«En 40 años de democracia ni el Ayuntamiento ni la Junta apenas han vuelto su mirada a las murallas almerienses»

Unas 500 personas participan en la ruta reivindicativa para pedir, entre otras cosas, la retirada del «provisional» acero corten que la Junta colocó en 2011




ALMERÍA HOY / 21·04·2018

Cerca de quinientas personas han participado este sábado en la actividad gratuita, abierta a toda la ciudadanía, organizada por la asociación Amigos de la Alcazaba. Delegación provincial de la Asociación Española de Amigos de los Castillos (la segunda en número de asociados de todo el país tan sólo superada por la de Madrid), la asociación ha conmemorado esta mañana el Día Nacional de los Castillos invitando a una reivindicativa ruta ‘Por Las Murallas de Almería’, título que también encabeza el manifiesto promulgado, donde solicitan la preservación, actuación y puesta en valor inmediata de este patrimonio que da fe de la historia milenaria de la ciudad de Almería. Partiendo desde Puerta de Purchena, han recorrido el Cerro de San Cristóbal, La Chanca y Alcazaba, con la guía de expertos como Lorenzo Cara, Valeriano Sánchez, María Teresa Pérez, Alfonso Ruiz, Juan Díaz, José Campoy y Francisco Verdegay.

Desde la Asociación recuerdan que «en 40 años de democracia ni el Ayuntamiento de Almería ni la Junta de Andalucía apenas han vuelto su mirada a las murallas almerienses, con la excepción destacada de la restauración de la milenaria muralla de la Hoya que culminó con esa lamentable imagen de las dos torres heridas de acero corten; una imagen pseudomoderna de la muralla milenaria que rechina tanto que desde entonces es irreproducible en los carteles turísticos de la ciudad».

Por el contrario, «en lo único que sí parecen estar de acuerdo es en su decidida falta de colaboración institucional, llegando a veces al esperpento de rebuscar documentos históricos que acrediten la no-responsabilidad propia en la conservación de las murallas almerienses. A la Junta de Andalucía y su Delegación Territorial de Cultura hay que recordarles que las competencias que tienen transferidas no se escogen a la carta y según los intereses del momento, que la ley les reconoce las competencias exclusivas del patrimonio fortificado, su tutela, protección y conservación. Y al Ayuntamiento de Almería, aunque no sea titular de estos vestigios, advertirle que es responsable de las actuaciones que se hacen en sus entornos protegidos, así como del deber de vigilar y denunciar su deterioro, cooperar activamente en la conservación y potenciar los valores culturales de este patrimonio defensivo».

En el manifiesto entregado hoy a todos los asistentes y pronunciado durante la visita, que también ha contado con las ‘banderas negras’ de la Asociación y una actuación musical en la que la letra de ‘La Tarara’ se ha convertido en un canto de defensa a la Alcazaba, la asociación pide la restauración y disfrute cultural de nuestras murallas medievales del barranco de la Hoya, Cerro de San Cristóbal y de La Chanca, puesto que «deben convertirse en uno de los objetivos estratégicos de la ciudad. Tras tantos años de olvido, deterioro y abandono, ha llegado el momento de volver la mirada hacia nuestras murallas milenarias».

El entorno norte de la Alcazaba que durante siglos quedó al margen de los intereses urbanísticos de la ciudad ofrece la oportunidad única de conservarlo íntegramente, actuando exclusivamente en su limpieza, adecentamiento y regeneración paisajística, así como integrando los elementos arqueológicos y etnográficos que aún se conservan. «Por ello pedimos que cualquier actuación que se realice en todo este entorno se haga con esa visión de conjunto, incluyendo la dos zonas del Barranco de la Hoya, y tenga como prioridad absoluta el protagonismo de este patrimonio fortificado y su entorno por encima de cualquier solución arquitectónica. Los lamentables precedentes que ya tenemos deberían constituir suficiente experiencia. No podemos permitirnos destrozar, deteriorar ni desvirtuar más el corazón de nuestro patrimonio».

De igual forma, Amigos de la Alcazaba exige «la prometida reversibilidad de las torres de acero corten en el Barranco de la Hoya», así como «la dignificación de los restos fortificados del Barrio de La Chanca, marginados como el propio barrio y su patrimonio, integrándolos en el mismo planteamiento general que los del Cerro de San Cristóbal y el barranco de la Hoya, restaurándolos, adecentando y protegiendo sus entornos y poniéndolos en valor y visualizar y hacer visitables los restos de murallas rescatados por la arqueología y aquellos que están integrados en construcciones modernas».