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PASEO ABAJO/Juan Torrijos
A nadie sorprendió que durante el pasado mes de agosto el alcalde de Carboneras, Salvador Hernández, tras ser nombrado con los votos de Amérigo y cía, le diera una patada en el trasero y largado a las oscuridades del averno político. Una vez que sabe que no se puede montar una nueva moción de censura, Salvador le ha enseñado la patita a su benefactor, José Luis. A freír espárragos, compañero de corporación, o habría que decir mejor: a montar carreras de caracoles con Felipe. Es un killer político este hombre.
Imagino a José Luis y Felipe, Amérigo y Cayuela, sentados en una mesa, unos caracoles a los que hacer correr, y de árbitro del partido Salvador Hernández. Ya les avisaron, cuidadin con el Salva, que este os afeita las barbas antes de que os deis cuenta. No sé si se dieron, pero no parece que fueran muy listos al fiarse del personaje, lo cierto es que a los dos les han sido rapadas y por el mismo barbero.
En estos días, Salvador Hernández (alcalde por la tontez política del Felipe, ¡ay Felipe de mi vida! el hombre de los mejores caracoles de Carboneras), daba muestra una vez más de su ingenio. Engañar a Felipe y José Luis se ha convertido para Salva en un deporte que domina a la perfección. Estaba gobernando con tres ediles del Psoe, y sin encomendarse a Dios ni al diablo, firma un decreto por el que nombra a tres concejales del Pp con cargos de responsabilidad en el ayuntamiento. Los partidos ponen el grito en el cielo. ¿Cómo es posible?, dicen en el Psoe que gobernemos con los hombres del Pp. Y anuncian que se van. ¿Pero se han ido? Salvador, ¿te han mandado la renuncia?
Los del Pp se ponen igual de guapos, y manifiestan que ni hartos de palomillas (aguardiente con limón mañanero), quieren gobernar junto a los del Psoe. Salva, las misma pregunta: ¿te han hecho llegar la renuncia? La solución para Salvador es que los del Psoe, sus grandes enemigos políticos en el pueblo se alejen del poder, y él se quede con las manos libres para manipular a los del Pp (algo simples, parecen), por lo que, y tras el fracaso del jefe de las carreras de los caracoles dentro del partido, nos podemos encontrar a la vuelta de unos años con Salvador mandando en el Pp. Eso nunca, oigo a alguien decir al leer esto. Se decía lo mismo sobre que el señor Hernández lograra que el Psoe lo hiciera alcalde, ¿y qué pasó? que lo hizo. Y se quitó al sobrino de Cristóbal cuando le dio la gana (creo que te equivocaste Cris con el benjamín), y ahora puede hacer lo mismo con los tres del Psoe restantes.
Es evidente que Salvador no tiene la cabeza solo para llevar boina, que a la hora de saber rapar a amigos y enemigos se ha convertido en todo un profesional, y lo hace sin inmutarse, a lo Pedro Sánchez. Solo quiere ser alcalde, y ahí lo tienen. Podrán decir que el ayuntamiento es un fracaso, y le importa un pimiento, como Sánchez cuando le acusa de los muertos de Valencia: esos son de Mazón, dice sin inmutarse, sin aceptar que pudo evitar parte de la desgracia, pero él, como Salvador, siguen sentados en el machito y con el poder en sus manos. Y ¿qué me dicen en Carboneras de Felipe y de José Luis?
Imagino a José Luis y Felipe, Amérigo y Cayuela, sentados en una mesa, unos caracoles a los que hacer correr, y de árbitro del partido Salvador Hernández. Ya les avisaron, cuidadin con el Salva, que este os afeita las barbas antes de que os deis cuenta. No sé si se dieron, pero no parece que fueran muy listos al fiarse del personaje, lo cierto es que a los dos les han sido rapadas y por el mismo barbero.
En estos días, Salvador Hernández (alcalde por la tontez política del Felipe, ¡ay Felipe de mi vida! el hombre de los mejores caracoles de Carboneras), daba muestra una vez más de su ingenio. Engañar a Felipe y José Luis se ha convertido para Salva en un deporte que domina a la perfección. Estaba gobernando con tres ediles del Psoe, y sin encomendarse a Dios ni al diablo, firma un decreto por el que nombra a tres concejales del Pp con cargos de responsabilidad en el ayuntamiento. Los partidos ponen el grito en el cielo. ¿Cómo es posible?, dicen en el Psoe que gobernemos con los hombres del Pp. Y anuncian que se van. ¿Pero se han ido? Salvador, ¿te han mandado la renuncia?
Los del Pp se ponen igual de guapos, y manifiestan que ni hartos de palomillas (aguardiente con limón mañanero), quieren gobernar junto a los del Psoe. Salva, las misma pregunta: ¿te han hecho llegar la renuncia? La solución para Salvador es que los del Psoe, sus grandes enemigos políticos en el pueblo se alejen del poder, y él se quede con las manos libres para manipular a los del Pp (algo simples, parecen), por lo que, y tras el fracaso del jefe de las carreras de los caracoles dentro del partido, nos podemos encontrar a la vuelta de unos años con Salvador mandando en el Pp. Eso nunca, oigo a alguien decir al leer esto. Se decía lo mismo sobre que el señor Hernández lograra que el Psoe lo hiciera alcalde, ¿y qué pasó? que lo hizo. Y se quitó al sobrino de Cristóbal cuando le dio la gana (creo que te equivocaste Cris con el benjamín), y ahora puede hacer lo mismo con los tres del Psoe restantes.
Es evidente que Salvador no tiene la cabeza solo para llevar boina, que a la hora de saber rapar a amigos y enemigos se ha convertido en todo un profesional, y lo hace sin inmutarse, a lo Pedro Sánchez. Solo quiere ser alcalde, y ahí lo tienen. Podrán decir que el ayuntamiento es un fracaso, y le importa un pimiento, como Sánchez cuando le acusa de los muertos de Valencia: esos son de Mazón, dice sin inmutarse, sin aceptar que pudo evitar parte de la desgracia, pero él, como Salvador, siguen sentados en el machito y con el poder en sus manos. Y ¿qué me dicen en Carboneras de Felipe y de José Luis?