Las bodegas almerienses se convierten en un atractivo más para reactivar el turismo no estacional

Almería cuenta con cinco Indicaciones Geográficas Protegidas (IGP) de vinos, una distinción de calidad que es el paso previo al de Denominación de Origen


Destaca la diversidad geográfica de los viñedos que se distribuyen por terrenos cercanos a la playa, a la sierra, incluso en el desierto
ALMERÍA HOY / 2·10·2014


La tradición vitivinícola de Almería ha logrado convertirla en una de las bodegas jóvenes más destacadas de Andalucía así como un emergente destino para turistas que quieren conocer más sobre las fiestas de la vendimia y sobre el proceso de elaboración del vino. El cultivo de la uva ha logrado crear en municipios como Ohanes, Laujar, Padules ó Terque toda una industria a su alrededor. Así, los vinos de la provincia atraen a miles de visitantes durante todo el año. Como especial atractivo, además de los exquisitos caldos y los parajes donde los viñedos se emplazan, también se pueden disfrutar en esta época del año, de las fiestas de la vendimia.

Cabe destacar que la provincia de Almería cuenta con cinco Indicaciones Geográficas Protegidas (IGP) de vinos, una distinción de calidad que es el paso previo al de Denominación de Origen, el más alto reconocimiento al que puede optar una bodega y que garantiza unas condiciones específicas y óptimas de los caldos de la tierra. Estas cinco IGP son Vino de la Tierra, Laujar-Alpujarra; Vino de la Tierra, Desierto de Almería; Vino de la Tierra, Sierras de Las Estancias y Los Filabres; Vino de la Tierra, Ribera del Andarax y Vino de la Tierra, Norte de Almería, que se ubica en la zona de los Vélez.

El sello de garantía otorgado a los caldos de la provincia ha sido un aspecto destacable para que siga aumentando el número de turistas que buscan entre las bodegas su próximo destino turístico,pero no es lo único que atrae al visitante. A ello se une el aspecto más festivo de cada municipio con la celebración de las fiestas de la vendimia. Un ejemplo de ello fue el evento que recientemente reunió en Alboloduy a miles de turistas y visitantes para disfrutar de la recogida de la uva temprana, la bendición de la uva, la «pisá» y la prueba del primer mosto.

Durante estas jornadas los visitantes pueden disfrutar de las arraigadas tradiciones que los municipios mantienen desde hace siglos y que han convertido a la provincia en una tierra de vinos muy variados, debido en parte a la diversidad geográfica de los viñedos, que pasa de la playa a la sierra, sin olvidar el desierto. «Todo ello hace que esta provincia sea un magnífico centro vinícola, tanto por sus caldos como por todas las actividades y posibilidades de ocio que giran en torno e ellos», detalla el delegado de Turismo Javier Aureliano García.

Enoturismo
Junto a la corriente más festiva de la vendimia, cabe destacar el creciente interés por el enoturismo en la provincia. Este modalidad se centra en potenciar y gestionar la riqueza vitivinícola de una determinada zona y a hacer llegar toda la esencia de las fincas y bodegas a los iniciados y profanos en este mundo. Junto al turismo gastronómico, cultural y de la salud, la vinoterapia es una novedad muy demandada.

En este sentido, las diferentes bodegas de la provincia ofrecen catas y recorridos a sus instalaciones. Las visitas guiadas son unas de las actividades más demandadas, aunque no las únicas, tanto por turistas nacionales como por extranjeros; y son varias las zonas que con más fuerza están despegando en este sector dentro de Almería.