Un paseo por la historia de la minería en Serón a través de las vías ferroviarias reconvertidas

Aficionados al cicloturismo se reúnen el próximo fin de semana en Serón para participar en la ruta BBT


Las denostadas estaciones se han reconvertido en negocios y espacios culturales
C. GARCÍA MELLADO / 2·10·2014

El próximo sábado 4 de octubre Serón plantea una alternativa al ocio y deporte al aire libre con la ruta BTT. La actividad, que recorrerá la Vía Verde del Almanzora en el tramo del Hierro, está recomendada para cualquier persona por su baja dificultad y corto recorrido, pues sólo tiene 11,8 km de longitud. La ruta discurre por el antiguo trazado del ferrocarril Guadix-Almendricos ahora en desuso. Actualmente está acondicionado como recorrido no motorizado para ser utilizado a pie, en bici o a caballo.

Esta vía verde constituye un medio atractivo y sostenible para que los usuarios disfruten del entorno natural de la Sierra de los Filabres. Es una manera de ocio activo, saludable y que pretende favorecer la recuperación del patrimonio histórico de la zona como son los vestigios que aún perduran de la minería de hierro.

A lo largo del trazado, el aficionado se encontrará 3 antiguos cargaderos de mineral así como las antiguas dependencias ferroviarias. Actualmente están rehabilitadas prestando otros servicios como son un centro de información, un restaurante, una sala de exposiciones y una tienda de alquiler de bicicletas. La vía verde ofrece además de la posibilidad de caminar, pedalear o montar a caballo actividades educativas, artísticas y medioambientales.

Estaciones de la memoria
La línea de ferrocarril que atravesaba el término municipal de Serón fue inaugurada en el año 1894. A pesar de que la minería en el Valle del Almanzora no se había desarrollado en el momento del nacimiento del ferrocarril y, más aún, ni siquiera se tenía constancia de la riqueza de los yacimientos, parece claro que uno de los mayores intereses residía en la posibilidad de transporte de minerales.

A finales del siglo XIX comenzaron a explotarse los cotos mineros de hierro de la Sierra de los Filabres, en Serón y Bacares. Esto supuso para el ferrocarril un cambio radical, pues en poco tiempo pasó de ser una línea de carácter marcadamente local a convertirse en un activo ferrocarril esencialmente industrial, especializado en el transporte de mineral de hierro, siendo necesaria la ampliación llevada a cabo en la Estación de Serón y la construcción de los cargaderos de Los Canos, La Estación y del Tesorero.

Atrás quedan esos momentos, hoy la reconversión de las instalaciones y un cambio en el aprovechamiento de los recursos y del patrimonio es un hecho al alcance de todos.