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PASEO ABAJO/Juan Torrijos
Andan muy enfadados los del Psoe y Podemos por los premios, que con motivo del día internacional de la mujer trabajadora ha otorgado el Pp de Almería. No entienden que uno de ellos lleve el nombre de una mujer que trabaja en un colegio de chicas, y que está en el municipio de Vícar. El colegio discrimina, no es inclusivo, dicen. Yo entiendo que es un colegio de chicas, sólo eso, de chicas. Como si se lo dieran a la entrenadora de un equipo de fútbol femenino, ¿no tendría derecho porque sólo juegan chicas y no es inclusivo? No es libertad, hermosa libertad, el que a sus clases solo acudan chicas o chicos.
Se pasan todo el año las políticas diciendo que los hombres son unos machistas como Monedero y Errejón, lo mismo tenían que haberles dado los premios a ellos. ¿Serían unos premios más inclusivos? El que sea a una mujer que trabaja en un colegio de la provincia, en Vícar, no parece que deba tener mayor problema. ¿O tienen algo en contra de que el colegio esté en un municipio con alcalde socialista? Le pueden decir a Antonio Bonilla que lo cierre, que no es inclusivo.
Entremos en la festividad.
Entiendo que al ser ocho de marzo, día dedicado a la mujer, sería una estupidez por mi parte no escribir de algunas a las que quiero, otras a las que admiro, y una gran mayoría a las que respeto. En ese respeto me van a permitir, en aras a mi libertad, que saque a algunas de las que andan metidas en el mundo de la política, y que a veces no sabemos si de verdad están defendiendo a las mujeres, o están viviendo de ellas a través de chiringuitos montados en sus nombres, de leyes que no parecen que las beneficien, y de silencios clamorosos cuando son los hombres de sus grupos los que usan el abuso sexual con sus compañeras en sus puestos de trabajo.
Habrá manifestaciones en las capitales, y fiestas en los pueblos. Las manifestaciones ya nos las conocemos, las mismas caras y las pancartas que nos dividen. Y las silentes con sus machos alfas gritarán más que ninguna otra, en un intento de tapar sus vergonzantes silencios. Es de imaginar que no veremos en las distintas a Errejón o Monedero, pero estarán las mujeres que callan sus vilezas. Tampoco aparecerá Ábalos, pero algunas de sus compañeras, que lo han defendido durante años, gritarán contra lo que ha sido el comportamiento de éste y otros colegas de escaños.
Con todos los ejemplos que nos han venido dando los partidos en los últimos tiempos, ¿de verdad tendrán cara para salir hoy a dar la cara ante los ciudadanos y decir que lo hacen en defensa de la mujer? Saldrán. Y los malos volverán a ser los hombres que no militan en sus partidos, a los suyos todo se les perdona, incluso la prostitución pagada con dinero público.
En los pueblos no existe ese odio visceral que se percibe en las capitales, y que oiremos y veremos en las manifestaciones de hoy. En ellos se vivirá una fiesta de mujeres, sólo para ellas: comida, copa y karaoke, evento al que los hombres, miren ustedes por dónde, no son invitados, nunca me han dado explicaciones de por qué lo hacen. Es la libertad, y así la usan ellas. Si fuéramos ministros, nos buscaríamos una Jessica, le pagaríamos mil quinientos euros y nos iríamos de excursión. Supongo que les parecería bien, ¿o no? Como no lo somos, nos toca quedarnos en casa, o unirnos con otros de los hoy solitarios, y montarnos nuestro propio sarao alternativo.
Ante leyes, días y situaciones como las que estamos viviendo ¿se está buscando la unión o la división entre el hombre y a mujer? A veces da la impresión de que lo que se está buscando es la división de los sexos. Se supone que a alguien le debe interesar que nos llevemos mal, a ser posible, cada día peor.
Se pasan todo el año las políticas diciendo que los hombres son unos machistas como Monedero y Errejón, lo mismo tenían que haberles dado los premios a ellos. ¿Serían unos premios más inclusivos? El que sea a una mujer que trabaja en un colegio de la provincia, en Vícar, no parece que deba tener mayor problema. ¿O tienen algo en contra de que el colegio esté en un municipio con alcalde socialista? Le pueden decir a Antonio Bonilla que lo cierre, que no es inclusivo.
Entremos en la festividad.
Entiendo que al ser ocho de marzo, día dedicado a la mujer, sería una estupidez por mi parte no escribir de algunas a las que quiero, otras a las que admiro, y una gran mayoría a las que respeto. En ese respeto me van a permitir, en aras a mi libertad, que saque a algunas de las que andan metidas en el mundo de la política, y que a veces no sabemos si de verdad están defendiendo a las mujeres, o están viviendo de ellas a través de chiringuitos montados en sus nombres, de leyes que no parecen que las beneficien, y de silencios clamorosos cuando son los hombres de sus grupos los que usan el abuso sexual con sus compañeras en sus puestos de trabajo.
Habrá manifestaciones en las capitales, y fiestas en los pueblos. Las manifestaciones ya nos las conocemos, las mismas caras y las pancartas que nos dividen. Y las silentes con sus machos alfas gritarán más que ninguna otra, en un intento de tapar sus vergonzantes silencios. Es de imaginar que no veremos en las distintas a Errejón o Monedero, pero estarán las mujeres que callan sus vilezas. Tampoco aparecerá Ábalos, pero algunas de sus compañeras, que lo han defendido durante años, gritarán contra lo que ha sido el comportamiento de éste y otros colegas de escaños.
Con todos los ejemplos que nos han venido dando los partidos en los últimos tiempos, ¿de verdad tendrán cara para salir hoy a dar la cara ante los ciudadanos y decir que lo hacen en defensa de la mujer? Saldrán. Y los malos volverán a ser los hombres que no militan en sus partidos, a los suyos todo se les perdona, incluso la prostitución pagada con dinero público.
En los pueblos no existe ese odio visceral que se percibe en las capitales, y que oiremos y veremos en las manifestaciones de hoy. En ellos se vivirá una fiesta de mujeres, sólo para ellas: comida, copa y karaoke, evento al que los hombres, miren ustedes por dónde, no son invitados, nunca me han dado explicaciones de por qué lo hacen. Es la libertad, y así la usan ellas. Si fuéramos ministros, nos buscaríamos una Jessica, le pagaríamos mil quinientos euros y nos iríamos de excursión. Supongo que les parecería bien, ¿o no? Como no lo somos, nos toca quedarnos en casa, o unirnos con otros de los hoy solitarios, y montarnos nuestro propio sarao alternativo.
Ante leyes, días y situaciones como las que estamos viviendo ¿se está buscando la unión o la división entre el hombre y a mujer? A veces da la impresión de que lo que se está buscando es la división de los sexos. Se supone que a alguien le debe interesar que nos llevemos mal, a ser posible, cada día peor.