La UDA sigue mostrando una preocupante inoperancia ofensiva
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| Imagen: laliga.es |
ALMERÍA HOY / 15·04·2018
La casta del Almería... y el guante que tiene Tino Costa en su zurda, que sirvió para poner un preciso balón a Marco Motta que supuso el empate, sirvieron para que el equipo almeriense rescatara un punto en un partido en el que tuvo que ir contracorriente superando muchas adversidades porque el Albacete se adelantó en el marcador, y eso ante un rival que defiende muy bien era todo un problema; encima se lesionó Pozo en el 35, los manchegos “pararon” el encuentro cuando peor lo tenían con la permisividad del árbitro, que sólo añadió tres minutos.
En cualquier caso al Almería le sigue faltando pegada arriba porque compitió, peleó, metió muchos balones en el área, pero le faltó ya no sólo acierto, sino remate.
La derrota no deja de ser un mal menor en una jornada en la que todos los rivales directos sumaron, pero una semana más el Almería quedará fuera del descenso, eso sí sin margen para el error. La “zona roja” está a dos puntos, aunque la marca el Barcelona B que juega el lunes en Huesca.
Lucas Alcaraz, plagado de bajas –seis por lesión y una por sanción- recuperaba, sin embargo, a Joaquín y Pozo. El almeriense volvía al centro de la zaga y el malagueño hacia la media punta. Además Fidel ocupaba el extremo zurdo, mientras que Hicham se situaba en la derecha. Fueron las principales novedades en el once para hacer frente a un adversario muy complicado que no en vano venía de puntuar en sus últimos cinco desplazamientos y que es uno de los equipos de la Liga 1|2|3 que menos goles recibe; tampoco marca muchos, pero sabe rentabilizarlos.
Y lo demostró. En el minuto 22 Jon Erice puso un balón largo al área y Aridane le ganó la espalda a la defensa rojiblanca para marcar en el segundo palo. Poco antes, el propio delantero del Albacete tuvo otra ocasión, que rechazó René. Fueron las únicas ocasiones de los visitantes, pero les bastó para complicar las cosas a un Almería que lo intentaba una y otra vez.
De hecho tuvo el balón, los sacaba en ataque con criterio, a pesar de la intensidad y de la presión del adversario, pero cuando llegaba arriba no tenía argumentos ni para rematar, ni para definir cuando lo hacía. Sólo en el minuto 44 Hicham, en una acción personal, se plantó ante el meta, pero éste rechazó el lanzamiento. Poco antes, en el 35 Pozo tuvo que abandonar el terreno de juego lesionado. Entraba Javi Álamo que se situaba en la derecha e Hicham hacía la media punta por detrás de Juan Muñoz. Sin duda una baja importante y un problema más a añadir.
El Almería le puso casta, mucha casta, en el segundo tiempo y por momentos asedió la meta manchega. El conjunto almeriense lo intentaba por ambas bandas, por el centro, ponía intensidad, tenía llegada, pero seguía faltando remate. Caballero sustituía a Juan Muñoz y el delantero argentino, en el 75, tuvo el empate al cabecear a la madera un centro de Fidel. El onubense lo había intentado previamente desde el borde del área.
A pesar del empuje faltó continuidad por las interrupciones que se producían. El Albacete, cuando peor se veía, “paraba” la confrontación ante la permisividad del colegiado que sorprendentemente sólo añadió tres minutos, y eso que hubo que atender a varios futbolistas visitantes.
En el minuto 83 llegaría el empate. Tino Costa, que en el 75 había sustituido a Fidel, lanzó una falta con precisión dentro del área, donde Marco Motta, con decisión, cabeceó al fondo de las mallas. Era el empate. El Almería quería más, pero su rival no y prácticamente a partir de aquí no se jugó casi nada.
En cualquier caso al Almería le sigue faltando pegada arriba porque compitió, peleó, metió muchos balones en el área, pero le faltó ya no sólo acierto, sino remate.
La derrota no deja de ser un mal menor en una jornada en la que todos los rivales directos sumaron, pero una semana más el Almería quedará fuera del descenso, eso sí sin margen para el error. La “zona roja” está a dos puntos, aunque la marca el Barcelona B que juega el lunes en Huesca.
Lucas Alcaraz, plagado de bajas –seis por lesión y una por sanción- recuperaba, sin embargo, a Joaquín y Pozo. El almeriense volvía al centro de la zaga y el malagueño hacia la media punta. Además Fidel ocupaba el extremo zurdo, mientras que Hicham se situaba en la derecha. Fueron las principales novedades en el once para hacer frente a un adversario muy complicado que no en vano venía de puntuar en sus últimos cinco desplazamientos y que es uno de los equipos de la Liga 1|2|3 que menos goles recibe; tampoco marca muchos, pero sabe rentabilizarlos.
Y lo demostró. En el minuto 22 Jon Erice puso un balón largo al área y Aridane le ganó la espalda a la defensa rojiblanca para marcar en el segundo palo. Poco antes, el propio delantero del Albacete tuvo otra ocasión, que rechazó René. Fueron las únicas ocasiones de los visitantes, pero les bastó para complicar las cosas a un Almería que lo intentaba una y otra vez.
De hecho tuvo el balón, los sacaba en ataque con criterio, a pesar de la intensidad y de la presión del adversario, pero cuando llegaba arriba no tenía argumentos ni para rematar, ni para definir cuando lo hacía. Sólo en el minuto 44 Hicham, en una acción personal, se plantó ante el meta, pero éste rechazó el lanzamiento. Poco antes, en el 35 Pozo tuvo que abandonar el terreno de juego lesionado. Entraba Javi Álamo que se situaba en la derecha e Hicham hacía la media punta por detrás de Juan Muñoz. Sin duda una baja importante y un problema más a añadir.
El Almería le puso casta, mucha casta, en el segundo tiempo y por momentos asedió la meta manchega. El conjunto almeriense lo intentaba por ambas bandas, por el centro, ponía intensidad, tenía llegada, pero seguía faltando remate. Caballero sustituía a Juan Muñoz y el delantero argentino, en el 75, tuvo el empate al cabecear a la madera un centro de Fidel. El onubense lo había intentado previamente desde el borde del área.
A pesar del empuje faltó continuidad por las interrupciones que se producían. El Albacete, cuando peor se veía, “paraba” la confrontación ante la permisividad del colegiado que sorprendentemente sólo añadió tres minutos, y eso que hubo que atender a varios futbolistas visitantes.
En el minuto 83 llegaría el empate. Tino Costa, que en el 75 había sustituido a Fidel, lanzó una falta con precisión dentro del área, donde Marco Motta, con decisión, cabeceó al fondo de las mallas. Era el empate. El Almería quería más, pero su rival no y prácticamente a partir de aquí no se jugó casi nada.
