«Los precios de las últimas semanas son de auténtica vergüenza»

Francisco Vargas (ASAJA): «2017 fue el mejor de los últimos diez años, pero en 2018 estamos pagando las consecuencias»




ALMERÍA HOY / 03·04·2018

Francisco Vargas, presidente de ASAJA-Almería, repasa la actualidad del campo almeriense en una entrevista donde habla de precios y sequía, pero también de por qué la inmensa mayoría de agricultores no aseguran sus explotaciones, o de cómo han evolucionado las plagas de virosis que amenazaban el inicio de la campaña agrícola. Vargas pide a los políticos que no politicen la falta de agua, y le da un suspenso a la actual campaña porque la producción ha variado hasta un 50%.


Empecemos por las últimas noticias sobre la anunciada rebaja fiscal para el campo andaluz, en la que echáis en falta la inclusión de ciertos sectores y municipios. ¿Cuáles?

Lo cierto es que en nuestra provincia, dentro del sector hortícola, que es el más importante, todos los cultivos han tenido más o menos los mismos problemas, y no sólo el tomate y el calabacín. Bien es verdad que los informes que se han tenido en cuenta señalan el mayor riesgo de virosis para las plantaciones de tomate, y que también hay un informe de la Junta de Andalucía que desconocemos. En definitiva, se tenía que haber aplicado la rebaja fiscal a todos los hortícolas y al resto de cultivos leñosos, como cítricos, porque llevamos tres años de sequías y estamos perdiendo producción. Luego está lo ocurrido en Los Vélez, donde el cereal en municipios como María y Vélez-Blanco tiene mayor índice corrector que en Vélez-Rubio y Chirivel. Nosotros estamos elaborando un informe con correcciones de errores por si se puede incluir algún sector más. También es verdad que las presiones políticas para que no se aprueben los PGE pueden afectarnos, no lo sabemos, y es importante contar con una previsión de ingresos teniendo en cuenta estas rebajas fiscales.


Esa rebaja está dirigida a paliar pérdidas por cuestiones como la sequía o daños por granizo, pero ¿qué hay de las ayudas prometidas tanto por la Junta como por el Gobierno para los agricultores afectados por el tornado del pasado día de Reyes? ¿Cuándo llegan al bolsillo del agricultor?


-Por parte del Gobierno sí se consiguió una rebaja fiscal que a efectos prácticos notaremos en abril-mayo de 2019, y en el caso de la Junta de Andalucía se dijo que se iban a convocar ayudas para mejorar invernaderos, y de hecho ya han salido publicadas. Ahora faltan trámites por resolver, pero ya están en marcha.

También está reciente la noticia de que el valor de las hortalizas creció un 5% en 2017. Parece que, en términos generales, no ha sido un mal año, ¿o no?

-El año 2017 tuvo mes y medio en invierno bastante malo. El resto del invierno fue bueno. La primavera fue un desastre, y en otoño se empezó mejor que otros otoños. De ahí vienen estos datos. La Junta vende que hemos crecido en exportaciones y que 2017 ha sido un año histórico. Muchas veces, cuando se vende más caro, el agricultor no recibe esa parte del pastel en la misma proporción que los intermediarios. Sí es verdad que en líneas generales fue un buen año, el mejor de los últimos diez años, pero también lo es que en 2018 estamos pagando las consecuencias.

¿Cómo están los precios a día de hoy?

Los precios de las últimas semanas son de auténtica vergüenza. A pesar de haber tenido un invierno muy frío y menos producción, no se ha vendido de forma correcta, y lo poco que llevamos de primavera está siendo un desastre tremendo. Y lo peor es que no se reacciona, sobre todo por parte de las OPFHs, que tienen la misión de liderar la gestión de crisis. Ellos pueden hacer una concentración real de la oferta, pero les debe de ir bien porque no toman las medidas necesarias para atajar el problema.

Desde Asaja se han hecho eco de la destrucción de partidas de hortalizas provenientes de países extracomunitarios por no pasar los controles. Parece que dichos controles funcionan bien, ¿o no?


-Sí. El sistema de alertas de la UE funciona muy bien. El problema está en que si esas dos alertas hubiesen afectado a producción española, nos hubiesen cerrado el mercado y sería la repera, tirando la producción y todo eso. Cuando se trata de un país tercero, se tira esa partida pero apenas tiene repercusión en ese país.

Hablemos de sequía. La Junta culpa al Gobierno de la falta de infraestructuras hídricas en la provincia, y el Gobierno a la Junta. ¿Quién lleva razón?

-Somos la única organización, además de Asmepal, que denunciamos que ya está bien de tirarse los trastos a la cabeza, y que hace falta un pacto regional y nacional por el agua: 'pelear' menos y discutir más. Se ha convertido el agua en un frente político cuando debería ser precisamente un tema pactado y que diera seguridad a la gente. Sobre todo lo que es asegurar el abastecimiento. Eso, en Almería, que estamos rodeados de agua, no se termina de entender. Las acusaciones que se hacen unos a otros son verdades a medias: la Junta acusa al Gobierno de no acometer infraestructuras que nunca se han previsto, y para los que no hay ni estudios previos; por ejemplo, para llevar agua a Tabernas desde la desaladora de Carboneras. Siempre se había hablado de esa posibilidad, pero sin avanzar más. Aquí estamos en la Cuenca Mediterránea, y si bien es verdad que las desaladoras son competencia estatal —salvo Rambla Morales—, no deja ser menos verdad que la Junta también puede autorizar más desaladoras. En definitiva, faltan inversiones para disponer de agua que sí tenemos.

De la desaladora de Cuevas ni hablamos...

-Todo es un despropósito. Se hizo en zona inundable y creo recordar que fue como sustitución al trasvase del Ebro. La ejecutó el PSOE estando en el Gobierno, se hizo en zona inundable, a alguien tuvo que interesarle eso entonces. Luego vino la riada y se la llevó. Es verdad que después coincide que el PP gana las elecciones, y los tres primeros años no se actuó porque no existían estos problemas de sequía, y ahora, por unas cosas y otras, tampoco se hace nada.

Ha mencionado la desaladora de Rambla Morales, que también sigue paralizada desde hace años.

Las propuestas que había en 2002 para traer agua se resumían básicamente en el trasvase del Ebro. Entonces, la Junta de Andalucía propuso hacer actuaciones en materia hídrica, y propuso una desaladora de iniciativa privada con subvención de la UE. Se hizo el proyecto, se pasó un listado de comuneros donde decían que recibirían agua:, pero al final el proyecto se disparó en costes. Creo recordar que eran 125 millones euros entre la desaladora y las redes. Cuando se terminó la obra, se informó a los agricultores cuánto tenían que pagar, y vieron que era inasumible, así que renunciaron a su derecho de agua y se quedó sin comuneros. Después se judicializó todo, y ahora mismo se debe ese dinero a La Caixa mientras está pendiente de resolución judicial. Mientras tanto, se está estudiando si con pequeñas modificaciones en esa infraestructura se pueden abaratar costes para poder usarla.

Ejido Medio Ambiente. ¿Por qué hay incendios cada dos por tres en la principal planta de tratamiento de residuos agrícolas?

-No quiero ser mal pensado. Hay personas imputadas por algunos de los incendios, vamos a ver qué dice la justicia. Sí es verdad que cuando hay incendios fortuitos, se producen por acopio importante de material que genera gases y altas temperaturas que pueden provocar esos incendios. Ejido Medio Ambiente es prácticamente la única solución para el tema de los residuos en el Poniente, y lo que sí esperamos y deseamos es que mejore su gestión y planificación para tener menos incidentes. También hay que decir que una cosa que sí ha cambiado entre el penúltimo incendio y el último, a pesar de condiciones desfavorables, es que ese último fuego se cortó rápidamente.

Al inicio de la campaña saltaban las alarmas por problemas de virosis en numerosos cultivos. ¿Cómo está la cosa a día de hoy?

-Se tomaron medidas profilácticas. A pesar de eso, hay virosis porque los virus están en el campo y hay insectos que los trasladan: tenemos que vivir con eso. También se está produciendo un endurecimiento de los seguros a la hora de la cobertura e indemnización. Lejos de ser atractivo asegurar, se está convirtiendo en un inconveniente. Es un problema importante y con el que vamos a seguir conviviendo, tendremos que trabajar para que la propagación sea la menor posible. Por otro lado, estamos viendo en nuestros invernaderos la conocida mariquita, que hace muchos años se perdió por el uso de ciertos insecticidas. Ahora somos más respetuosos con el medio ambiente. Ganamos en salud, pero corremos mayores riesgos en cuanto problemas de virosis. Y luego hay otra cuestión, y es que también se está creciendo mucho en explotaciones agrarias al aire libre en zonas de la Alpujarra y el Levante: esos cultivos son más proclives a sufrir plagas.

Hay datos que señalan que hasta el 80% de los invernaderos almerienses no se aseguran. ¿Tan caros son los seguros agrarios?


Hay varios motivos para que ocurra. Lo que es la estructura del invernadero tiene que cumplir una serie de requisitos, si no puede llegar a ser más caro el coste del seguro que lo que te van a pagar. También hay muchos invernaderos de ese tipo que no se pueden asegurar con privados. Es imprescindible asegurar el cultivo, pero muchos agricultores no perciben el peligro. Hay muchos que no quieren pagar mil u 800 euros por hectárea, porque llevan muchos años de agricultores y nunca han tenido problemas. Lo que pasa es que luego viene un remolino o una granizada y vienen las madres mías. Hay que apelar más a la responsabilidad y no jugar con nuestro pan.

Puntúe del 1 al 10 cómo se está comportando esta campaña para el agricultor almeriense.


Le doy un cuatro. Hemos visto cómo han variado la producción hasta en un 50%.