Británicos residentes en Almería llevarán a Bruselas su situación tras el Brexit

Cuestiones como la asistencia sanitaria, el cobro de sus pensiones o cómo afectará a estas la devaluación de la libra preocupan especialmente a este colectivo, del que formarían parte cerca de 40.000 personas en nuestra provincia


De izquierda a derecha: Lenox Napier, Jim Simpson y Andrew Mortimer.

ALMERÍA HOY / 25·08·2016

El anuncio de abandono la UE por parte del Reino Unido tras el referéndum del pasado 23 de junio ha generado una gran inquietud entre los expatriados británicos en toda Europa, muchos de los cuales aseguran sentirse olvidados por Londres en un momento en el que todo es incertidumbre respecto a su futuro. Cuestiones como la asistencia sanitaria, el cobro de sus pensiones o cómo afectará a estas la devaluación de la libra preocupan especialmente a este colectivo, conformado en gran medida por jubilados. Por esta razón, han surgido en los últimos meses diversas iniciativas encaminadas a organizar a los 1,5 millones de británicos residentes en la Unión Europea para tratar llevar su voz hasta el 10 de Downing Street.

No es el caso de Europats, una asociación nacida «quince minutos después del referéndum» y para la que la vía londinense carece de sentido, según explica su portavoz, Lenox Napier, por lo que, asegura, sólo les queda el Parlamento Europeo.

«Se han creado muchas asociaciones en la UE, varias de ellas en España, pero todas parecen empeñadas en dirigirse a Londres, y a Londres no le importamos en absoluto, de hecho, ni siquiera nos reconoce el derecho a voto», lamenta Napier. «Es triste, pero para una parte de la sociedad británica somos poco menos que una especie de traidores que han cambiado su país por otro cualquiera».

Para este inglés afincado en Mojácar desde hace más de 45 años, el principal problema es que «los expatriados no importamos a nadie». «Tiene gracia, la Junta de Andalucía conoce el número exacto de cabras que se crían en esta comunidad autónoma, siente tal interés por ellas que hasta las identifica individualmente con un microchip; sin embargo, resulta casi imposible obtener una estimación aproximada del número de residentes británicos en España: los datos oficiales hablan de 270.000 personas, pero esa cifra se obtiene del padrón municipal, y la mayoría de residentes no están inscritos. De hecho, hay fuentes que elevan ese cálculo hasta los 800.000».

En el caso de Almería no es diferente, asegura el portavoz de Europats, ya que «el INE reconoce la existencia de 19.000 residentes británicos, pero en realidad rondamos los 40.000».


Miedo e incertidumbre

Hay motivos para sentir miedo, explica Napier, para quien el resultado del referéndum no fue sino «una manifestación de xenofobia». «No parece probable que las cosas continúen igual en materia de inmigración, ya que el Brexit fue sobre todo un acto de rechazo a los inmigrantes y la libre circulación de personas; de modo que si Londres decide en un futuro exigir visados o, peor aún, deportar a parte de los cerca de 1.800.000 europeos residentes en Gran Bretaña, es de esperar que Madrid, París, Berlín, etc. hagan los propio con los británicos que viven en sus países... y Londres no nos defenderá, no somos las Malvinas».

«Yo no puedo regresar a Inglaterra —protesta—, nada me une ya a ella: no tengo propiedades allí, tampoco tengo amigos o familia; no sigo ni me interesa su actualidad, al margen del Brexit, claro está. Hay amigos que me preguntan por qué no he solicitado la nacionalidad española después de tantos años, pero es que no soy español, ¿acaso lo parezco? No es mi cultura, no es lo que soy. Que no se me malinterprete, me encanta España, por eso decidí un día vivir aquí, pero el que me guste este país no me convierte en español, del mismo modo que el que me gusten los toros no me convierte en torero».

«Es una situación complicada, en cierto modo somos apátridas, abandonados por un país con el que, en muchos casos, hemos perdido todo vínculo y extranjeros en otro en el que probablemente jamás dejaremos de serlo».


Reconocimiento del expatriado

Napier no recuerda quién levantó el teléfono en primer lugar, pero «a los 15 minutos» de conocerse el resultado de referéndum ya estaba al habla con el edil zurgenero Jim Simpson y el intérprete afincado en Roquetas Andrew Mortimer para constituir esta asociación, que cuenta ya, según afirma, con más de un millar de miembros en nuestra provincia.

Desde entonces, no han cejado en su empeño por llevar la problemática del colectivo hasta la Eurocámara, donde parecen haber encontrado cierta comprensión por parte del grupo liberal.

«Hemos enviado decenas de cartas, y la gente de ALDE califica de razonables nuestras peticiones. Creo que es muy posible que nos ayuden a exponer nuestra situación en Bruselas, pero todo este asunto ha llegado en muy mal momento, con el verano de por medio, y avanza muy lentamente», ha explicado.

Entre sus peticiones se encuentra la de una mayor —o alguna— representatividad de los expatriados en las instituciones, ya que, según sostienen desde Europats, ahora mismo carecen por completo de ella. «Los representantes políticos en nuestros países de origen, no hablo ya del caso de los británicos, sino de los millones de europeos que residen en otros países de la UE, no sienten el menor interés por los problemas de una minoría alejada y dispersa. Tampoco, los políticos de nuestros países adoptivos, para los que en gran medida ni siquiera existimos. Es más, aunque podemos votar en las elecciones al Parlamento Europeo, al final estamos votando al representante de un país que no es el nuestro, y que, como es en cierto modo lógico, se preocupa por la población autóctona del mismo, que es la inmensa mayoría».

Otra de sus principales demandas es la de la creación de alguna clase de internal passport o DNI europeo, que les reconozca la condición de ciudadanos de la UE al margen de las derivas políticas de los países. «Para los británicos, no soy un verdadero británico, y para los españoles y para mí mismo nunca seré un verdadero español. En realidad, me encuentro en algún punto entre un ciudadano europeo y un apátrida, y como yo, muchos millones de personas en la EU», ha sentenciado.