UPA califica el inicio de la campaña agrícola como «muy malo»

Las altas temperaturas, combinadas con la entrada «masiva» de productos de países terceros, están provocando que los precios de las hortalizas almerienses hagan los cultivos «inviables»


Cuando lo rentable es no recoger la cosecha...

ALMERÍA HOY / 17·11·2015

Francisca Iglesias, reelegida a principios de mes como secretaria provincial de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA), ha explicado a ALMERÍA HOY que la caída de precios que están padeciendo las hortalizas cultivadas en la provincia es «como el misterio de la Santísima Trinidad», llegando a calificar el inicio de la actual campaña agrícola como «muy malo».

Según Iglesias, parte del «problema» de la caída de precios está relacionada con las altas temperaturas que se están produciendo este otoño. «Con temperaturas tan altas se produce más, y eso suele conllevar un descenso de precios», ha aclarado añadiendo que «ahora mismo, los costes de producción de los agricultores almerienses lógicamente están por encima de unos beneficios que no existen».

Explicación similar ofrecía este lunes Andrés Góngora (COAG) ante preguntas de ALMERÍA HOY. «Ahora mismo la situación es esa: desgraciadamente no llega el frío, y la provincia de Almería funciona —el sector agrícola— cuando llega el frío». «No está llegando el frío a cultivos almerienses, pero tampoco a los europeos, y por tanto el volumen de producción es importante», remarcaba.

Para ello, la responsable de UPA-Almería pone varios ejemplos. «Producir un kilo de tomate cuesta 50 céntimos de media aproximadamente —depende de la variedad del tomate, el mes del año, etc.— mientras que, este mismo martes, el precio del kilo del tomate estaba en 40 céntimos. Y eso que ha subido algo con respecto a la pasada semana».

Un ejemplo muy parecido lo hallamos en el pimiento. «Producir un kilo de pimientos, también de forma general, le cuesta al agricultor unos 70 céntimos, pero esta mañana —martes— se están vendiendo a 40 céntimos el kilo». «Así, los cultivos son inviables», advierte Iglesias. «Muchos agricultores están dejando de recolectar sus productos para ahorrarse la mano de obra y ver si suben los precios. De hecho, esta mañana apenas había pimientos porque cuesta más cogerlo que venderlo», ha afirmado.

Por otro lado, desde UPA suman a las altas temperaturas otros factores que explican la caída de precios generalizada que se vive en el campo almeriense, como la «entrada masiva de productos países terceros» —especialmente Marruecos— o la entrada en vigor de la Ley de Cadena Alimentaria —aprobada por el Gobierno central hace aproximadamente un año—. «Nos la vendieron como algo milagroso, pero se está viendo que no sirve», según Francisca Iglesias.

A todo ello hay que sumar otro problema añadido para el campo almeriense estos últimos meses: los temporales padecidos desde septiembre en zonas eminentemente agrícolas de la provincia, como Adra o El Ejido. En ese sentido, caber recordar que sólo en suelo ejidense se malograron unas 130 hectáreas de cultivos, mientras que en Adra los daños agrícolas están valorados en unos tres millones de euros.