Regantes del Poniente desalarán agua de la Balsa del Sapo con energía solar

Es un proyecto pionero en España consistente en la instalación de una planta desalobradora con tecnología de ósmosis vertical




ALMERÍA HOY / 24·11·2017

La Junta Central de Usuarios del Acuífero del Poniente Almeriense (JCUAPA) pondrá en marcha a principios de 2018 un innovador sistema para rebajar el contenido en sales del agua almacenada en la Balsa del Sapo (El Ejido). Este proyecto, que es pionero en España, consistirá en la instalación de una planta desalobradora con tecnología de ósmosis vertical que obtendrá de paneles fotovoltaicos la energía necesaria para su funcionamiento.

Se trata, por tanto, de un proyecto 100% sostenible que desempeñará un doble objetivo: introducir las energías renovables en la desalación de agua a gran escala y contribuir eficazmente a la recuperación del acuífero del Poniente almeriense.

Desde la Junta Central de Usuarios explican que «gracias a este innovador sistema, la desalobradora promovida por la JCUAPA recibirá aguas con hasta 5 gramos de sales por litro para producir, al final del proceso de ósmosis vertical, aguas casi puras con un contenido en sales inferior a 0,3 gramos por litro. Serán aguas de excepcional calidad, idóneas para realizar las mezclas con otros recursos disponibles en la zona como las aguas reutilizadas o las aguas del acuífero superior, que es excedentario y cuyas aguas no pueden utilizarse directamente para el riego debido a su mala calidad», explica Manuel García Quero, presidente de la Junta Central de Usuarios del Acuífero del Poniente Almeriense.

A diferencia de la tecnología de ósmosis inversa utilizada habitualmente para desalar agua del mar, la planta desalobradora que se instalará en la Balsa del Sapo introduce de forma experimental la ósmosis vertical, que está basada en el aprovechamiento de la ley de la gravedad. La ósmosis vertical sustituye el bombeo a alta presión por una caída en vertical, con una profundidad de pozo que garantiza la presión de servicio en las membranas que filtran las sales. Esto supone que la desalación se consigue finalmente por presión hidrostática durante la caída del agua, y no por presión dinámica creada artificialmente.

Cabe destacar que la ósmosis vertical es un proceso que consume menos energía que la ósmosis inversa. A esto se añade que los pozos para la caída del agua desempeñan una doble función, ya que también sirven para generar energía eléctrica. Si a esto se añade que el consumo energético procede de energías renovables como la fotovoltaica se obtiene una tecnología sostenible con la que se esperan obtener, inicialmente, hasta 6 Hm3 de agua al año.


Nuevas concesiones

La JCUAPA ha obtenido este viernes la concesión administrativa por la que la Consejería de Medio Ambiente autoriza el uso de las aguas salobres de la Balsa del Sapo para su aprovechamiento en el riego agrícola. La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, ha entregado personalmente la concesión al presidente de la JCUAPA en presencia de los consejeros de Agricultura, Rodrigo Sánchez, y de Medio Ambiente, José Fiscal.

En el mismo acto, la presidenta de la Junta de Andalucía también ha entregado al ayuntamiento de El Ejido la concesión para el uso de casi 1 Hm3 de aguas depuradas que se destinarán a usos recreativos, principalmente para el riego de zonas verdes y campos de golf. Además de las concesiones entregadas hoy, se encuentran actualmente en tramitación nuevas concesiones para el aprovechamiento anual de hasta 13 Hm3 del embalse de Benínar y de 11 Hm3 de aguas depuradas procedentes de varios municipios del Poniente almeriense.