El equipo visitante, el CD Ciudad de Torredonjimeno, fue «acorralado y agredido por unas 50 personas» tras empatar el encuentro en el último minuto del tiempo de descuento
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| Imágenes compartidas en redes por el Ciudad de Torredonjimeno tras la agresión a sus jugadores. |
EUROPA PRESS / 18·10·2016
El Sindicato de Árbitros ha denunciado «insultos, amenazas de muerte y una batalla campal» a la conclusión de un partido de fútbol entre jugadores juveniles en Almería. Los hechos tuvieron lugar este domingo al término del encuentro disputado entre el CD Oriente y el CD Ciudad de Torredonjimeno, con el resultado de empate gracias al gol visitante en el último minuto del tiempo de descuento.
Según han informado desde el sindicato en una nota, el delegado de campo fue «expulsado», el público se mostró «violento» contra los árbitros y contra los jugadores visitantes, y el club local acabó «amenazando de muerte e insultando a diestro y siniestro». El trío arbitral concluyó «aislado en el terreno de juego» y el equipo visitante «acorralado y agredido por unas 50 personas», han contabilizado.
En el acta, los árbitros reflejan que después de una expulsión y de varias incidencias se produjeron los hechos «terribles» a juicio del sindicato. Al finalizar el partido, tras abandonar el terreno de juego, una vez en los vestuarios jugadores del Torredonjimeno, sufrieron «agresiones» por un grupo de unos diez aficionados. Los árbitros aún no accedieron al lugar porque su integridad física «corría peligro», pero desde el terreno de juego escucharon «voces y gritos» e, incluso, observaron a jugadores de Torredonjimeno saltando un muro «de tres metros de altura» desde la bocana de los pasillos de los vestuarios hacía la grada del terreno de juego con el fin de apartarse del lugar en el que estaban ocurriendo los altercados.
Los hechos se pusieron en conocimiento de las fuerzas de seguridad y, mientras aguardaban su llegada, dos espectadores, aseguran en su acta, entraron en el terreno de juego y les llamaron «sinvergüenzas». «Me cago en tus muertos línea, ya te tendré que ver por Almería y matarte», amenazó el segundo espectador.
El relato de los árbitros le parece «dantesco» al sindicato profesional, ya que sus compañeros «sufrieron la intolerancia de unos aficionados, jugadores y directivos» de un club que han calificado de «violento» dada la «gravedad» de los hechos y «tratándose de una categoría de formación».
Según han informado desde el sindicato en una nota, el delegado de campo fue «expulsado», el público se mostró «violento» contra los árbitros y contra los jugadores visitantes, y el club local acabó «amenazando de muerte e insultando a diestro y siniestro». El trío arbitral concluyó «aislado en el terreno de juego» y el equipo visitante «acorralado y agredido por unas 50 personas», han contabilizado.
En el acta, los árbitros reflejan que después de una expulsión y de varias incidencias se produjeron los hechos «terribles» a juicio del sindicato. Al finalizar el partido, tras abandonar el terreno de juego, una vez en los vestuarios jugadores del Torredonjimeno, sufrieron «agresiones» por un grupo de unos diez aficionados. Los árbitros aún no accedieron al lugar porque su integridad física «corría peligro», pero desde el terreno de juego escucharon «voces y gritos» e, incluso, observaron a jugadores de Torredonjimeno saltando un muro «de tres metros de altura» desde la bocana de los pasillos de los vestuarios hacía la grada del terreno de juego con el fin de apartarse del lugar en el que estaban ocurriendo los altercados.
Los hechos se pusieron en conocimiento de las fuerzas de seguridad y, mientras aguardaban su llegada, dos espectadores, aseguran en su acta, entraron en el terreno de juego y les llamaron «sinvergüenzas». «Me cago en tus muertos línea, ya te tendré que ver por Almería y matarte», amenazó el segundo espectador.
El relato de los árbitros le parece «dantesco» al sindicato profesional, ya que sus compañeros «sufrieron la intolerancia de unos aficionados, jugadores y directivos» de un club que han calificado de «violento» dada la «gravedad» de los hechos y «tratándose de una categoría de formación».
