Segunda entrega de 'Spiriman' en Almería: la comisión «ilegal» de Torrecárdenas

«Directamente desde la comisión y desde la consulta de rehabilitación te dirigen a la ortopedia que tienes que ir»




ALMERÍA HOY / 23·11·2017

Tras denunciar prácticas «ilegales» en el Hospital de La Inmaculada (Huércal-Overa), el médico Jesús Candel 'Spiriman' ha publicado la segunda parte de su denuncia en redes sociales relacionada con el funcionamiento de las derivaciones a ortopedias almerienses desde hospitales y centros de salud, en concreto, en el Hospital de Torrecárdenas.

Así, el vídeo vuelve a tener como protagonista a Rosa Guite, quien explica su experiencia tras abandonar Huércal-Overa y asentarse en la capital almeriense. Lo hace «enfrente del Hospital Torrecárdenas, en un sitio muy bueno». Pero su alegría iba a durar poco, ya que la actual gerente del SAS, Francisca Antón, fuen entonces nombrada gerente de Torrecárdenas. «Paquita llega para acá y lo primero que hace es implantar recortes», dice ella.

En ese sentido, Guite asegura que Antón «implanta una comisión donde tienen que pasar las recetas; una comisión que no es legal». «Esa comisión sirve para aceptar las recetas de los facultativos que ellos creen oportuno, o crean oportuno rechazarlas», denuncia. «Yo no hablo de la mayoría de médicos; son cuatro, pero mueven mucho». Así, menciona otra ortopedia a la que, desde la dirección del Hospital Torrecárdenas y según su versión, se le concedían recetas y rehabilitación 'a dedo'. «Y cuando esta señora —en referencia a Inmaculada García— se fue a Granada, la ortopedia (menciona una a la que supuestamente se le daba un trato de favor) se fue detrás con ella».

Volviendo a la comisión creada en Torrecárdenas, Rosa Guite explica que «no tiene ningún sentido legal». «Directamente desde la comisión y desde la consulta de rehabilitación te dirigen a la ortopedia que tienes que ir. Los demás tenemos una licencia, productos, trabajadores —yo he tenido que despedir a dos—, pero el trabajo va dirigido a dos o tres ortopedias», lamenta.

«Yo hace mucho fui a hablar con Paquita Antón, pero no me recibió (lo hizo su secretaria). Le dije que como en Almería se están recetando prótesis para amputados, y a continuación —porque no anda ninguno— le recetan una silla de ruedas eléctrica, y como ella quiere recortar tanto, vengo a ofrecerle un servicio: si nos manda los amputados a nosotros, se ahorran la silla eléctrica», ya que, apunta, se «están gastando el doble por cada enfermo».