El grupo, «altamente especializado» y «muy activo», preparaba los golpes valiéndose de la información que obtenía con empleos «tapadera» de fontanero y cerrajero
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Imagen de archivo |
EUROPA PRESS / 26·11·2014
La Audiencia Provincial de Almería acoge este miércoles el arranque de la vista oral contra los cinco integrantes de un clan con sede en el municipio de Vícar y acusado de perpetrar 46 asaltos a viviendas en las provincias de Almería, Málaga y Granada, en los que lograron un botín valorado en 123.261 euros.
El grupo, «altamente especializado» y «muy activo», fue desarticulado en febrero de 2013 en el marco de operación Azabache, desarrollada por la Policía Nacional, que se saldó con el arresto del matrimonio formado por G.S. y A.S., así como de la hija de ambos, C.I.M.; el marido de ésta, I.M.; y R.F.C., compañero sentimental de la otra hija, menor de edad.
En los registros realizados en los tres domicilios de Vícar que servían de base de operaciones y «cuartel general» al clan, se intervinieron gran cantidad de efectos procedentes de los robos, como relojes, videoconsolas, equipos informáticos, joyas y televisores, así como dinero en efectivo, escondido en los cajetines de registro de la luz, del agua e incluso, en el interior de los enchufes. En total, se recuperaron pertenencias valoradas en 27.897 euros.
Los acusados, que se enfrentan a penas que oscilan entre los once y los cinco años y medio de prisión, se sentarán en el banquillo de los acusados ante el tribunal de la Sección Tercera. El juicio se desarrollará en siete sesiones y está previsto que quedé visto para sentencia el día 11 de diciembre.
En su escrito de calificación, el Ministerio Público imputa a los cinco miembros de este núcleo familiar un delito de pertenencia a organización criminal, por el que interesa penas individuales de tres años y seis meses de cárcel.
«Ejecutores materiales»
A los tres hombres, considerados ejecutores materiales de los robos, se les acusa de un delito continuado de robo con fuerza en las cosas en casa habitada, por el que se solicitan penas de seis años y seis meses de prisión, y de siete años y seis meses.
En el caso de las dos mujeres, el escrito de calificación les atribuye la labor de recibir y vender los objetos robados, para, presuntamente, enviar el dinero su país de origen, Rumanía. El fiscal solicita, asimismo, que indemnicen conjunta y solidariamente con el importe de lo sustraído a las víctimas.
Según el fiscal, I.M., G.S., y R.F.C., este último reincidente, violentaron el acceso a un total de 46 viviendas desde diciembre de 2011 hasta el 13 de febrero de 2013, cuando fueron sorprendidos por los agentes cuando salían de un edificio ubicado en la calle Granada de la capital almeriense.
«Alta especialización»
El clan, que exhibía una «alta especialización» y «sofisticada jerarquía», habría organizado los asaltos —según apuntó la Policía Nacional— valiéndose de la información proporcionada por dos de sus integrantes, que mantenían los empleos «tapadera» de fontanero y cerrajero.
Una vez escogida la vivienda, accedían a ella —si era posible— mediante el método del resbalón, e incluso a través de los respiraderos, aunque en la mayor parte de los asaltos forzaron las puertas y verjas de acceso a las fincas, ocasionando daños por un valor superior a los 6.500 euros.
El Ministerio Público detalla que, si bien eran los hombres los que se encargaban de planear y ejecutar los robos, las mujeres colaboraban supuestamente en la recepción, ocultamiento, y venta de los objetos sustraídos, así como en el envío a Rumanía del dinero que obtenían con ellos.
Penas de 5 años y medio, y de 21 meses (Actualización 17:42 h)
Los cinco acusados han aceptado esta mañana penas de entre cinco años y seis meses, y 21 meses de cárcel tras reconocer los hechos.
Los tres varones de la familia, el patriarca y sus dos yernos, han aceptado la pena de un año de cárcel por el delito de pertenencia a banda criminal, mientras que las mujeres, la matriarca y una de sus hijas, han sido condenadas a seis meses de prisión, según han informado fuentes jurídicas.
Por el delito continuado de robo con fuerza en casa habitada, del que solo estaban acusados los hombres —considerados autores materiales de los asaltos—, uno de los yernos, R.F.C., compañero sentimental de una hija menor de edad del matrimonio, ha aceptado la pena de cuatro años y seis meses de cárcel, mientras que G.S. e I.M. han mostrado conformidad con sendas penas de cuatro años y tres meses de prisión.
El tribunal de la Sección Tercera condenará además a A.S. y C.I.M., imputadas también de un delito de receptación, a 15 meses de prisión.
El juicio, previsto inicialmente en varias sesiones que se prolongaban hasta diciembre, se ha resuelto con conformidad tras modificar el fiscal su escrito de acusación.
El grupo, «altamente especializado» y «muy activo», fue desarticulado en febrero de 2013 en el marco de operación Azabache, desarrollada por la Policía Nacional, que se saldó con el arresto del matrimonio formado por G.S. y A.S., así como de la hija de ambos, C.I.M.; el marido de ésta, I.M.; y R.F.C., compañero sentimental de la otra hija, menor de edad.
En los registros realizados en los tres domicilios de Vícar que servían de base de operaciones y «cuartel general» al clan, se intervinieron gran cantidad de efectos procedentes de los robos, como relojes, videoconsolas, equipos informáticos, joyas y televisores, así como dinero en efectivo, escondido en los cajetines de registro de la luz, del agua e incluso, en el interior de los enchufes. En total, se recuperaron pertenencias valoradas en 27.897 euros.
Los acusados, que se enfrentan a penas que oscilan entre los once y los cinco años y medio de prisión, se sentarán en el banquillo de los acusados ante el tribunal de la Sección Tercera. El juicio se desarrollará en siete sesiones y está previsto que quedé visto para sentencia el día 11 de diciembre.
En su escrito de calificación, el Ministerio Público imputa a los cinco miembros de este núcleo familiar un delito de pertenencia a organización criminal, por el que interesa penas individuales de tres años y seis meses de cárcel.
«Ejecutores materiales»
A los tres hombres, considerados ejecutores materiales de los robos, se les acusa de un delito continuado de robo con fuerza en las cosas en casa habitada, por el que se solicitan penas de seis años y seis meses de prisión, y de siete años y seis meses.
En el caso de las dos mujeres, el escrito de calificación les atribuye la labor de recibir y vender los objetos robados, para, presuntamente, enviar el dinero su país de origen, Rumanía. El fiscal solicita, asimismo, que indemnicen conjunta y solidariamente con el importe de lo sustraído a las víctimas.
Según el fiscal, I.M., G.S., y R.F.C., este último reincidente, violentaron el acceso a un total de 46 viviendas desde diciembre de 2011 hasta el 13 de febrero de 2013, cuando fueron sorprendidos por los agentes cuando salían de un edificio ubicado en la calle Granada de la capital almeriense.
«Alta especialización»
El clan, que exhibía una «alta especialización» y «sofisticada jerarquía», habría organizado los asaltos —según apuntó la Policía Nacional— valiéndose de la información proporcionada por dos de sus integrantes, que mantenían los empleos «tapadera» de fontanero y cerrajero.
Una vez escogida la vivienda, accedían a ella —si era posible— mediante el método del resbalón, e incluso a través de los respiraderos, aunque en la mayor parte de los asaltos forzaron las puertas y verjas de acceso a las fincas, ocasionando daños por un valor superior a los 6.500 euros.
El Ministerio Público detalla que, si bien eran los hombres los que se encargaban de planear y ejecutar los robos, las mujeres colaboraban supuestamente en la recepción, ocultamiento, y venta de los objetos sustraídos, así como en el envío a Rumanía del dinero que obtenían con ellos.
Penas de 5 años y medio, y de 21 meses (Actualización 17:42 h)
Los cinco acusados han aceptado esta mañana penas de entre cinco años y seis meses, y 21 meses de cárcel tras reconocer los hechos.
Los tres varones de la familia, el patriarca y sus dos yernos, han aceptado la pena de un año de cárcel por el delito de pertenencia a banda criminal, mientras que las mujeres, la matriarca y una de sus hijas, han sido condenadas a seis meses de prisión, según han informado fuentes jurídicas.
Por el delito continuado de robo con fuerza en casa habitada, del que solo estaban acusados los hombres —considerados autores materiales de los asaltos—, uno de los yernos, R.F.C., compañero sentimental de una hija menor de edad del matrimonio, ha aceptado la pena de cuatro años y seis meses de cárcel, mientras que G.S. e I.M. han mostrado conformidad con sendas penas de cuatro años y tres meses de prisión.
El tribunal de la Sección Tercera condenará además a A.S. y C.I.M., imputadas también de un delito de receptación, a 15 meses de prisión.
El juicio, previsto inicialmente en varias sesiones que se prolongaban hasta diciembre, se ha resuelto con conformidad tras modificar el fiscal su escrito de acusación.