En un momento de la riña, F.E.R. cogió un cerrojo de metal con el que golpeó presuntamente a su oponente «hasta 18 veces en la cabeza», además de «en otras partes del cuerpo»
EUROPA PRESS / 15·01·2017
La Audiencia Provincial de Almería va a acoger a partir de este lunes la vista oral de tribunal con jurado contra F.E.R., el vecino de Pechina acusado de matar en enero de 2015 en su domicilio al dueño de una conocida cafetería de la barriada de El Zapillo, de la capital, con quien presuntamente mantuvo una pelea mientras negociaban el traspaso-venta de otro negocio hostelero.
Según han indicado fuentes judiciales, la Sección Tercera de la Audiencia Provincial ha señalado cinco sesiones para la celebración del juicio en el que el único acusado enfrenta una petición fiscal de 12 años de prisión acusado de un delito de homicidio consumado, por el que también solicita que abone una indemnización de 120.000 euros a los herederos legales de la víctima.
En este sentido, durante la primera sesión se prevé la conformación del jurado popular encargado, a posteriori, de emitir un veredicto así como la declaración del acusado, si bien esta podría llegar a posponerse a la siguiente sesión.
Según detalla el escrito de acusación provisional de la Fiscalía, el procesado y la víctima iniciaron sobre las 16,00 horas del 27 de enero de 2015 una pelea en el domicilio del primero, en Pechina, en el transcurso de la que ambos se «golpearon mutuamente». Así, en un momento de la riña, F.E.R. cogió un cerrojo de metal con el que golpeó presuntamente a su oponente «hasta 18 veces en la cabeza», además de «en otras partes del cuerpo».
El fiscal añade que, a continuación, el procesado, «con una navaja, le efectuó un corte en el cuello», lo que causó la muerte «inmediata» de la víctima «mediante múltiples traumatismos craneoencefálico y herida por arma blanca».
El escrito del Ministerio Público llega después de que en julio, durante la comparecencia del tribunal de jurado ante el Juzgado de Instrucción 4 de Almería, solicitase, al igual que la acusación particular, que se procediese a «establecer las huellas dactilares presentes en la navaja» que se intervino en el escenario de los hechos.
También se interesó que se tomase declaración en sede judicial a los agentes de la Guardia Civil en relación con la inspección ocular que se hizo del domicilio y la aprehensión «del cerrojo y la navaja usados para dar muerte» a J.P.R., de 58 años.
El juicio contempla cinco sesiones hasta el 20 de enero, de las que dos se reservan para interrogar a los testigos, entre ellos los policías locales que descubrieron el cadáver y la persona a quien supuestamente llamó el imputado para «contarle lo ocurrido»; y otras dos para la exposición de las periciales. La primera de ellas queda reservada para la constitución del jurado y la declaración del acusado.
EL PROCESADO ALEGA DEFENSA PROPIA "EN UNA PELEA A VIDA O MUERTE"
Cabe recordar que en su primera declaración ante la Guardia Civil, el imputado, que siempre ha alegado que actuó en «legítima defensa» y en una «pelea a vida o muerte», indicó que, en el transcurso del «forcejeo» que se habría producido en las escaleras que conducían al sótano-garaje, la víctima «abrió una navaja y le acometió con ella».
Añadió que «SE defendió agarrándola, recibiendo varios cortes en su mano derecha hasta que recondujo la mano que tenía la navaja hasta él, impactando la navaja en el cuello de J.P.R., que cayó desplomado al suelo».
Fuentes del caso indicaron que, en esa primera declaración, también aseguró que, con anterioridad, en el transcurso de esa misma «lucha», habría cogido de un armario de ese garaje-sótano «un cerrojo con el que habría dado varias veces en la cabeza» a la víctima.
El imputado por el homicidio tuvo que ser atendido en el complejo hospitalario de Torrecárdenas de la capital al que fue trasladado por las lesiones sufridas durante la pelea en el número 1 de la calle Celia Viñas de Pechina, una vez fue detenido por la Guardia Civil.
Según han indicado fuentes judiciales, la Sección Tercera de la Audiencia Provincial ha señalado cinco sesiones para la celebración del juicio en el que el único acusado enfrenta una petición fiscal de 12 años de prisión acusado de un delito de homicidio consumado, por el que también solicita que abone una indemnización de 120.000 euros a los herederos legales de la víctima.
En este sentido, durante la primera sesión se prevé la conformación del jurado popular encargado, a posteriori, de emitir un veredicto así como la declaración del acusado, si bien esta podría llegar a posponerse a la siguiente sesión.
Según detalla el escrito de acusación provisional de la Fiscalía, el procesado y la víctima iniciaron sobre las 16,00 horas del 27 de enero de 2015 una pelea en el domicilio del primero, en Pechina, en el transcurso de la que ambos se «golpearon mutuamente». Así, en un momento de la riña, F.E.R. cogió un cerrojo de metal con el que golpeó presuntamente a su oponente «hasta 18 veces en la cabeza», además de «en otras partes del cuerpo».
El fiscal añade que, a continuación, el procesado, «con una navaja, le efectuó un corte en el cuello», lo que causó la muerte «inmediata» de la víctima «mediante múltiples traumatismos craneoencefálico y herida por arma blanca».
El escrito del Ministerio Público llega después de que en julio, durante la comparecencia del tribunal de jurado ante el Juzgado de Instrucción 4 de Almería, solicitase, al igual que la acusación particular, que se procediese a «establecer las huellas dactilares presentes en la navaja» que se intervino en el escenario de los hechos.
También se interesó que se tomase declaración en sede judicial a los agentes de la Guardia Civil en relación con la inspección ocular que se hizo del domicilio y la aprehensión «del cerrojo y la navaja usados para dar muerte» a J.P.R., de 58 años.
El juicio contempla cinco sesiones hasta el 20 de enero, de las que dos se reservan para interrogar a los testigos, entre ellos los policías locales que descubrieron el cadáver y la persona a quien supuestamente llamó el imputado para «contarle lo ocurrido»; y otras dos para la exposición de las periciales. La primera de ellas queda reservada para la constitución del jurado y la declaración del acusado.
EL PROCESADO ALEGA DEFENSA PROPIA "EN UNA PELEA A VIDA O MUERTE"
Cabe recordar que en su primera declaración ante la Guardia Civil, el imputado, que siempre ha alegado que actuó en «legítima defensa» y en una «pelea a vida o muerte», indicó que, en el transcurso del «forcejeo» que se habría producido en las escaleras que conducían al sótano-garaje, la víctima «abrió una navaja y le acometió con ella».
Añadió que «SE defendió agarrándola, recibiendo varios cortes en su mano derecha hasta que recondujo la mano que tenía la navaja hasta él, impactando la navaja en el cuello de J.P.R., que cayó desplomado al suelo».
Fuentes del caso indicaron que, en esa primera declaración, también aseguró que, con anterioridad, en el transcurso de esa misma «lucha», habría cogido de un armario de ese garaje-sótano «un cerrojo con el que habría dado varias veces en la cabeza» a la víctima.
El imputado por el homicidio tuvo que ser atendido en el complejo hospitalario de Torrecárdenas de la capital al que fue trasladado por las lesiones sufridas durante la pelea en el número 1 de la calle Celia Viñas de Pechina, una vez fue detenido por la Guardia Civil.
