¿Dónde pernoctan los que se bañan en las playas de Cabo de Gata?


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PASEO ABAJO/Juan Torrijos

José Fco. Garrido, es un optimista alcalde de Níjar. Es de resaltar, y creo que hasta de agradecer, que existan políticos optimistas, que vean el vaso medio lleno, y no medio vacío. Oyes hablar a José Fco, alcalde del pueblo de Níjar, y empiezas a pensar que estás en un mundo al que todavía se le puede dar sentido. Luego te das una vuelta por esos entornos que son los que de verdad mandan, y ves que la ilusión y el optimismo del alcalde nijareño se puede dar contra ese muro levantado entre la población, sus dirigentes y los poderosos lobbies que mandan sobre la tierra.

En las manos del alcalde Garrido tiene, como antes lo tuvieron otros, el mayor municipio, y al mismo tiempo el segundo más pobre de la provincia. El más cantado y venerado desde hace años por poetas de los cuatro puntos cardinales, no hay otro más defendido y que haya levantado más polvareda cada vez que se ha querido mover una piedra de sus suelos. El sueño de julio y agosto de muchos visitantes de Madrid, vive el resto del año con la ilusión de que sus hijos puedan encontrar en sus tierras el futuro prometido por cada uno de los políticos que llega al poder, pero estos se van con las manos vacías, las alas cortadas, las ilusiones derrotadas y el optimismo borrado de su cara y de su palabra.

José Francisco es hombre dedicado al turismo y la restauración. Conoce el negocio, sabe la forma y manera de sacar adelante el pueblo que le ha tocado dirigir. No creo que nadie le pueda dar un consejo, que nadie le pueda explicar lo que es el mercado del turismo y lo que necesita ofrecer Níjar para lograr algo que él desea, y con él todos los que se dedican al mismo, que la estacionalidad del mercado se pierda, que los pies de los turistas pisen todos los días las tierras de Níjar, paseen por sus calas, disfruten de sus acantilados y hasta de su vientos, cuando estos llegan.

Garrido quiere que lleguen turistas a Níjar durante los 365 días del año. Y es un deseo lógico en todo dirigente político. En ese optimismo suyo que va desgranado en sus primeros días de alcalde, ¿ha puesto número a los turistas que puede acoger su municipio? Es el gran drama de Níjar. Vienen los visitantes en julio y agosto a disfrutar de sus calas y sus playas vírgenes, pero a la hora de pernoctar tienen que buscar otros municipios para hacerlo. Y no creo que un hotel más de 30 habitaciones, a levantar en su término, venga a solucionar el problema de su municipio. Eso, si los lobbies que mandan en el Parque dejan que al final esas treinta habitaciones sean una realidad. ¿O tendremos con el tiempo otro pequeño Algarrobico?

En una zona donde no se permite ni la plantación de un olivo, ahora que el aceite está por las nubes para el ciudadano, veo el optimismo del alcalde nijareño como un gran sueño en una noche de agosto, a la luz de la luna enamorada en los Escullos. El despertar será duro, señor alcalde, si el Moreno Bonilla de su partido en Sevilla sigue en su burbuja.