Amenazan de muerte a la esposa del candidato de Vox en Viator

Cuatro individuos interceptaron el vehículo de campaña en el que viajaba y la sacaron de él por la fuerza


Imagen de archivo.

ALMERÍA HOY / 23·05·2015

Encarnación Domenech, esposa del candidato de Vox a la Alcaldía de Viator, Enrique Medina, fue asaltada por cuatro individuos a primera hora de la tarde de este viernes, cuando se regresaba a la localidad desde el cercano municipio de Pechina.

Según consta en la denuncia presentada ante la Guardia Civil, a la que ha tenido acceso Almería Hoy, la joven circulaba en un monovolumen con carteles electorales de Vox, cuando otro vehículo, un Opel Corsa de color morado intenso, le cerró el paso obligándola a detenerse bajo un puente. En ese momento, cuatro varones de unos treinta años de edad bajaron del coche, abalanzándose sobre el suyo y sacándola de éste por un brazo. Una vez fuera, los cuatro la rodearon, encarándosele, insultándola y amenazándola con matarla y violarla para colgar el vídeo en Internet.

«Tú eres la mujer del facha que se presenta a alcalde de Viator»; «te vamos a follar por el culo y a subirlo a las redes sociales, zorra»; o «te vamos a cortar el cuello a ti y a los de tu partido», son sólo algunos de los gritos y amenazas que tuvo que soportar durante los más de diez minutos que estuvo retenida, y durante los que sufrió distintas humillaciones. Los asaltantes arrancaron los carteles electorales de su vehículo, y uno de ellos le acarició el pelo, mientras otro recorría su brazo con el dedo índice exclamando: «¡Qué curvitas!».

El ataque finalizó cuando, en un descuido, la joven volvió al interior del vehículo y abandonó el lugar a toda velocidad.

En declaraciones a esta redacción, Domenech ha explicado que es el único incidente que han sufrido durante la campaña. «He estado pegando carteles con mi marido en muchos lugares y nunca hemos tenido ningún problema, al contrario, la gente ha sido en general amable, o, por lo menos, respetuosa», ha asegurado.

«Tenía mucho miedo, naturalmente. Yo les decía que me dejasen en paz, que me dejasen irme; que sólo era publicidad de un partido, que eso no es ningún delito, pero ellos se reían y me gritaban a la cara», relata Encarnación, quien no pudo ver la matrícula del otro coche porque «estaba rodeada, no podía fijarme en ella sin que se notase, y tenía miedo de que si se daban cuenta me pegasen un puñetazo o algo peor».

Los hechos han sido denunciados en el cuartel de la Guardia Civil de Huércal de Almería.