Un agricultor saca de media 5 céntimos de beneficio por su producto, pero un supermercado obtiene 1,30 euros

Salvo el pepino 'Almería', todos los demás productos sí se están viendo afectados por la crisis de precios, en especial, el calabacín y la berenjena


Francisco Vargas explica por qué se producen esas diferencias de precios. // Pablo Requena

ALMERÍA HOY / 16·02·2017

ASAJA-Almería ha señalado este jueves a las empresas comercializadoras y distribuidoras de hortalizas como máximas responsables de las crisis de precios que se vienen produciendo en el sector, a las que acusa de moverse en unos márgenes de beneficios «desproporcionados», con variaciones desde el precio de origen que van desde los 40 céntimos de media que se paga al agricultor por su producto, a los 2,60 euros que abona el consumidor en el supermercado por ese mismo producto.

Cabe destacar que no hace ni dos días desde que otra patronal agrícola, COAG, presentara un escrito en la Subdelegación del Gobierno en Almería solicitando a la ministra de Agricultura una investigación para esclarecer el origen real del hundimiento de precios acaecido los últimos días.

Así, el presidente provincial de ASAJA-Almería, Francisco Vargas, ha explicado que salvo el pepino 'Almería', que es el único producto que se mantiene en un precio estable, todos los demás sí se están viendo afectados por la crisis de de precios, en especial, el calabacín y la berenjena. Por todo ello, ASAJA se reunirá con las OPFH de la provincia para estudiar futuras movilizaciones.


¿Cómo se establecen los precios?

Vargas ha contado, a grandes rasgos, cómo funciona el proceso de comercialización de las hortalizas. «La distribución que abastece a los supermercados llama a los lugares de origen para saber cómo va la producción para cada semana, y conocer si la predicción del volumen de esa producción es para subir o bajar. Una vez que se les ha pasado el volumen producción de cada empresa, se cierra el contrato semanal cada martes», ha dicho, apuntando que «si una plataforma se queda sin producto es porque esa plataforma no ha hecho bien su trabajo al no cerrar programas con las empresas locales».

Según Vargas, los proveedores, empresas de comercialización y cooperativas tienen la opción de aceptar o rechazar la oferta semanal de la plataforma. «Si no se acepta, la plataforma puede hacer una contraoferta pero, en condiciones de producción normales, las plataformas penalizan a los proveedores no pidiéndoles producto en semanas o meses, en función de lo que estime la plataforma. Es una fórmula que tienen para presionar al mercado en origen», ha señalado en lo que ha calificado como situación «idónea» para las grandes plataformas y supermercados. «Lo idóneo para ellos es que los agricultores reciban una media de 40 céntimos por su producto, con lo que al agricultor le queda un margen de beneficio de cinco céntimos de euro».

Sin embargo, el presidente de ASAJA subraya que el precio de salida del almacén es de 80 céntimos, que normalmente se divide en 30 céntimos para el manipulado y 40 céntimos para equilibrar pólizas y beneficios de los operadores locales. Así, llegamos con un precio a la plataforma de 1,10 euros, que en el supermercado será de unos 1,30 euros por el coste del transporte, y que el consumidor adquirirá en su supermercado por 2,60 euros, con lo que el margen del supermercado se sitúa en 1,30 euros.