Catorce fugitivos arrestados en Almería en lo que va de año cuando intentaban huir de España




ALMERÍA HOY / 14·10·2018

Desde el pasado 1 de enero, han sido detenidos en suelo almeriense hasta 14 delincuentes extranjeros con órdenes de captura tratando de abandonar el país. La mayoría de ellos intentaban alcanzar el norte de África a través del Puerto de Almería, pero la Policía Nacional terminaba dando al traste con sus planes.

Señalar que estos criminales eran buscados por la justicia de sus respectivos países principalmente por delitos contra el patrimonio, narcotráfico y secuestro, entre otros ilícitos penales. Los fugitivos arrestados tenían en vigor ordenes europeas e internacionales de detención y entrega por las autoridades de Rumanía, Lituania, Marruecos, Bosnia Herzegovina, o Estonia.

En cuanto a los casos más llamativos, destacar la detención del fugitivo lituano en San Isidro (Níjar) el pasado mes de junio, un delincuente buscado por robar 200.000 euros y atar a su víctima a un árbol. Ya en agosto, la Policía arrestaba en el Puerto a un marroquí que intentaba llegar a su país tras asaltar una residencia de ancianos en Alemania.

Uno de las últimas detenciones de fugitivos en Almería se producía hace apenas cinco días. Agentes de la Policía Nacional en Almería daban con F.B. de 39 años de edad, al tener en vigor una Orden Europea de Detención y Entrega por las autoridades rumanas. Estaba siendo buscado desde el 25 de agosto de 2018 para cumplir casi nueve años de prisión por dos delitos de robo cometidos en su país. La detención se ha producido gracias al canal de cooperación policial internacional que, a nivel europeo, brinda la plataforma ENFAST -Red Europea de Equipos de Búsqueda Activa de Fugitivos.

Según queda acreditado en la Orden de Detención para Extradición del Ministerio de Justicia de Bucarest, el fugitivo, el 27 de febrero de 2014 se apoderó de un teléfono móvil golpeando en la cara varias veces con sus puños a su legítima propietaria. Posteriormente, el 27 de marzo de 2014 y también en Suceava-Rumanía-, el detenido roció spray de pimienta sobre la cara de un hombre, y acto seguido le propinó varios puñetazos con la finalidad de apoderarse unas gafas graduadas y un teléfono móvil. Por ambos hechos se le reclama el cumplimiento de una pena de prisión de 8 años y 239 días.