CSIF también ha comprobado cómo los comedores están «al límite» en cuanto al número de alumnos, ya que en muchos de ellos «no hay espacio para que pase el carro de comida por los pasillos»
Imagen de archivo. |
ALMERÍA HOY / 16·03·2017
CSIF ha alertado de «la intención de la Junta de Andalucía de privatizar los servicios de comidas en los centros escolares para ceder su gestión a empresas de catering» al tiempo que denuncia «falta de personal, ante la negativa a cubrir las vacantes y las bajas por incapacidad temporal, y la precariedad que sufren éstos en dichos centros educativos».
Esta política que, según el presidente del Sector de Administración General de la Junta de Andalucía (AGJA) de CSIF-A, Enrique Álvarez de Toledo, está llevando a cabo la Junta de Andalucía, «está poniendo en riesgo el buen funcionamiento de los comedores por la baja calidad del catering, cuando los comedores son gestionados ya por algunas empresas privadas y el abandono que sufre este servicio por parte de la Administración».
Todo ello, asegura Álvarez de Toledo, «va en detrimento de la calidad de la comida que se sirve a los alumnos», además de «acabar con el carácter público del servicio de comedores». En este sentido, el presidente del Sector de AGJA de CSIF-A denuncia que ese abandono es «en muchas ocasiones deliberado para tener la excusa de privatizarlos».
A juicio del sindicato, una de las causas de ese abandono, además de la cesión de la elaboración y el servicio de comidas, es «la falta de personal» que ha podido constatar CSIF tras visitar los centros escolares de toda Andalucía. «La ratio de comensales por trabajador ha aumentado debido a la escasez de plantillas. La normativa andaluza establece que el personal de cocina tiene que estar formado por un ayudante por centro sumándole uno más por cada fracción de 90 comensales, algo que en la práctica no se cumple».
«Asimismo —precisa Álvarez de Toledo— el personal tiene que hacerse cargo del control de los alimentos y el agua, la elaboración de los menús, la recogida de muestras diarias, hacer el inventario o contactar con los proveedores, entre otras funciones asociadas al servicio de comedor. Estos mismos trabajadores de la Junta también tienen que doblar turnos ya que la capacidad de los comedores es menor a la de los comensales porque muchos alumnos de otros centros cercanos también acuden al servicio de comidas».
CSIF también ha comprobado cómo los comedores están «al límite» en cuanto al número de alumnos, ya que en muchos de ellos «no hay espacio para que pase el carro de comida por los pasillos». Por todo ello, Álvarez de Toledo se pregunta «cuánto tiempo va a esperar la Administración para cubrir las plazas necesarias», y recuerda que «en estos momentos estamos esperando el concurso de traslado del personal laboral por lo que se producirán cambios en las plantillas y, con ello, quedarán plazas vacantes dentro de este colectivo».
Esta política que, según el presidente del Sector de Administración General de la Junta de Andalucía (AGJA) de CSIF-A, Enrique Álvarez de Toledo, está llevando a cabo la Junta de Andalucía, «está poniendo en riesgo el buen funcionamiento de los comedores por la baja calidad del catering, cuando los comedores son gestionados ya por algunas empresas privadas y el abandono que sufre este servicio por parte de la Administración».
Todo ello, asegura Álvarez de Toledo, «va en detrimento de la calidad de la comida que se sirve a los alumnos», además de «acabar con el carácter público del servicio de comedores». En este sentido, el presidente del Sector de AGJA de CSIF-A denuncia que ese abandono es «en muchas ocasiones deliberado para tener la excusa de privatizarlos».
A juicio del sindicato, una de las causas de ese abandono, además de la cesión de la elaboración y el servicio de comidas, es «la falta de personal» que ha podido constatar CSIF tras visitar los centros escolares de toda Andalucía. «La ratio de comensales por trabajador ha aumentado debido a la escasez de plantillas. La normativa andaluza establece que el personal de cocina tiene que estar formado por un ayudante por centro sumándole uno más por cada fracción de 90 comensales, algo que en la práctica no se cumple».
«Asimismo —precisa Álvarez de Toledo— el personal tiene que hacerse cargo del control de los alimentos y el agua, la elaboración de los menús, la recogida de muestras diarias, hacer el inventario o contactar con los proveedores, entre otras funciones asociadas al servicio de comedor. Estos mismos trabajadores de la Junta también tienen que doblar turnos ya que la capacidad de los comedores es menor a la de los comensales porque muchos alumnos de otros centros cercanos también acuden al servicio de comidas».
CSIF también ha comprobado cómo los comedores están «al límite» en cuanto al número de alumnos, ya que en muchos de ellos «no hay espacio para que pase el carro de comida por los pasillos». Por todo ello, Álvarez de Toledo se pregunta «cuánto tiempo va a esperar la Administración para cubrir las plazas necesarias», y recuerda que «en estos momentos estamos esperando el concurso de traslado del personal laboral por lo que se producirán cambios en las plantillas y, con ello, quedarán plazas vacantes dentro de este colectivo».