La Junta anuncia la limpieza del Río Antas, al tiempo que vuelve a rechazar su encauzamiento

Tras años de reclamaciones, la Junta de Andalucía iniciará los trabajos de limpieza de la desembocadura del Río Antas, cuyo desbordamiento provocó la muerte de dos personas en septiembre de 2012


Vista aérea de la desembocadura y las urbanizaciones colindantes. Imagen: Google Earth

EUROPA PRESS - ALMERÍA HOY / 30·09·2014

Cuando se cumple el segundo aniversario de los trágicos acontecimientos del 28 de septiembre de 2012 -conocidos popularmente como riadas de San Wenceslao-, que costaron la vida a 2 vecinos de la localidad -de 4 personas en la comarca del Levante-, y tras décadas de reclamaciones por parte de los distintos equipos del Gobierno que han pasado por el consistorio veratense, así como de asociaciones de vecinos de Vera playa, la Junta de Andalucía a anunciado que comenzará los trabajos de limpieza de la desembocadura del Río Antas.

La actuación, anunciada ayer lunes, tendrá comienzo, según asegura el delegado de Agricultura, Pesca y Medioambiente, José Manuel Ortiz, hoy martes; y afectará a los 1.700 metros de cauce comprendidos entre el puente de la Carretera Vera-Garrucha y la desembocadura.

El delegado ha querido recordar los 200.000 gastados por la Junta en la limpieza de ese mismo tramo en octubre de 2012, semanas después de las riadas, si bien ha reconocido que estas actuaciones no garantizan la seguridad de los vecinos de Vera playa, y que la solución al problema pasa por el encauzamiento del río.

Pese a ello, y pese a que la Junta de Andalucía tiene transferidas las competencias sobre la cuenca hidrográfica -con la consiguiente asignación presupuestaria- desde octubre de 2004, Ortiz ha vuelto a negar su responsabilidad sobre la ejecución de las obras de encauzamiento, señalando, una vez más, al Gobierno central como administración competente.

Por su parte, el teniente de alcalde y concejal, Juan de la Cruz Belmonte, ha expresado su «satisfacción por la actuación de la Junta de Andalucía en un trabajo que debería estar realizado hace tiempo». «No obstante préstamos todo nuestro apoyo desde el ayuntamiento para que los trabajos lleguen a buen fin y sean efectivos», ha añadido.



Llueve sobre mojado


Hace al menos una década que las distintas corporaciones municipales de Vera vienen alertando sobre el riesgo existente, y reclamando una solución al desbordamiento periódico del Río Antas en su desembocadura, junto a la cual residen o veranean varios miles de personas.
Durante todo ese tiempo, el Ayuntamiento ha recibido únicamente respuestas dilatorias por parte de la Junta de Andalucía, que ha llegado incluso, en el caso concreto de la limpieza de la vegetación que emboza la desembocadura, a sostener que las competencias corresponden al municipio, puesto que a éste compete la recogida de residuos sólidos urbanos.

Por insólito que pueda parecer, no es la primera vez que la Junta convierte en basura de origen urbano la vegetación que crece en las ramblas andaluzas, a fin de eludir el ejercicio de sus competencias. Ya en octubre del año pasado, el delegado de Agricultura, Pesca y Medioambiente de Málaga, Jesús Carnero, respondió de ese modo a quienes demandaban una actuación urgente sobre los cauces de la provincia.
«La limpieza de los cauces de arroyos a su paso por las poblaciones es competencia de los respectivos ayuntamientos, de acuerdo con la Ley de Régimen Local», aseguró el delegado, pese a que en la citada ley tan solo se hace referencia, de modo genérico, a la obligación del municipio de gestionar los residuos sólidos urbanos.

Al igual que Ortiz, Carnero responsabilizó entonces de la situación al «Gobierno de Mariano Rajoy», en aquel caso, por sus «recortes presupuestarios». «Con estos recortes la Junta, aunque quiera, no puede ir más allá de lo que ya hace», pretextó el delegado.

Pero si insólitas resultan las explicaciones de los distintos delgados territoriales, no lo son menos los de la consejera de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, María Jesús Serrano Jiménez, quien, en una reciente comparecencia en el Parlamento andaluz, explicaba, con toda seriedad, que los ríos «pueden y deben desbordarse», y que «por ello nuestra mejor respuesta debe ser no encauzar».