El Paseo Marítimo se le ‘embarranca’ a Rosmari

Desde que el proyecto se sometió a exposición pública hasta su aprobación definitiva se habían sobrepasado los seis meses que establece la Ley


Parte de los chiringuitos afectada por el proyecto de Paseo Marítimo de la alcaldesa de Mojácar.

ALMERÍA HOY / 19·12·2017

Si ya en el mes de julio les adelantábamos que el proyecto de Paseo Marítimo de la alcaldesa Rosa María Cano (PP) para Mojácar podía naufragar, ahora estamos en condiciones de afirmar que ha embarrancado. Al menos durante una temporada. La noticia la hacía pública el propio Ayuntamiento en ‘Mojácar informa’, su página oficial de Facebook. Por ese medio, en una nota difundida poco después de las 14.00 horas del pasado 22 de noviembre, el equipo de gobierno desvelaba que Costas, a través de la Subdelegación General de Recursos y Relaciones Jurisdiccionales dependientes del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, había notificado al Ayuntamiento la caducidad del expediente del desglosado 2 del proyecto del Paseo Marítimo de la localidad.

La resolución daba la razón al recurso interpuesto por la sociedad propietaria del conocido chiringuito Maui, uno de los referentes del verano, no ya en la comarca, sino a nivel nacional. No en vano, la fachada con su logotipo es el recuerdo que se llevan de Mojácar, fotografiado, miles de turistas todos los años.

La caducidad del proyecto se fundamenta en que desde el 28 de julio de 2016, fecha en que se sometió a exposición pública, hasta su aprobación definitiva por el Pleno el pasado 28 de marzo, habían pasado sobradamente los seis meses que la Ley de Procedimiento Administrativo establece para la resolución de un expediente de ese tipo.

El Ayuntamiento, en su nota, señala directamente a los propietarios del Maui, cuyo chiringuito, junto al resto, perderían buena parte de su superficie a favor del Paseo, sugiriendo que «la motivación» de su reclamación «podría pensarse que está basada en un intento de obstruir la construcción de la segunda fase del Paseo Marítimo».

En cualquier caso, señalaba que la caducidad del expediente «sólo supondrá el retraso de unos meses en el inicio de las obras», porque aseguran que «el proyecto sigue adelante prevaleciendo el interés general de todos los vecinos de Mojácar».


Ocho años

Para Diego Martínez, experto en derecho urbanístico, «el Ayuntamiento pretende con su nota no desilusionar a los vecinos y tendrá que justificar políticamente lo que ha pasado». El letrado asegura que «puede transcurrir mucho tiempo antes de que se pueda volver a iniciar el expediente, porque no es Costas el organismo encargado de hacerlo, sino el Consejo de Ministros que, al tratarse de unas obras realizadas en un dominio público, ha de declarar su interés general».

Martínez recordaba, a tal efecto, que el proyecto de Paseo Marítimo de Villaricos tardó 8 años en volver a iniciarse tras su paralización por las alegaciones presentadas por unos vecinos. Además, el experto asegura que no se podrá utilizar el mismo proyecto y está convencido de que la «caducidad» es el menor de los reveses que se le pueden avecinar al proyecto de Paseo de Rosa María Cano.

En ese sentido, el avezado técnico recuerda que contra el mencionado proyecto existe «un contencioso administrativo interpuesto porque, presuntamente, incumple la Ley de Costas», asunto sobre el que no se ha pronunciado en su resolución porque la caducidad, por sí sola, ya invalidaba el expediente.

Sin embargo, a Diego Martínez le extraña que el abogado del Estado se haya movilizado únicamente por un asunto meramente administrativo como es la caducidad, porque esos funcionarios «se ocupan de aspectos relacionados con el contenido de los procedimientos, no con su parte formal», lo que le hace pensar que haya preferido «allanarse» en la caducidad antes que hacerlo por el fondo del asunto.

Entre los incumplimientos de la Ley de Costas que habría cometido el proyecto de Paseo Marítimo, Martínez señala en especial la incorporación de un carril bici en la franja de dominio marítimo terrestre. «Se trata de algo expresamente prohibido por la Ley. El Consejo de Ministros puede declarar el interés general de un Paseo Marítimo, pero nunca el de un carril bici dentro de la servidumbre marítimo-terrestre».

A Martínez, además, le parece «incomprensible» que el Ayuntamiento haya difundido el nombre de los ciudadanos que interpusieron el recurso, y recuerda que esa conducta «está tipificada en el código penal, por lo que esas personas podrían iniciar acciones penales» contra el Consistorio mojaquero.


«Mala hostia»

Igualmente «reprochable» le parece al portavoz socialista en el Ayuntamiento, Manuel Zamora, que desde fuentes oficiales se haya «señalado a un negocio». «La estrategia de la alcaldesa consiste en enfrentar al pueblo entero con quienes considera sus enemigos».

Para Zamora, Rosa María Cano «debería ser más humilde y ponerse en la piel de los empresarios que suben cada día la persiana para pagar a sus trabajadores y, entre otras cosas, las tasas municipales que le procuran su sueldo desde hace treinta años. Tanto tiempo cobrando del pueblo le ha hecho creerse invencible».

«No se debía haber llegado hasta estos extremos —explica—. Todos queremos un Paseo Marítimo. Los dueños de los chiringuitos también, pero con un trazado que respete sus negocios».

«Sin embargo —prosigue Zamora—, la alcaldesa ha ido a mala hostia y se ha encontrado con que los ciudadanos a los que quería imponerse le han plantado cara con la ley en la mano y la ley les está dando la razón».

«Se podía haber hecho un proyecto menos lesivo. En la zona de Pueblo Indalo, el Paseo se redujo a tres metros de ancho, pero en los chiringuitos se ha ampliado hasta ocho y han desplazado una rotonda de flores treinta metros para pegarle otro bocado más al Maui».

En cuanto a la nota difundida por el Ayuntamiento, el edil socialista afirma que «es una pataleta para no reconocer que se ha estrellado».


«Personal y vengativo»

En Somos Mojácar están «contentos de saber que el proyecto personal y vengativo» de la alcaldesa Rosa María Cano «se le está torciendo». La coalición de izquierdas asegura que el proyecto de Paseo de la regidora tuvo «desde un principio un altísimo rechazo popular». Para muestra, exhiben las más de 15.000 firmas recabadas contra el trazado, así como los apoyos de conocidos artistas habituales del verano de Mojácar. «Y eso a pesar de que la gente tiene miedo, porque la propia alcaldesa ha reconocido que mira quiénes firman manifiestos en su contra».

De hecho, subrayan, el Ayuntamiento «no duda en señalar a los culpables en su nota de prensa, cosa que no sólo nos parece de mal gusto sino que podría estar infringiendo la normativa de protección de datos».

La portavoz del grupo, Jessica Simpson, acusa a la alcaldesa de «no saber controlar la evolución del municipio ni vislumbrar cuál es el futuro de Mojácar». La concejal recuerda que todo empezó en el momento en que el botellón se le fue de las manos a Rosa María Cano.

«Cuando vino a darse cuenta, su respuesta fue desproporcionada. Las familias tenían que levantarse de sus toallas en la playa ante el paso de los buggies patrullando y registrando las neveras. Con la soberbia que la caracteriza, antes que reconocer que había fracasado en su gestión, decidió culpar y demonizar al Maui, algo a todas luces injusto».

«La alcaldesa ha procurado teñirlo todo de política. Es su estrategia de divide y vencerás. Ahora enfrenta a los habitantes del pueblo con los de la playa cuando ésta sostiene a aquellos. Es muy triste llegar a este punto».