Martín Morales: «Siento vergüenza, pero cada uno es responsable de su área y la última palabra en presupuestos la tiene la alcaldesa»
ALMERÍA HOY / 10·02·2018
Lo ha desvelado el teniente de alcalde, Martín Morales (IU-Somos Turre), que asegura «sentir vergüenza» y señala como responsable a la alcaldesa socialista, María Isabel López, de una situación que impide al Ayuntamiento «pagar la luz y las nóminas». La regidora llama a la tranquilidad y afirma que Hacienda le aseguró que podía prorrogar los presupuestos de 2016 “hasta que entren en vigor los de 2018»
El concejal de Urbanismo del Ayuntamiento y exalcalde Martín Morales (Somos Turre) asegura que «la secretaria municipal ha informado a la alcaldesa que, desde el 1 de enero, no puede gastar ni comprometer gasto alguno por no tener presupuestos aprobados desde hace dos años».
El edil ha manifestado que la funcionaria remitió el pasado 4 de enero un informe «demoledor» a la regidora en el que, «tras reprocharle no haber devuelto al Ministerio de Hacienda el proyecto de presupuestos de 2017 una vez subsanadas las deficiencias observadas por los técnicos de Madrid», le advirtió que la ley es tajante a la hora de permitir la posibilidad de prorrogar unos presupuestos «sólo para el ejercicio siguiente».
Eso significaba que los de 2018 «tenían que haber sido aprobados por el Pleno antes del 15 de octubre de 2017 para poder entrar en vigor el 1 de enero porque, de lo contrario, no se puede gastar ni comprometer ningún gasto. En otras palabras, no se pueden pagar las nóminas y ni tan siquiera encender la luz de las dependencias municipales».
En cualquier caso, Morales quiere tranquilizar a los empleados públicos. «Sé que la voluntad de los claveros que han de firmar el pago de las nóminas [la alcaldesa y la secretaria-interventora, como tal y como tesorera] es hacerlo, aunque no tengo muy claro que se ajuste a la legalidad en sentido estricto».
El edil de Somos Turre subraya que «como afirma en su informe la secretaria, la única responsable de esta situación es la alcaldesa, pues la elaboración de los presupuestos es competencia exclusiva suya». «Es cierto que todo el gobierno formamos un equipo en el que somos uno y, por eso, yo siento vergüenza de la situación a la que hemos llegado, pero cada uno es responsable del área de su competencia, y la última palabra en presupuestos la tiene la alcaldesa que ha tenido muchas advertencias por parte de la secretaria», concluye Morales.
No obstante, la regidora llama a la tranquilidad y afirma que «Hacienda me aseguró que podía prorrogar los presupuestos de 2016 hasta que entren en vigor los de 2018» que, además, «están en Madrid desde el pasado 12 de enero para que el Ministerio de su aprobación. Hemos hecho los deberes», señala María Isabel López.
«Se ha creado una alarma innecesaria. El pueblo continúa funcionando», explica la regidora que, al mismo tiempo, reta a la oposición a «trabajar para aproximar posturas y llegar a acuerdos. Si todos coincidimos en la importancia de no bloquear el municipio, todos tendremos que ceder. El equipo de gobierno ya lo ha hecho. La oposición tendrá que hacerlo también».
La alcaldesa salía, de esta forma, al paso de las declaraciones vertidas por su teniente de alcalde. «No quiero que nadie piense que intento justificarme, pero Turre no es un caso extraño. Son muchos los municipios intervenidos sin presupuestos aprobados. Yo contaba con la garantía que me dio el Ministerio de Hacienda por teléfono asegurándome que los de 2016 podían prorrogarse hasta que entren en vigor los de 2018. El pasado jueves, 25 de enero, llegó el informe desde Madrid confirmando lo que me habían dicho».
«Los presupuestos de 2018 están elaborados y el pasado 12 de enero remití la propuesta al Ministerio. Ahora toca a la oposición comprometerse a que Turre no sea un municipio bloqueado y pueda avanzar. Todos estamos de acuerdo en ello. Yo he escuchado a todo el mundo y he recogido sus propuestas en el borrador. Es difícil gobernar en minoría y sé que hay que negociar. Ni todo es blanco ni todo es negro. La oposición también debe entender eso». «Gobernar en minoría no es sencillo y la situación política del municipio exige un esfuerzo por parte de todos».
Avenida de Almería
El proyecto para la anhelada Avenida de Almería supone el principal escollo para alcanzar ese acuerdo que reclama la alcaldesa para sacar adelante los presupuestos. El exalcalde Martín Morales sacó adelante y consiguió que Diputación licitara y adjudicara por 76.000 euros a Construcciones Nila la ejecución de una acera.
Sin embargo, el contrato no ha podido firmarse ante la imposibilidad del Ayuntamiento para aportar los 6.550 euros que le correspondían para contribuir a la financiación. Ahora, el Grupo Popular exige incorporar a la cantidad sufragada por Diputación el importe correspondiente a los planes provinciales pendientes del actual mandato, más lo que no se ha gastado de los ya vencidos. En total, la suma supondría alrededor de 800.000 euros.
Sin embargo, la alcaldesa únicamente ha imputado los 450.000 correspondientes a 2018 y 2019, algo insuficiente para el portavoz popular Arturo Grima. «Me parece razonable —afirma la alcaldesa— atender en parte las exigencias del PP y, al mismo tiempo, las de mi socio de gobierno, que no se niega a enriquecer su proyecto, pero sin renunciar a otros, como la construcción de un albergue en Sierra Cabrera y un parque infantil junto al colegio».
Por su parte, Morales lamenta «el empecinamiento de algunos en mantener a los ciudadanos de Turre expuestos a un peligro usando como pretexto un imposible». «En la Avenida de Almería –explica- no se puede hacer nada más que la acera que emprendimos por una razón muy sencilla de entender: en los terrenos disponibles no cabe una actuación mayor, y el Ayuntamiento no está en condiciones de expropiar ni tan siquiera un metro. Grima tendrá que explicar a los vecinos por qué se empeña en seguir exponiendo sus vidas a un peligro cierto sólo por desgastar a sus rivales políticos».
¿Habrá presupuesto en 2018?
No será fácil que los presupuestos de Turre para 2018 puedan verse aprobados. De momento, la alcaldesa cuenta únicamente con los cuatro votos del grupo socialista, y necesita dos más.
Arturo Grima (PP) ha dejado claro que quiere para la Avenida de Almería 800.000 euros y no se contentará con la mitad. Además, aún le duele que la regidora le despachara “en dos minutos”, a la salida de un pleno, cuando quiso tratar el proyecto de las cuentas municipales. A Martín Morales (IU-Somos Turre) no le importa que la partida de su acera se vea abultada en la medida que ha dispuesto la alcaldesa, pero no renuncia a otros proyectos, como el albergue en Cabrera y un nuevo parque infantil.
Queda la duda de María Luisa Cervantes, la concejal expulsada del grupo municipal de Somos Turre. Ella siempre ha rechazado el proyecto auspiciado por su excompañero, y puede ser fundamental para que Turre cuente con nuevos presupuestos. En cualquier caso, quedan al menos dos meses para que puedan llegar al salón de plenos. Ese es el tiempo que tiene María Isabel López para obtener los apoyos necesarios para sacarlos adelante. ¿Lo conseguirá? La solución, entonces.
El concejal de Urbanismo del Ayuntamiento y exalcalde Martín Morales (Somos Turre) asegura que «la secretaria municipal ha informado a la alcaldesa que, desde el 1 de enero, no puede gastar ni comprometer gasto alguno por no tener presupuestos aprobados desde hace dos años».
El edil ha manifestado que la funcionaria remitió el pasado 4 de enero un informe «demoledor» a la regidora en el que, «tras reprocharle no haber devuelto al Ministerio de Hacienda el proyecto de presupuestos de 2017 una vez subsanadas las deficiencias observadas por los técnicos de Madrid», le advirtió que la ley es tajante a la hora de permitir la posibilidad de prorrogar unos presupuestos «sólo para el ejercicio siguiente».
Eso significaba que los de 2018 «tenían que haber sido aprobados por el Pleno antes del 15 de octubre de 2017 para poder entrar en vigor el 1 de enero porque, de lo contrario, no se puede gastar ni comprometer ningún gasto. En otras palabras, no se pueden pagar las nóminas y ni tan siquiera encender la luz de las dependencias municipales».
En cualquier caso, Morales quiere tranquilizar a los empleados públicos. «Sé que la voluntad de los claveros que han de firmar el pago de las nóminas [la alcaldesa y la secretaria-interventora, como tal y como tesorera] es hacerlo, aunque no tengo muy claro que se ajuste a la legalidad en sentido estricto».
El edil de Somos Turre subraya que «como afirma en su informe la secretaria, la única responsable de esta situación es la alcaldesa, pues la elaboración de los presupuestos es competencia exclusiva suya». «Es cierto que todo el gobierno formamos un equipo en el que somos uno y, por eso, yo siento vergüenza de la situación a la que hemos llegado, pero cada uno es responsable del área de su competencia, y la última palabra en presupuestos la tiene la alcaldesa que ha tenido muchas advertencias por parte de la secretaria», concluye Morales.
No obstante, la regidora llama a la tranquilidad y afirma que «Hacienda me aseguró que podía prorrogar los presupuestos de 2016 hasta que entren en vigor los de 2018» que, además, «están en Madrid desde el pasado 12 de enero para que el Ministerio de su aprobación. Hemos hecho los deberes», señala María Isabel López.
«Se ha creado una alarma innecesaria. El pueblo continúa funcionando», explica la regidora que, al mismo tiempo, reta a la oposición a «trabajar para aproximar posturas y llegar a acuerdos. Si todos coincidimos en la importancia de no bloquear el municipio, todos tendremos que ceder. El equipo de gobierno ya lo ha hecho. La oposición tendrá que hacerlo también».
La alcaldesa salía, de esta forma, al paso de las declaraciones vertidas por su teniente de alcalde. «No quiero que nadie piense que intento justificarme, pero Turre no es un caso extraño. Son muchos los municipios intervenidos sin presupuestos aprobados. Yo contaba con la garantía que me dio el Ministerio de Hacienda por teléfono asegurándome que los de 2016 podían prorrogarse hasta que entren en vigor los de 2018. El pasado jueves, 25 de enero, llegó el informe desde Madrid confirmando lo que me habían dicho».
«Los presupuestos de 2018 están elaborados y el pasado 12 de enero remití la propuesta al Ministerio. Ahora toca a la oposición comprometerse a que Turre no sea un municipio bloqueado y pueda avanzar. Todos estamos de acuerdo en ello. Yo he escuchado a todo el mundo y he recogido sus propuestas en el borrador. Es difícil gobernar en minoría y sé que hay que negociar. Ni todo es blanco ni todo es negro. La oposición también debe entender eso». «Gobernar en minoría no es sencillo y la situación política del municipio exige un esfuerzo por parte de todos».
Avenida de Almería
El proyecto para la anhelada Avenida de Almería supone el principal escollo para alcanzar ese acuerdo que reclama la alcaldesa para sacar adelante los presupuestos. El exalcalde Martín Morales sacó adelante y consiguió que Diputación licitara y adjudicara por 76.000 euros a Construcciones Nila la ejecución de una acera.
Sin embargo, el contrato no ha podido firmarse ante la imposibilidad del Ayuntamiento para aportar los 6.550 euros que le correspondían para contribuir a la financiación. Ahora, el Grupo Popular exige incorporar a la cantidad sufragada por Diputación el importe correspondiente a los planes provinciales pendientes del actual mandato, más lo que no se ha gastado de los ya vencidos. En total, la suma supondría alrededor de 800.000 euros.
Sin embargo, la alcaldesa únicamente ha imputado los 450.000 correspondientes a 2018 y 2019, algo insuficiente para el portavoz popular Arturo Grima. «Me parece razonable —afirma la alcaldesa— atender en parte las exigencias del PP y, al mismo tiempo, las de mi socio de gobierno, que no se niega a enriquecer su proyecto, pero sin renunciar a otros, como la construcción de un albergue en Sierra Cabrera y un parque infantil junto al colegio».
Por su parte, Morales lamenta «el empecinamiento de algunos en mantener a los ciudadanos de Turre expuestos a un peligro usando como pretexto un imposible». «En la Avenida de Almería –explica- no se puede hacer nada más que la acera que emprendimos por una razón muy sencilla de entender: en los terrenos disponibles no cabe una actuación mayor, y el Ayuntamiento no está en condiciones de expropiar ni tan siquiera un metro. Grima tendrá que explicar a los vecinos por qué se empeña en seguir exponiendo sus vidas a un peligro cierto sólo por desgastar a sus rivales políticos».
¿Habrá presupuesto en 2018?
No será fácil que los presupuestos de Turre para 2018 puedan verse aprobados. De momento, la alcaldesa cuenta únicamente con los cuatro votos del grupo socialista, y necesita dos más.
Arturo Grima (PP) ha dejado claro que quiere para la Avenida de Almería 800.000 euros y no se contentará con la mitad. Además, aún le duele que la regidora le despachara “en dos minutos”, a la salida de un pleno, cuando quiso tratar el proyecto de las cuentas municipales. A Martín Morales (IU-Somos Turre) no le importa que la partida de su acera se vea abultada en la medida que ha dispuesto la alcaldesa, pero no renuncia a otros proyectos, como el albergue en Cabrera y un nuevo parque infantil.
Queda la duda de María Luisa Cervantes, la concejal expulsada del grupo municipal de Somos Turre. Ella siempre ha rechazado el proyecto auspiciado por su excompañero, y puede ser fundamental para que Turre cuente con nuevos presupuestos. En cualquier caso, quedan al menos dos meses para que puedan llegar al salón de plenos. Ese es el tiempo que tiene María Isabel López para obtener los apoyos necesarios para sacarlos adelante. ¿Lo conseguirá? La solución, entonces.
