Dentro de las tareas de limpieza que está efectuando la Junta de Andalucía, se están retirando del cauce todo tipo de materiales que taponan el cauce
El delegado de Medio Ambiente en el río Adra. |
ALMERÍA HOY / 19·04·2017
El delegado de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, Antonio Martínez, ha visitado el progreso de la restauración ambiental que la Junta está realizando en el tramo final del río Adra, catalogado en el Plan de Gestión de Riesgos de Inundación, aprobado junto al nuevo Plan Hidrológico de la Cuenca Mediterránea Andaluza, como ‘Área de Riesgo Potencial Significativo de Inundación’.
Cabe recordar que esta es una demanda histórica del municipio, especialmente desde las últimas riadas por lluvias torrenciales.
Los trabajos iniciales se han centrado en la eliminación de residuos distribuidos de forma anárquica, pero continua, a lo largo del lecho fluvial y sobre ambos márgenes del cauce. Las labores han beneficiado ya al conjunto del subtramo objeto del proyecto, en los ocho kilómetros del río que discurren entre la junta de los ríos Grande y Chico de Berja, en el límite del termino municipal de Adra y la desembocadura en el Mediterráneo.
Los miles de toneladas de residuos extraídos para recuperar la capacidad de drenaje del río, evitando así los riesgos de derrame lateral por taponamiento, a la vez que restaurando los niveles de naturalidad propios de su declaración como Zona Especial de Conservación, son de muy diversa tipología y origen.
Resultan mayoritarios los de origen agrícola acumulados durante dos décadas —plásticos, alambres, postes, envases de fertilizantes, rafia y restos de cosecha—, ganadero —cadáveres de ganado caballar, caprino, ovino y porcino, restos de esquila de ovino, etc.—, de construcción —materiales de demolición, escombros de construcción, restos de limpieza de hormigoneras, etc.— y los residuos generados en entornos urbanos y domésticos —neumáticos, mobiliario deteriorado, electrodomésticos— y cientos de toneladas de bolsas de basura no separada arrojadas al cauce.
En todo el subtramo se han desarrollado intensos trabajos de poda y desbroce, con diferentes metodologías manuales y mecánicas, de las especies exóticas que proliferaban en el cauce —cañaveral, acacias, ricino, tabaco moro, etc.—, procediendo a su acopio, triturado y reintegración al Dominio Público Hidráulico del Río.
El volumen de residuos vegetales generados por estas operaciones supera ya las 9.600 toneladas, que se unen a las más de 6.000 toneladas de residuos recogidos y trasladados a planta de gestor autorizado. Unas cifras que permiten visibilizar los riesgos de taponamiento y derrame que soportaba el cauce del río Adra, condicionando tanto su comportamiento hidrogeomorfologico como la pervivencia de la vida natural al río asociada.
Los trabajos han dejado al descubierto las múltiples intervenciones sobre un cauce que desde hace 125 años esta siendo objeto de manejo —muros de defensa y encauzamiento, muros de gaviones, escolleras, cadenas transversales, vados de accesos al cauce, pequeñas infraestructuras para extraer las aguas superficiales...— que están siendo inventariadas y cuyos negativos efectos sobre la hidrogeomorfología del cauce deberán abordarse en un futuro.
Su integración en una Zona Especial de Conservación (ZEC Río Adra) ha resultado determinante de los trabajos de poda de la vegetación de ribera a los que sucederán los de refuerzo de galerías de ribera, que son del objeto prioritario del Plan de Gestión que regula las intervenciones en este espacio de la Red Natura 2000.
Colaboración del Gobierno Central
Sobre la prevención de avenidas por lluvias torrenciales, el delegado de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio ha insistido en que «la solución definitiva para evitar las posibles inundaciones sólo se alcanzará cuanto el Gobierno Central complemente estas obras de restauración hidrogeomorfologica y naturalización que esta ejecutando la Junta de Andalucía, con la financiación o ejecución de las obras de laminación y encauzamiento del río Adra, que tiene encomendadas por el vigente Plan Hidrológico 2015-2021».
La Junta recuerda, además, que esta es una reivindicación realizada también por el acuerdo de pleno del Ayuntamiento de Adra en apoyo de una moción del grupo Ciudadanos, y que los trabajos en curso van a disminuir de manera sobresaliente el gasto de la intervenciones a financiar por el Gobierno Central.
Por todo ello, ha llegado el momento y el Gobierno Central no puede eludir su responsabilidad y tiene que contribuir con la actuación que le compete a garantizar la ausencia de riesgos que la administración local, la autonómica y los ciudadanos le reclaman desde el inicio de siglo.
Cabe recordar que esta es una demanda histórica del municipio, especialmente desde las últimas riadas por lluvias torrenciales.
Los trabajos iniciales se han centrado en la eliminación de residuos distribuidos de forma anárquica, pero continua, a lo largo del lecho fluvial y sobre ambos márgenes del cauce. Las labores han beneficiado ya al conjunto del subtramo objeto del proyecto, en los ocho kilómetros del río que discurren entre la junta de los ríos Grande y Chico de Berja, en el límite del termino municipal de Adra y la desembocadura en el Mediterráneo.
Los miles de toneladas de residuos extraídos para recuperar la capacidad de drenaje del río, evitando así los riesgos de derrame lateral por taponamiento, a la vez que restaurando los niveles de naturalidad propios de su declaración como Zona Especial de Conservación, son de muy diversa tipología y origen.
Resultan mayoritarios los de origen agrícola acumulados durante dos décadas —plásticos, alambres, postes, envases de fertilizantes, rafia y restos de cosecha—, ganadero —cadáveres de ganado caballar, caprino, ovino y porcino, restos de esquila de ovino, etc.—, de construcción —materiales de demolición, escombros de construcción, restos de limpieza de hormigoneras, etc.— y los residuos generados en entornos urbanos y domésticos —neumáticos, mobiliario deteriorado, electrodomésticos— y cientos de toneladas de bolsas de basura no separada arrojadas al cauce.
En todo el subtramo se han desarrollado intensos trabajos de poda y desbroce, con diferentes metodologías manuales y mecánicas, de las especies exóticas que proliferaban en el cauce —cañaveral, acacias, ricino, tabaco moro, etc.—, procediendo a su acopio, triturado y reintegración al Dominio Público Hidráulico del Río.
El volumen de residuos vegetales generados por estas operaciones supera ya las 9.600 toneladas, que se unen a las más de 6.000 toneladas de residuos recogidos y trasladados a planta de gestor autorizado. Unas cifras que permiten visibilizar los riesgos de taponamiento y derrame que soportaba el cauce del río Adra, condicionando tanto su comportamiento hidrogeomorfologico como la pervivencia de la vida natural al río asociada.
Los trabajos han dejado al descubierto las múltiples intervenciones sobre un cauce que desde hace 125 años esta siendo objeto de manejo —muros de defensa y encauzamiento, muros de gaviones, escolleras, cadenas transversales, vados de accesos al cauce, pequeñas infraestructuras para extraer las aguas superficiales...— que están siendo inventariadas y cuyos negativos efectos sobre la hidrogeomorfología del cauce deberán abordarse en un futuro.
Su integración en una Zona Especial de Conservación (ZEC Río Adra) ha resultado determinante de los trabajos de poda de la vegetación de ribera a los que sucederán los de refuerzo de galerías de ribera, que son del objeto prioritario del Plan de Gestión que regula las intervenciones en este espacio de la Red Natura 2000.
Colaboración del Gobierno Central
Sobre la prevención de avenidas por lluvias torrenciales, el delegado de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio ha insistido en que «la solución definitiva para evitar las posibles inundaciones sólo se alcanzará cuanto el Gobierno Central complemente estas obras de restauración hidrogeomorfologica y naturalización que esta ejecutando la Junta de Andalucía, con la financiación o ejecución de las obras de laminación y encauzamiento del río Adra, que tiene encomendadas por el vigente Plan Hidrológico 2015-2021».
La Junta recuerda, además, que esta es una reivindicación realizada también por el acuerdo de pleno del Ayuntamiento de Adra en apoyo de una moción del grupo Ciudadanos, y que los trabajos en curso van a disminuir de manera sobresaliente el gasto de la intervenciones a financiar por el Gobierno Central.
Por todo ello, ha llegado el momento y el Gobierno Central no puede eludir su responsabilidad y tiene que contribuir con la actuación que le compete a garantizar la ausencia de riesgos que la administración local, la autonómica y los ciudadanos le reclaman desde el inicio de siglo.