Regantes preocupados por la «politización» del agua en plena sequía

ASAJA lamenta la situación hidrológica «inquietante» y una politización que «pone en peligro el regadío para miles de hectáreas en Almería»




ALMERÍA HOY / 04·12·2017

ASAJA-Almería ha mostrado su preocupación ante la declaración de decretos de sequía y «sus consecuencias reales» en plena sequía que padece el campo andaluz en general, y almeriense en particular. Así, desde el colectivo agrícola afirman que el primer objetivo que se pretende con la declaración de sequía de una cuenca es asegurar los recursos hídricos. «Como norma básica de todos los planes está el limitar el uso de agua para regadíos, sobre todo en aquellos casos que el agua utilizada sea de buena calidad para el consumo humano, garantizar los caudales ecológicos y minimizar los efectos negativos sobre las actividades económicas que menos agua necesiten según lo establecido en la priorización de los usos incluidos en la legislación de aguas, en los planes hidrológicos, en las estrategias sectoriales y ordenación del territorio», explican.

«En la cuenca del Guadalquivir ya lo estamos notando y la situación de alerta decretada (P.E.S.) previa a la declaración de decreto de sequía limita a la mitad los riegos agrícolas para el actual año hidrológico, desde 1 de octubre 2017 hasta 30 septiembre de 2018, aunque hay prevista una revisión de las limitaciones durante este mes de diciembre. En Almería no se ha hecho esperar esta limitación, y aunque la provincia sólo representa el 0,40 de la superficie regable de la cuenca del Guadalquivir, en el noreste almeriense se han dejado de regar más de 14.000 hectáreas, a las que hay que sumar otras 5.000 procedentes del Tajo-Segura».

En ese sentido, desde ASAJA dicen que «es cierto que el creciente aumento de la temperatura y la ausencia de precipitaciones originada por el cambio climático es una realidad, pero no deja de ser menos cierto que si las administraciones autonómica y nacional hubiesen cumplido con sus compromisos de inversión, el impacto de la ausencia de lluvias sobre la población y sobre los sectores económicos sería menor. Por este motivo desde ASAJA pensamos que ya no hay margen y que hay que abandonar la confrontación política para acordar un calendario de inversiones que evite las restricciones, merme nuestro poder exportador y por tanto la pérdida de empleos».

«Hay que ser muy prudentes y es paradójico que haya quien a la vez que pide una dotación especial para el noreste almeriense desde el pantano de Negratín, independientemente de cuál sea su capacidad, a la vez pida sea incluida la cuenca del Guadalquivir en el Decreto de sequía que no sólo impediría esa aportación, sino que suprimiría el regadío de la comarca hasta estar restaurada la capacidad de embalse de toda la cuenca».

«La demagogia no puede imponerse a la realidad, la sociedad pide mayores inversiones hídricas y las administraciones nos garantizan pocas inversiones y bastantes restricciones para el regadío», afirma Francisco Vargas, presidente de ASAJA-Almería y vicepresidente de ASAJA-Andalucía. «No nos podemos conformar con unas migajas, no podemos pretender mantener al principal sector económico de Andalucía con prórrogas en los pagos a la seguridad social, rebajas fiscales cuando no hay producción por falta de inversiones hídricas, ayudas mínimis que no superan los 3.000 euros para agricultor que no podrá regar y producir o a una bajada del precio de un agua que no se dispone».