La interna se disponía a recibir el alta de libertad
ALMERÍA HOY / 29·09·2025
El sindicato Tu Abandono Me Puede Matar (TAMPM) ha puesto de manifiesto la creciente tensión en las prisiones españolas al denunciar una grave agresión ocurrida el pasado viernes en el Centro Penitenciario de Almería, El Acebuche.
Según la denuncia sindical, una reclusa en estado de "gran agresividad" que se disponía a recibir el alta de libertad, atacó violentamente a dos trabajadores del centro. La agresión incluyó una patada en los testículos dirigida al jefe de servicios. Además, la interna propinó un cabezazo en el tórax a una funcionaria, causándole también una lesión en un dedo de la mano. La empleada tuvo que abandonar su puesto de trabajo para ser atendida de urgencia.
La interna tuvo que ser reducida con dificultad debido a la violencia de sus golpes y patadas.
REPUNTE DE VIOLENCIA Y FALTA DE MEDIOS
TAMPM utiliza este incidente en la cárcel de Almería como un ejemplo de una problemática que se extiende por todo el territorio nacional. El sindicato subraya que los funcionarios de prisiones se encuentran en un contexto de indefensión y escasos medios ante "internos cada vez más inadaptados".
Ante este panorama de violencia recurrente, el sindicato ha redoblado sus demandas al Ministerio del Interior. En concreto, TAMPM reivindica que los trabajadores penitenciarios sean reconocidos como agentes de la autoridad y que su labor sea considerada una profesión de riesgo. Este reconocimiento legal implicaría una mayor protección jurídica para los funcionarios y penas más severas para quienes los agreden.
La gravedad de la situación se refleja en las cifras: con esta, son ya más de 280 agresiones las registradas en las cárceles españolas en lo que va de año, según los datos aportados por la organización sindical.
La prisión de El Acebuche en Almería ejemplifica esta anomalía. Con cerca de 900 internos, los funcionarios alertan de que las agresiones van en aumento. El sindicato añade que la situación se agrava por la deficiencia de personal para cubrir los turnos, un problema que ya se notó especialmente durante el verano.
El sindicato reclama al Ministerio del Interior la adopción de medidas urgentes para garantizar la seguridad de la plantilla y frenar el incremento de la violencia dentro de los centros penitenciarios.
Según la denuncia sindical, una reclusa en estado de "gran agresividad" que se disponía a recibir el alta de libertad, atacó violentamente a dos trabajadores del centro. La agresión incluyó una patada en los testículos dirigida al jefe de servicios. Además, la interna propinó un cabezazo en el tórax a una funcionaria, causándole también una lesión en un dedo de la mano. La empleada tuvo que abandonar su puesto de trabajo para ser atendida de urgencia.
La interna tuvo que ser reducida con dificultad debido a la violencia de sus golpes y patadas.
REPUNTE DE VIOLENCIA Y FALTA DE MEDIOS
TAMPM utiliza este incidente en la cárcel de Almería como un ejemplo de una problemática que se extiende por todo el territorio nacional. El sindicato subraya que los funcionarios de prisiones se encuentran en un contexto de indefensión y escasos medios ante "internos cada vez más inadaptados".
Ante este panorama de violencia recurrente, el sindicato ha redoblado sus demandas al Ministerio del Interior. En concreto, TAMPM reivindica que los trabajadores penitenciarios sean reconocidos como agentes de la autoridad y que su labor sea considerada una profesión de riesgo. Este reconocimiento legal implicaría una mayor protección jurídica para los funcionarios y penas más severas para quienes los agreden.
La gravedad de la situación se refleja en las cifras: con esta, son ya más de 280 agresiones las registradas en las cárceles españolas en lo que va de año, según los datos aportados por la organización sindical.
La prisión de El Acebuche en Almería ejemplifica esta anomalía. Con cerca de 900 internos, los funcionarios alertan de que las agresiones van en aumento. El sindicato añade que la situación se agrava por la deficiencia de personal para cubrir los turnos, un problema que ya se notó especialmente durante el verano.
El sindicato reclama al Ministerio del Interior la adopción de medidas urgentes para garantizar la seguridad de la plantilla y frenar el incremento de la violencia dentro de los centros penitenciarios.
