Acepta tres años y medio de prisión por robar a un matrimomio en su casa de Berja

Irrumpió en la vivienda amenazando a las víctimas con un cuchillo a la espera de que otro agresor extrajera dinero con sus tarjetas en varios cajeros automáticos



EUROPA PRESS / 11·01·2016

K.S., el hombre acusado de irrumpir en casa de un matrimonio al que amenazó con un cuchillo a la espera de que otro de los agresores extrajera en varios cajeros automáticos dinero con las tarjetas de las víctimas, ha aceptado tres años y cinco meses de prisión después de que se le retirarán tres de los cuatro delitos de los que había sido acusado.

Así lo han indicado fuentes de la defensa ejercida por la letrada Mónica Moya, quienes han precisado que la Fiscalía finalmente ha mantenido la acusación por delito de robo con intimidación con agravante de disfraz, ya que el hombre actuó con el rostro cubierto.

De esta manera, ha quedado absuelto de los delitos de detención ilegal, allanamiento de morada y de receptación, por los que, en suma con el delito de robo, el Ministerio Fiscal interesaba inicialmente una pena de 15 años y dos meses de prisión.

Así, se ha dictado sentencia en sala tras la conformidad de las partes en relación a los hechos ocurridos en enero de 2005 en una cortijada de Berja donde el supuesto autor actuó acompañado de al menos una persona que no ha sido identificada.

El robo tuvo lugar sobre las 22:30 horas cuando el agresor se presentó en casa de las víctimas con el rostro cubierto por un pasamontañas a bordo de un vehículo que había sido anteriormente sustraído en Granada, según la calificación provisional de los hechos.

Tras tocar a la puerta, que abrió el propietario del inmueble, los agresores «se abalanzaron sobre él» y se introdujeron en la vivienda «al tiempo que uno de ellos lo cogía por el cuello y lo tumbaba sobre el suelo» mientras que el otro sostenía con ambas manos una pata de cabra con la que «hacía ademán de clavársela en el pecho».

De esta forma, uno de los asaltantes exigió a la mujer de la principal víctima que le diera el dinero que había en la casa así como las tarjetas de crédito con «amenazas de muerte», con lo que ella accedió a entregar las tarjetas así como una nota con las claves además de 300 euros.

Con esto, mientras que uno de los atacantes abandonó la casa, el otro permaneció junto a las víctimas «esgrimiendo un cuchillo de cocina en actitud amenazante» ante las víctimas, a las que retuvo «contra su voluntad» y encerró en el baño «no sin antes exigirles que le entregasen las joyas que hubiera, llegando a atarle» a una de las víctimas «las manos con una cuerda de plástico».

Según este relato de la Fiscalía, no fue hasta dos horas más tarde cuando regresó el asaltante que se había llevado las tarjetas, con las que efectuó reintegros por importe de 2.404 euros. Así, ambos encapuchados se fueron de allí ordenando al matrimonio que no salieran del cuarto de baño hasta «pasada media hora».