El Tribunal les ha impuesto entre 3 y 4 años de cárcel
ALMERÍA HOY / 29·10·2023
La Audiencia Provincial de Almería ha condenado a penas de tres a cuatro años de prisión a tres hombres acusados de participar en el secuestro de otro, al que retuvieron durante varias horas tras trasladarlo en coche fuera de la capital almeriense, después de haber perdido unos 29.000 euros en el marco de una operación de compraventa de droga.
La sentencia, contra la que cabe recurso de apelación y que absuelve a un cuarto acusado, diferencia distintos niveles de participación entre los acusados, para los que la Fiscalía pedía un total de siete años y medio de prisión, según consta en la resolución, consultada por Europa Press.
En este sentido, señala como "verdaderos brazos ejecutores del secuestro" a dos de los acusados, a los que impone cuatro años de prisión, al entender que fueron quienes efectuaron "actos de intimidación más graves", como pedirse uno a otro que cogiera "una pistola" o trasladar a la víctima que era "el único secuestrado al que no han cortado algo".
En relación al tercer condenado, el tribunal de la Sección Tercera impone la pena mínima por el delito de detención ilegal al tener en cuenta que, con sus acciones hacia la persona secuestrada, evitó "mayores sufrimientos".
Los hechos tuvieron lugar sobre las 20,45 horas del 23 de septiembre de 2020 cuando la víctima fue citada por uno de los tres acusados en la explanada del Estado de los Juegos del Mediterráneo. Cuando llegó, la persona que le telefoneó junto con los otros dos acusados se bajaron del coche, y tras una "conversación tensa", lo introdujeron "a la fuerza" en el mismo. La víctima que "no puso resistencia ante las presiones" de sus secuestradores, se subió "por el miedo que tenía" al vehículo, con el que fue conducido hasta Fines. Durante el trayecto, a modo intimidatorio, los acusados le amenazaron con no dejarlo libre hasta que no apareciera el dinero sustraído, del que le responsabilizaban, según recoge el fallo dictado el pasado 21 de julio.
Fue a la mañana siguiente cuando por consejo del suegro de uno de los acusados, estos decidieron ponerlo en libertad, si bien durante el viaje de vuelta a Almería fueron interceptados sobre las 14,15 horas por agentes de la Policía Nacional en Viator.
Para dictar sentencia, el tribunal tuvo en cuenta tanto la declaración del afectado como el de otra persona que lo acompañaba en el momento de los hechos, quien denunció el secuestro tras ver como las tres personas metían "en contra de su voluntad" a su compañero, al que responsabilizaban de la pérdida del dinero. Asimismo, aseguró oirles decir "tienes que venir con nosotros, sí o sí", toda vez que lo agarraban para introducirlo en el coche.
Por su parte, la víctima, a la que el tribunal otorga "absoluta credibilidad" al mantener una misma versión "contundente" de los hechos, aseguró que entró en el coche "obligado" y que "no se revolvió porque lo podían matar, que iba 'cagao'", ya que, según le habían repetido, "no lo dejarían ir sino les entregaba los 29.000 euros" que los acusados entendían que habían perdido por su culpa. El hombre aseguró que no intentó escapar "por miedo a su vida y a la de su familia".
De otro lado, las manifestaciones de los tres acusados en las que indicaban que la víctima subió al coche "de forma voluntaria" carecen de sentido para el tribunal, ya que la versión además del suegro de uno de ellos, que "los convenció para que lo pusieran en libertad", invalida su defensa.
La sentencia, contra la que cabe recurso de apelación y que absuelve a un cuarto acusado, diferencia distintos niveles de participación entre los acusados, para los que la Fiscalía pedía un total de siete años y medio de prisión, según consta en la resolución, consultada por Europa Press.
En este sentido, señala como "verdaderos brazos ejecutores del secuestro" a dos de los acusados, a los que impone cuatro años de prisión, al entender que fueron quienes efectuaron "actos de intimidación más graves", como pedirse uno a otro que cogiera "una pistola" o trasladar a la víctima que era "el único secuestrado al que no han cortado algo".
En relación al tercer condenado, el tribunal de la Sección Tercera impone la pena mínima por el delito de detención ilegal al tener en cuenta que, con sus acciones hacia la persona secuestrada, evitó "mayores sufrimientos".
Los hechos tuvieron lugar sobre las 20,45 horas del 23 de septiembre de 2020 cuando la víctima fue citada por uno de los tres acusados en la explanada del Estado de los Juegos del Mediterráneo. Cuando llegó, la persona que le telefoneó junto con los otros dos acusados se bajaron del coche, y tras una "conversación tensa", lo introdujeron "a la fuerza" en el mismo. La víctima que "no puso resistencia ante las presiones" de sus secuestradores, se subió "por el miedo que tenía" al vehículo, con el que fue conducido hasta Fines. Durante el trayecto, a modo intimidatorio, los acusados le amenazaron con no dejarlo libre hasta que no apareciera el dinero sustraído, del que le responsabilizaban, según recoge el fallo dictado el pasado 21 de julio.
Fue a la mañana siguiente cuando por consejo del suegro de uno de los acusados, estos decidieron ponerlo en libertad, si bien durante el viaje de vuelta a Almería fueron interceptados sobre las 14,15 horas por agentes de la Policía Nacional en Viator.
Para dictar sentencia, el tribunal tuvo en cuenta tanto la declaración del afectado como el de otra persona que lo acompañaba en el momento de los hechos, quien denunció el secuestro tras ver como las tres personas metían "en contra de su voluntad" a su compañero, al que responsabilizaban de la pérdida del dinero. Asimismo, aseguró oirles decir "tienes que venir con nosotros, sí o sí", toda vez que lo agarraban para introducirlo en el coche.
Por su parte, la víctima, a la que el tribunal otorga "absoluta credibilidad" al mantener una misma versión "contundente" de los hechos, aseguró que entró en el coche "obligado" y que "no se revolvió porque lo podían matar, que iba 'cagao'", ya que, según le habían repetido, "no lo dejarían ir sino les entregaba los 29.000 euros" que los acusados entendían que habían perdido por su culpa. El hombre aseguró que no intentó escapar "por miedo a su vida y a la de su familia".
De otro lado, las manifestaciones de los tres acusados en las que indicaban que la víctima subió al coche "de forma voluntaria" carecen de sentido para el tribunal, ya que la versión además del suegro de uno de ellos, que "los convenció para que lo pusieran en libertad", invalida su defensa.