Un jurado popular ha considerado que el procesado, que incumplió la orden de alejamiento que tenía impuesta hacia María del Carmen M.C., actuó con alevosía y ensañamiento
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| Juzgados de Berja. | Imagen: Google Maps. |
EUROPA PRESS / 12·07·2016
Un jurado popular ha declarado culpable de asesinato a Hamid D., el hombre de 31 años que asestó hasta 33 puñaladas a su expareja María del Carmen M.C. en agosto de 2014 en Berja tras abordarla en su domicilio pese a tener orden de alejamiento en vigor.
El veredicto, alcanzado por unanimidad, considera que el procesado actuó con alevosía y ensañamiento aunque ha apreciado que concurre la atenuante de confesión que interesó la defensa ya que, tras cometer el crimen, telefoneó a una prima de la víctima y le contó lo que había hecho no sin antes amenazarla de muerte, según han informado fuentes judiciales.
El jurado popular, compuesto por ocho hombres y una mujer, ha rechazado, no obstante, que Hamid D. actuase bajo arrebato al estar, como según aseguró en su declaración ante la sala, «muy enfadado y celoso» tras haberla «visto entrar con un hombre en su casa» o bajo la influencia de la ingesta de bebidas alcohólicas, ya que alegó que había estado bebiendo «mucho» durante las horas previas a cometer el asesinato.
«Estaba muy nervioso, quería prohibirles que lo hicieran y, cuando ella me abrió la puerta y le pregunté por qué me haces sufrir, empezó a mentirme diciéndome que no me estaba haciendo nada y que no había nadie. Saqué el cuchillo y se lo clavé, pero no tenía razonamiento ni medí hasta dónde iba a llegar. No sabía qué estaba haciendo, no sentía nada, no veía, todo era blanco», fue lo que contestó el acusado en la primera sesión de la vista oral a preguntas del fiscal.
Tras la lectura en audiencia pública del veredicto, que le ha declarado culpable también de un delito de quebrantamiento de condena y de dos más de amenazas, las acusaciones han elevado a definitivos sus escritos de calificación.
Así, el fiscal ha solicitado para Hamid D., a quien no se le aplica el nuevo Código Penal, la pena de 23 años de prisión como presunto autor de un delito de asesinato, además de diez meses de cárcel por un delito de quebrantamiento de condena y otros 24 meses de prisión por dos delitos de amenazas. Al margen de la pena privativa de libertad, el Ministerio Público pide una indemnización de 120.000 euros para los familiares de la víctima.
Por su parte, la acusación particular ha pedido para el procesado la pena máxima prevista en el Código Penal por el delito de asesinato, 25 años de cárcel, mientras que la Junta de Andalucía, que ejerce la acusación popular, interesa 22 años de prisión. Asimismo, por el delito de quebrantamiento pide 22 meses de cárcel mientras que por cada una de las amenazas solicita dos años de prisión.
El procesado, natural de Marruecos y en situación irregular en España, había tenido una relación sentimental con María del Carmen M.C., que había cesado. La resolución judicial recoge que, durante la madrugada del 2 de agosto de 2014 y en plenas fiestas patronales de Berja, la vio conversando «con otras personas» tras lo que volvió a su domicilio, de donde cogió un cuchillo.
A continuación, se dirigió al domicilio de la víctima, «quien le abrió la puerta» y, en ese momento, «de forma inesperada para ella, le asestó 33 puñaladas con el cuchillo que llevaba, produciéndole graves lesiones que le causaron la muerte».
Cabe recordar que, por cometer una falta de vejaciones respecto a ella, había sido condenado a una pena de prohibición de aproximación y comunicación con la mujer, vigente hasta el 21 de octubre de 2014, que incumplió, «ya que se acercó a ella en la madrugada del 2 de agosto de 2014».
Asimismo, ese mismo día, llamó por teléfono a una prima de María del Carmen M.C., diciéndole que «le había metido seis o siete puñaladas en la barriga y que ahora iría a por ella» y que, en esa misma llamada, «le dijo que también iría contra su hermana, por lo que atemorizadas las dos acudieron a denunciar los hechos antes la Guardia Civil de El Ejido».
Investigación del Defensor del Pueblo
Este crimen y las circunstancias que lo rodearon se analizó también en sede parlamentaria y derivó en una investigación, al margen de la vía penal, por parte de la Oficina del Defensor del Pueblo en aras de revisar los mecanismos de protección a víctimas de violencia de género ya que, en este caso, el sistema de seguimiento integral del Ministerio del Interior, sistema conocido como Viogen, no apreció evidencias de riesgo para María del Carmen M.C.
En concreto, Hamid D. habría quebrantado la orden de alejamiento en vigor que pesaba sobre él para causar la muerte a su expareja apenas horas después de que terminase de cumplir arresto domiciliario por haber violentado anteriormente esa misma orden.
El informe definitivo de la autopsia reveló que la víctima sufrió «33 heridas por arma blanca» y que murió como consecuencia de un shock hemorrágico. Los forenses indicaron que diez de las lesiones suponían «riesgo vital», pero que solo una de ellas «podía» llegar a ser «mortal de necesidad», al tiempo que concluyeron que, en su «conjunto», tuvieron un «sumatorio de forma que todas, en mayor o menor medida, contribuyeron al efecto de sangrado que condujo finalmente al fallecimiento de la víctima».
En esta línea, detalló que el arma utilizada por el supuesto autor del asesinato tenía la hoja «fina y ancha, tipo cuchillo de cocina» y que la mayoría de las lesiones se produjeron cuando la mujer, de 43 años, estaba «de frente» a su agresor «en la zona del torso y el abdomen», aunque algunas se infligieron cuando ya estaba «en el suelo». «Intentó defenderse interponiendo los brazos y las manos entre el arma y su cuerpo», remarcaron los forenses.
Hamid D. fue detenido, tras darse a la fuga y permanecer en paradero desconocido durante 24 horas, en un cortijo del municipio vecino de Dalías.
El veredicto, alcanzado por unanimidad, considera que el procesado actuó con alevosía y ensañamiento aunque ha apreciado que concurre la atenuante de confesión que interesó la defensa ya que, tras cometer el crimen, telefoneó a una prima de la víctima y le contó lo que había hecho no sin antes amenazarla de muerte, según han informado fuentes judiciales.
El jurado popular, compuesto por ocho hombres y una mujer, ha rechazado, no obstante, que Hamid D. actuase bajo arrebato al estar, como según aseguró en su declaración ante la sala, «muy enfadado y celoso» tras haberla «visto entrar con un hombre en su casa» o bajo la influencia de la ingesta de bebidas alcohólicas, ya que alegó que había estado bebiendo «mucho» durante las horas previas a cometer el asesinato.
«Estaba muy nervioso, quería prohibirles que lo hicieran y, cuando ella me abrió la puerta y le pregunté por qué me haces sufrir, empezó a mentirme diciéndome que no me estaba haciendo nada y que no había nadie. Saqué el cuchillo y se lo clavé, pero no tenía razonamiento ni medí hasta dónde iba a llegar. No sabía qué estaba haciendo, no sentía nada, no veía, todo era blanco», fue lo que contestó el acusado en la primera sesión de la vista oral a preguntas del fiscal.
Tras la lectura en audiencia pública del veredicto, que le ha declarado culpable también de un delito de quebrantamiento de condena y de dos más de amenazas, las acusaciones han elevado a definitivos sus escritos de calificación.
Así, el fiscal ha solicitado para Hamid D., a quien no se le aplica el nuevo Código Penal, la pena de 23 años de prisión como presunto autor de un delito de asesinato, además de diez meses de cárcel por un delito de quebrantamiento de condena y otros 24 meses de prisión por dos delitos de amenazas. Al margen de la pena privativa de libertad, el Ministerio Público pide una indemnización de 120.000 euros para los familiares de la víctima.
Por su parte, la acusación particular ha pedido para el procesado la pena máxima prevista en el Código Penal por el delito de asesinato, 25 años de cárcel, mientras que la Junta de Andalucía, que ejerce la acusación popular, interesa 22 años de prisión. Asimismo, por el delito de quebrantamiento pide 22 meses de cárcel mientras que por cada una de las amenazas solicita dos años de prisión.
El procesado, natural de Marruecos y en situación irregular en España, había tenido una relación sentimental con María del Carmen M.C., que había cesado. La resolución judicial recoge que, durante la madrugada del 2 de agosto de 2014 y en plenas fiestas patronales de Berja, la vio conversando «con otras personas» tras lo que volvió a su domicilio, de donde cogió un cuchillo.
A continuación, se dirigió al domicilio de la víctima, «quien le abrió la puerta» y, en ese momento, «de forma inesperada para ella, le asestó 33 puñaladas con el cuchillo que llevaba, produciéndole graves lesiones que le causaron la muerte».
Cabe recordar que, por cometer una falta de vejaciones respecto a ella, había sido condenado a una pena de prohibición de aproximación y comunicación con la mujer, vigente hasta el 21 de octubre de 2014, que incumplió, «ya que se acercó a ella en la madrugada del 2 de agosto de 2014».
Asimismo, ese mismo día, llamó por teléfono a una prima de María del Carmen M.C., diciéndole que «le había metido seis o siete puñaladas en la barriga y que ahora iría a por ella» y que, en esa misma llamada, «le dijo que también iría contra su hermana, por lo que atemorizadas las dos acudieron a denunciar los hechos antes la Guardia Civil de El Ejido».
Investigación del Defensor del Pueblo
Este crimen y las circunstancias que lo rodearon se analizó también en sede parlamentaria y derivó en una investigación, al margen de la vía penal, por parte de la Oficina del Defensor del Pueblo en aras de revisar los mecanismos de protección a víctimas de violencia de género ya que, en este caso, el sistema de seguimiento integral del Ministerio del Interior, sistema conocido como Viogen, no apreció evidencias de riesgo para María del Carmen M.C.
En concreto, Hamid D. habría quebrantado la orden de alejamiento en vigor que pesaba sobre él para causar la muerte a su expareja apenas horas después de que terminase de cumplir arresto domiciliario por haber violentado anteriormente esa misma orden.
El informe definitivo de la autopsia reveló que la víctima sufrió «33 heridas por arma blanca» y que murió como consecuencia de un shock hemorrágico. Los forenses indicaron que diez de las lesiones suponían «riesgo vital», pero que solo una de ellas «podía» llegar a ser «mortal de necesidad», al tiempo que concluyeron que, en su «conjunto», tuvieron un «sumatorio de forma que todas, en mayor o menor medida, contribuyeron al efecto de sangrado que condujo finalmente al fallecimiento de la víctima».
En esta línea, detalló que el arma utilizada por el supuesto autor del asesinato tenía la hoja «fina y ancha, tipo cuchillo de cocina» y que la mayoría de las lesiones se produjeron cuando la mujer, de 43 años, estaba «de frente» a su agresor «en la zona del torso y el abdomen», aunque algunas se infligieron cuando ya estaba «en el suelo». «Intentó defenderse interponiendo los brazos y las manos entre el arma y su cuerpo», remarcaron los forenses.
Hamid D. fue detenido, tras darse a la fuga y permanecer en paradero desconocido durante 24 horas, en un cortijo del municipio vecino de Dalías.
