He estado intentando solucionar problemas y desde luego que he podido cometer errores. Según Arturo, todos hemos sido malos, pero igual es él quien está equivocado. Hay que trabajar para solucionar los problemas. Yo lo he hecho y lo sigo haciendo. Puedo adelantar que pronto tendremos noticias sobre la Avenida de Almería, pero no me corresponde a mí revelarlas, sino a la alcaldesa, María Isabel López, que es quien está liderando esta tarea. Yo me limito a ayudarla en lo que puedo. Si Arturo hubiera tenido altura de miras, la histórica reivindicación de la Avenida de Almería sería un asunto resuelto.
