Plataforma insiste alertar de la calidad del agua corriente de Adra

Tacha las explicaciones ofrecidas desde el Ayuntamiento abderitano como «insultantes y ambiguas»




ALMERÍA HOY / 16·05·2018

Plataforma Ciudadana Abderitana ha respondido a las explicaciones ofrecidas desde el Ayuntamiento sobre la polémica surgida en torno a la calidad del agua corriente de la localidad, señalando la existencia de un informe de la Consejería de Salud donde se advierte de la mala calidad de la misma y pide «medidas inmediatas» al Consistorio. En ese sentido, la formación tilda de «insultantes y ambiguas las declaraciones del concejal de Medio Ambiente, Cesar Arróniz (PP)-

Así, la formación señala haberse limitado «a difundir ese documento oficial» de la Junta y acusando al concejal del PP, César Arróniz, de no haberse leído el requerimiento de la Consejería de Salud «o, lo que es peor, quiere ocultar a la población que arrastramos una baja calidad del agua potable desde hace al menos tres años».

«¿Quienes crean alarma social, Sr. Arróniz, quienes informamos a la ciudadanía de lo que comunica la autoridad sanitaria o quienes llevan años ocultándolo? Tenemos la sensación de que usted toma por tontos a los vecinos de Adra», manifiesta Francisco Fernández Guardia, portavoz de Plataforma.

En ese sentido, apunta que reconoce Arróniz que aunque el agua es apta para el consumo humano, «algunos de los parámetros analizados periódicamente se ven alterados». «Tanto es así que desde la Consejería de Salud le han puesto plazo para solucionar el problema, puesto que, de continuar sin decir ni hacer nada como hasta ahora, el agua de consumo humano podía pasar de “agua apta con incumplimiento en cloruros y sulfatos» a «agua no apta». «Y esto no lo decimos nosotros, sino que consta en los propios informes solicitados por el Sr. Arróniz a Hidralia, como empresa que gestiona el servicio».

«Una vez más se pone de manifiesto la pésima gestión del PP abderitano. Privatizaron el servicio de agua con el pretexto de que sería más rentable y de mejor calidad, y ahora nos encontramos con la cruda realidad: la única beneficiaria de esto es la empresa, que desde el año 2005 ha velado por asegurar su negocio sin mejora alguna de la calidad del servicio ni reducción de costes para los vecinos».