«Había pelusas y cáscaras de pistachos por el suelo, manchas de sangre seca en los asientos, la cuna estaba sucia y los cristales guarros, como grasientos», denuncia el padre de la pequeña
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| Imagen de archivo. |
ALMERÍA HOY / 13·08·2016
Una familia se ha visto obligada a limpiar por sí misma la habitación asignada a su hija, de siete días de edad, en el Hospital Torrecárdenas de la capital almeriense, ante la acumulación de suciedad que presentaba.
Los hechos tenían lugar el pasado día 5, cuando los padres acudieron con la recién nacida a las Urgencias del centro hospitalario, donde se decretó el ingreso de esta por una infección de orina, así como de la madre, que padecía una hemorragia relacionada con el parto.
«Había pelusas y cáscaras de pistachos por el suelo, manchas de sangre seca en los asientos, la cuna estaba sucia y los cristales guarros, como grasientos», relata el padre de la pequeña. «No podía dejar a mi niña con infección en una habitación en ese estado, así que me fui a buscar a una limpiadora, pero me dijo que ya había sido limpiada y me enseñó un planning en el que aparecía marcada», ha explicado en declaraciones a ALMERÍA HOY.
«Al final, accedieron a limpiarla de nuevo, pero no sé si es que la mopa estaba sucia o los productos que utilizan no sirven, porque más que limpiar, la empalustraron; de modo que me fui a comprar todo lo necesario, y entre mi cuñada y yo la volvimos a limpiar».
Ante esta situación, padre y tía de la recién nacida decidieron encargarse personalmente de la limpieza del cuarto, tarea que han llevado a cabo durante cinco de los seis días que madre e hija han permanecido ingresadas. El último de ellos, tras varias visitas de responsables de la empresa encargada, permitieron nuevamente el acceso de las limpiadoras.
«Es una vergüenza que se den estas situaciones en una planta en la que hay niños pequeños con infecciones. Es tercermundista», ha sentenciado.
Los hechos tenían lugar el pasado día 5, cuando los padres acudieron con la recién nacida a las Urgencias del centro hospitalario, donde se decretó el ingreso de esta por una infección de orina, así como de la madre, que padecía una hemorragia relacionada con el parto.
«Había pelusas y cáscaras de pistachos por el suelo, manchas de sangre seca en los asientos, la cuna estaba sucia y los cristales guarros, como grasientos», relata el padre de la pequeña. «No podía dejar a mi niña con infección en una habitación en ese estado, así que me fui a buscar a una limpiadora, pero me dijo que ya había sido limpiada y me enseñó un planning en el que aparecía marcada», ha explicado en declaraciones a ALMERÍA HOY.
«Al final, accedieron a limpiarla de nuevo, pero no sé si es que la mopa estaba sucia o los productos que utilizan no sirven, porque más que limpiar, la empalustraron; de modo que me fui a comprar todo lo necesario, y entre mi cuñada y yo la volvimos a limpiar».
Ante esta situación, padre y tía de la recién nacida decidieron encargarse personalmente de la limpieza del cuarto, tarea que han llevado a cabo durante cinco de los seis días que madre e hija han permanecido ingresadas. El último de ellos, tras varias visitas de responsables de la empresa encargada, permitieron nuevamente el acceso de las limpiadoras.
«Es una vergüenza que se den estas situaciones en una planta en la que hay niños pequeños con infecciones. Es tercermundista», ha sentenciado.
