 |
| .. |
PASEO ABAJO/Juan Torrijos
Los actuales ayuntamientos lo mismo te llevan gratis de excursión, que te dan una comilona,
un taller para decirte como tienes que masturbarte o pintarte el toto, o como freirle un par de
huevos al vecino del quinto, o del cuarto. Qué no harán los ediles por atraerse el cariño de los
vecinos, y tras el amor los votos cuando llegue el momento, que es lo que de verdad les
interesa. Así vemos como los ayunta están más empeñados en solucionar algunos de los
problemas de los vecinos, que no está mal que lo hagan por aquello de la felicidad del
ciudadano, pero dejando sus verdaderas responsabilidades algo olvidadas.
Los partidos llamados de la izquierda extrema, han solicitado que se cierre la escuela taurina que se paga con los impuestos municipales de Almería. Si así lo decide en su momento el ayuntamiento, supongo que, tras su paso por el no demasiado bonito salón de plenos, no me opondré a ello. Nada tengo a favor o en contra de la susodicha, pero no creo que sea responsabilidad de un consistorio municipal pagar con el dinero de todos una escuela taurina.
Claro que tampoco debería pagar una escuela de Golf, lo hace, y nadie dice nada de ella. Los chicos de la izquierda extrema, que no van a los cosos a ver corridas toros, no les deben gustar los toros (aunque supongo que a un estofado de rabo tipo cordobés no le pondrán pega alguna), que solo torean de salón dentro de sus partidos para alzarse con el escaño que algún día le lleve al poder, como hacen los militantes en los demás partidos, nos podrían explicar si es que son amantes y practicantes del golf, van a las oportunas clases y por eso no piden que se cierre también la escuela de ese afamado y elitista deporte. Lo mismo, y sería comprensible, es que, tras la compra de casoplones con jardines, han pasado del juego de la pobre petanca al exclusivo golf de los grandes prados verdes, aunque no tengamos agua para regar las cosechas. Cosa comprensible, y entendible, tras los adelantos económicos que se vienen viviendo entre los políticos de unos y otros partidos.
Hace años hubo una fuerte discusión por los cambios y posible cierre de una guardería municipal en el Alquián. Recuerdo las manifestaciones con “Pepillo el barbero” al frente de alguna de ellas. De la Chanca a Alquián para protestar por el cierre de una guardería. Me sigo preguntando qué llevó al Pepillo de la Chanca a protestar por una guardería en El Alquián. Se levantaron voces que sostenían que el ayuntamiento no tenía que sufragar una guardería, que ello era responsabilidad del gobierno autonómico, o en su defecto del central.
No recuerdo muy bien cómo quedó la historia, hace tantos años, pero ya entonces se hablaba de las competencias de los ayuntamientos, asumiendo algunas que no les correspondían, cuando había otras administraciones que escurrían el bulto, mientras se dejaba algunas de las suyas sin hacer. Estamos en las mismas, con las lógicas diferencias en las cuestiones tratadas, que las hay, pero siempre con la perspectiva de que un ayuntamiento tiene unas responsabilidades que no puede desdeñar, aceptando otras que no son suyas.
Si quieren cerrar la escuela taurina y lo aprueban, que lo hagan, y la del golf, y si hay alguna otra pagada por el consistorio, también, y miren con lupa todas las subvenciones que dan a distintas organizaciones solo para conseguir el voto en las elecciones. Y con ese dinero, una ciudad limpia, una ciudad segura, una ciudad de la que sientan orgullos los ciudadanos que la pisan y la viven todos los días. Que ya está bien de pagar a chupópteros con el dinero de los vecinos.
Los partidos llamados de la izquierda extrema, han solicitado que se cierre la escuela taurina que se paga con los impuestos municipales de Almería. Si así lo decide en su momento el ayuntamiento, supongo que, tras su paso por el no demasiado bonito salón de plenos, no me opondré a ello. Nada tengo a favor o en contra de la susodicha, pero no creo que sea responsabilidad de un consistorio municipal pagar con el dinero de todos una escuela taurina.
Claro que tampoco debería pagar una escuela de Golf, lo hace, y nadie dice nada de ella. Los chicos de la izquierda extrema, que no van a los cosos a ver corridas toros, no les deben gustar los toros (aunque supongo que a un estofado de rabo tipo cordobés no le pondrán pega alguna), que solo torean de salón dentro de sus partidos para alzarse con el escaño que algún día le lleve al poder, como hacen los militantes en los demás partidos, nos podrían explicar si es que son amantes y practicantes del golf, van a las oportunas clases y por eso no piden que se cierre también la escuela de ese afamado y elitista deporte. Lo mismo, y sería comprensible, es que, tras la compra de casoplones con jardines, han pasado del juego de la pobre petanca al exclusivo golf de los grandes prados verdes, aunque no tengamos agua para regar las cosechas. Cosa comprensible, y entendible, tras los adelantos económicos que se vienen viviendo entre los políticos de unos y otros partidos.
Hace años hubo una fuerte discusión por los cambios y posible cierre de una guardería municipal en el Alquián. Recuerdo las manifestaciones con “Pepillo el barbero” al frente de alguna de ellas. De la Chanca a Alquián para protestar por el cierre de una guardería. Me sigo preguntando qué llevó al Pepillo de la Chanca a protestar por una guardería en El Alquián. Se levantaron voces que sostenían que el ayuntamiento no tenía que sufragar una guardería, que ello era responsabilidad del gobierno autonómico, o en su defecto del central.
No recuerdo muy bien cómo quedó la historia, hace tantos años, pero ya entonces se hablaba de las competencias de los ayuntamientos, asumiendo algunas que no les correspondían, cuando había otras administraciones que escurrían el bulto, mientras se dejaba algunas de las suyas sin hacer. Estamos en las mismas, con las lógicas diferencias en las cuestiones tratadas, que las hay, pero siempre con la perspectiva de que un ayuntamiento tiene unas responsabilidades que no puede desdeñar, aceptando otras que no son suyas.
Si quieren cerrar la escuela taurina y lo aprueban, que lo hagan, y la del golf, y si hay alguna otra pagada por el consistorio, también, y miren con lupa todas las subvenciones que dan a distintas organizaciones solo para conseguir el voto en las elecciones. Y con ese dinero, una ciudad limpia, una ciudad segura, una ciudad de la que sientan orgullos los ciudadanos que la pisan y la viven todos los días. Que ya está bien de pagar a chupópteros con el dinero de los vecinos.
