«Subes ahí arriba y ves unos haces de luces tremendos»

El alcalde de Gérgal explica cómo afrontar la cuestión de la contaminación lumínica que está perjudicando al observatorio astronómico de Calar Alto


Mapa de la contaminación lumínica en España. Fuente: LightPollutionMap

ALMERÍA HOY / 15·12·2017

Que el observatorio astronómico de Calar Alto (Gérgal) se ubique en suelo almeriense no es casualidad; amén de la altura que ofrece la Sierra de Los Filabres, la «calidad del cielo» —así la denomina el alcalde gergaleño— que ofrecía en su día la provincia de Almería está en serio peligro.

«Tenemos el mejor cielo de Europa, por eso esta ahí el observatorio, y por eso no podemos contaminarlo, y además sin necesidad ninguna; no tiene sentido iluminar hacia arriba, que es lo que se hace en muchos lugares», explica Miguel Guijarro (PP), alcalde de Gérgal, en declaraciones a este medio. «Si es que a veces subes ahí arriba y ves unos haces de luces tremendos», protesta.

«No nos preocupamos nada más que de iluminar, y eso es un perjuicio no sólo para el observatorio, que no puede observar, sino incluso a nuestra propia vida. El cuerpo humano detecta si es de día o de noche, y esos LED blancos son perjudiciales e innecesarios», asevera. Pero puntualiza: «No quiero decir que tengamos que privarnos de la luz; los vecinos la necesitan para caminar por las calles y para el día a día. Lo que pasa es que tenemos que iluminar con más responsabilidad».

El regidor pone como ejemplo a Canarias —donde se localiza el observatorio de Lemisas—, que «tiene una ley de protección del cielo que establece qué tipo de iluminación hay que usar en casa caso». «Ahora la Junta de Andalucía está elaborando una especie de método o reglamento para indicarnos qué iluminaria usar dependiendo de dónde está ubicado cada pueblo», avanza.

Miguel Guijarro afirma que «no queremos perjudicar a nadie, pero hay que mantener el privilegio de contar con el observatorio de Calar Alto. Es una fuente de ingresos tremenda, y tenemos que ponernos las pilas».


Petición a la Junta


También habla de «ponerse las pilas» en cuanto al futuro inmediato del observatorio almeriense, ya que, en 2018, expira el convenio de colaboración con la agencia alemana que ha venido trabajando estos años en las instalaciones. «Los alemanes se van sí o sí», recalca el primer edil, motivo por el que pide a la Junta de Andalucía que «colabore» económicamente con la aportación que llega desde el Gobierno central a través del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), y con los ingresos que llegan de la «venta de horas de observación» —Guijarro señala que se puede llegar a cobrar hasta 20.000 euros por hora— para que el observatorio de Calar Alto continúe funcionando con normalidad una vez se hayan marchado los alemanes.


Reunión con el alcalde de Almería


Lógicamente, una de las mayores cargas lumínicas que recibe el observatorio, además de la que procede de Gérgal, es la que llega desde Almería capital, una ciudad que ha crecido notablemente en los últimos tiempos, y con dicho crecimiento, también ha aumentado la contaminación lumínica. Por todo ello, esta semana ha acudido al Ayuntamiento almeriense la asociación 'Amigos del Calar Alto' —a la que pertenece Miguel Guijarro—, para ponerle al corriente de este problema.

Según cuenta Guijarro, el alcalde de Almería, Ramón Fernández Pachecco (PP), se ha mostrado «muy receptivo». «Ha entendido que hay que ponerse a trabajar para que Calar Alto siga siendo lo que siempre ha sido. Que la iluminación de calles y plazas permita trabajar al observatorio astronómico, y por nosotros mismos, que es calidad de vida observar el cielo».

Quizá por todo lo expuesto no sea casualidad que, próximamente, vayan a celebrarse en la capital almeriense unas jornadas internacionales sobre contaminación lumínica.