De Poniente a Levante, una oleada de embarcaciones en los dos últimos días han llegado distintos lugares
ALMERÍA HOY / 08·05·2021
LLevan el buen tiempo y las mafias de la inmigración vuelven a la carga. Con solo la Guardia Civil, con escasos medios humanos y materiales, es imposible taponar una oleada de pateras como la que se produjo ayer en las costas de la provincia de Almería. Llegaron 38 en solo un día, y repartidas por todo el litoral, de Poniente a Levante. Imposible de responder de manera proporcional a semenjante desproporción. No es la primera vez que la Guardia Civil, a través de la AUGC (Asociación Unificada de Guardias Civiles), ha denunciado la situación de impotencia ante la forma de actuar de las mafias. Entran al mismo tiempo un número importante de pateras repartidas por el litoral, de manera que se hace imposible taponar semejante oleada. Han pedido más medios humanos y materiales, pero -hasta hoy- desde la Subdelegación no se les atiende, ni tan siquiera para mantener una reunión en la que expresar la situación en la que se encuentran.
Los inmigrantes llegan a la costa almeriense, en la mayoría de los casos, sin ningún tipo de control. Las pateras que son intereceptadas, los inmigrantes son trasladados a los cuarteles significados para llevar a cabo la función de identificación. El procedimiento establece una segunda identificación en Extranjería. Son trasladados, los que antes no se han escapado del Cuartel, para una nueva identificación. Proceso administrativo engorroso y que además evidencia los fallos del protocolo que se sigue habitualmente sin que nadie ponga remedio. El convenio entre España y Marruecos permite la devolución, pero con otros países es imposible. 72 horas depués de llegar, muchos sin identidad alguna, salen en libertad y el trabajo de las mafias continúa en tierra. Con el paso de los días suelen acabar desplazados, muchos de ellos, en Cataluña donde se instalan o saltan de ahí al resto de Europa. Es un drama humano, pero también un problema mayúsculo para España y Europa, máxime en tiempos como los actuales con una pandemia y sin posibilidad de controlar todo cuanto llega.
La Subdelegación de Gobierno ha tomado por norma, desde hace un tiempo, no informar de esta situación, a pesar de encontrarnos inmersos en una pandemia, en estado de alerta 4 por terrorismo, y ser en general un motivo de preocupación social. El SIVE, sistema rádar de vigilancia, avisa de los avistamientos en oleadas pero la respuesta en tierra no es suficiente para tapar esta forma fácil de entrar en Europa para las mafias que, además, explotan y exponen las vidas de las personas que llegan a nuestras costas.
Los inmigrantes llegan a la costa almeriense, en la mayoría de los casos, sin ningún tipo de control. Las pateras que son intereceptadas, los inmigrantes son trasladados a los cuarteles significados para llevar a cabo la función de identificación. El procedimiento establece una segunda identificación en Extranjería. Son trasladados, los que antes no se han escapado del Cuartel, para una nueva identificación. Proceso administrativo engorroso y que además evidencia los fallos del protocolo que se sigue habitualmente sin que nadie ponga remedio. El convenio entre España y Marruecos permite la devolución, pero con otros países es imposible. 72 horas depués de llegar, muchos sin identidad alguna, salen en libertad y el trabajo de las mafias continúa en tierra. Con el paso de los días suelen acabar desplazados, muchos de ellos, en Cataluña donde se instalan o saltan de ahí al resto de Europa. Es un drama humano, pero también un problema mayúsculo para España y Europa, máxime en tiempos como los actuales con una pandemia y sin posibilidad de controlar todo cuanto llega.
La Subdelegación de Gobierno ha tomado por norma, desde hace un tiempo, no informar de esta situación, a pesar de encontrarnos inmersos en una pandemia, en estado de alerta 4 por terrorismo, y ser en general un motivo de preocupación social. El SIVE, sistema rádar de vigilancia, avisa de los avistamientos en oleadas pero la respuesta en tierra no es suficiente para tapar esta forma fácil de entrar en Europa para las mafias que, además, explotan y exponen las vidas de las personas que llegan a nuestras costas.