Sí; la sanidad y la educación son pésimas en toda Andalucía. Así lo indican organismos como el Defensor del Paciente o el informe Pisa, además de los propios sindicatos de médicos, enfermeros, y profesores
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| Manifestación de este jueves en Almería. |
EDITORIAL / 02·01·2017
Las autodenominadas ‘mareas’ —la blanca y la verde— habían convocado para la tarde de este jueves una manifestación conjunta en el centro de Almería reclamando sanidad y educación «de calidad». Partidos políticos —incluyendo un PP que está en las antípodas ideológicas de las ‘mareas’—, así como varias asociaciones y personalidades habían anunciado su respaldo a la misma. Motivos, desde luego, no faltaban para acudir.
Desde su fundación, este medio ha venido publicando distintas noticias sobre las carencias, muchas de ellas bochornosas, que padecemos los almerienses en lo que respecta a esos sacrosantos pilares del Estado de Bienestar que son la enseñanza, los servicios sanitarios y sociales (aquí un pequeño compendio de ellas). Sí; la sanidad y la educación son pésimas en toda Andalucía. Así lo indican organismos como el Defensor del Paciente o el informe Pisa, además de los propios sindicatos de médicos, enfermeros, y profesores.
Sin embargo, el estigma de sociedad adormecida e indolente que siempre ha acompañado a los almerienses sigue latente, ya que apenas 300 o 400 personas han acudido a esa marcha contra el «maltrato» que las administraciones en general y la Junta de Andalucía en particular —que para eso es la administración que gestiona hospitales y colegios— infligen a la provincia de Almería desde que el mundo es mundo.
La falta de implicación de la sociedad almeriense en buena parte de los problemas que padece no es algo nuevo, pero chirría aún más cuando apenas han pasado semanas desde las multitudinarias manifestaciones de Granada, en la que decenas de miles de ciudadanos —más de 80.000 según fuentes oficiales—, sin importar simpatías políticas, tomaban las calles de la ciudad vecina para que no les tomen más el pelo con la ya famosa fusión hospitalaria. Aquí, de momento, nos tendremos que seguir conformando con los 300 almerienses que sí se movilizan por las cosas que de verdad importan.
Desde su fundación, este medio ha venido publicando distintas noticias sobre las carencias, muchas de ellas bochornosas, que padecemos los almerienses en lo que respecta a esos sacrosantos pilares del Estado de Bienestar que son la enseñanza, los servicios sanitarios y sociales (aquí un pequeño compendio de ellas). Sí; la sanidad y la educación son pésimas en toda Andalucía. Así lo indican organismos como el Defensor del Paciente o el informe Pisa, además de los propios sindicatos de médicos, enfermeros, y profesores.
Sin embargo, el estigma de sociedad adormecida e indolente que siempre ha acompañado a los almerienses sigue latente, ya que apenas 300 o 400 personas han acudido a esa marcha contra el «maltrato» que las administraciones en general y la Junta de Andalucía en particular —que para eso es la administración que gestiona hospitales y colegios— infligen a la provincia de Almería desde que el mundo es mundo.
La falta de implicación de la sociedad almeriense en buena parte de los problemas que padece no es algo nuevo, pero chirría aún más cuando apenas han pasado semanas desde las multitudinarias manifestaciones de Granada, en la que decenas de miles de ciudadanos —más de 80.000 según fuentes oficiales—, sin importar simpatías políticas, tomaban las calles de la ciudad vecina para que no les tomen más el pelo con la ya famosa fusión hospitalaria. Aquí, de momento, nos tendremos que seguir conformando con los 300 almerienses que sí se movilizan por las cosas que de verdad importan.
