Gracia Fernández ha indicado que el Gobierno andaluz no va depurar responsabilidades por los agujeros que se hicieron en los muros del Patio de Armas, para el montaje de un escenario
La delegada del Gobierno de la Junta en Almería, Gracia Fernández. | Imagen de archivo. |
EUROPA PRESS / 07·07·2016
La delegada del Gobierno de la Junta de Andalucía, Gracia Fernández, ha indicado este jueves que el ejecutivo «no va a plantear ninguna decisión ahora mismo» con respecto a la depuración de posibles responsabilidades derivadas de la veintena de taladros que se hicieron en los muros del Patio de Armas de La Alcazaba para el montaje de un escenario, y ha defendido, frente a las manifestaciones efectuadas por trabajadores del monumento, que se actuó «rápidamente».
Ante las voces que piden el cese del delegado territorial del ramo, Alfredo Valdivia, quien ha comparecido junto a ella en rueda de prensa, y la directora del conjunto monumental, María Luisa García, ha calificado los hechos como «un evento puntual» y ha insistido en que no se va a plantear «ninguna decisión ahora mismo» a la espera, tanto del resultado de esa información previa como de la decisión de la Fiscalía, a la que se ha remitido documentación sobre lo acaecido.
«No hay excusa ante estos hechos que lamentamos profundamente pero los taladros, fruto de la mala praxis de una empresa que no puede ensombrecer la actividad que genera La Alcazaba, fueron reparados inmediatamente», ha remarcado Fernández, quien ha revelado que el coste de la actuación fue de 150 euros, por debajo de los 400 euros en que se cifran los daños para que puedan ser considerados un delito contra el patrimonio.
Por otro lado, y ante las críticas vertidas desde el Ayuntamiento, la delegada del Gobierno andaluz en Almería ha apelado a la «cordura» para que el conjunto monumental, «referente de la provincia», no sea «arma arrojadiza» entre instituciones.
«¿Quién puede creer que la Junta mira para otro lado con el monumento?», se ha preguntado, al tiempo que ha reprochado al equipo de gobierno municipal de Almería que, junto a colectivos como 'Amigos de la Alcazaba', haya convertido a La Alcazaba en un elemento «de pim, pam, pum mediático» que, según ha remarcado, «nada tiene que ver con esos nuevos tiempos de lealtad y colaboración institucional de los que habla el alcalde, Ramón Fernández-Pacheco».
«Yo siempre voy a defender la lealtad política y la comunicación ética, por lo que me parece triste que no se pueda enviar un documento con total confianza a otra administración ante el temor de que sea usado en tu contra», ha dicho en referencia a la solicitud de permiso de obras en uno de los muros de La Alcazaba, actuación que se ha cuantificado en 26.000 euros y cuyo inicio ha condicionado la culminación de los trámites administrativos necesarios.
Fernández ha apuntado que mantiene convocada una tercera reunión con el Foro de La Alcazaba, en septiembre, para que se hagan aportaciones desde la colaboración «y no desde la confrontación», aunque ha revelado que, entre las propuestas y áreas de mejora que ya se han fijado en las dos anteriores reuniones, priman aquellas que tienen que ver con el entorno del monumento, como limpieza o accesos.
Ante las voces que piden el cese del delegado territorial del ramo, Alfredo Valdivia, quien ha comparecido junto a ella en rueda de prensa, y la directora del conjunto monumental, María Luisa García, ha calificado los hechos como «un evento puntual» y ha insistido en que no se va a plantear «ninguna decisión ahora mismo» a la espera, tanto del resultado de esa información previa como de la decisión de la Fiscalía, a la que se ha remitido documentación sobre lo acaecido.
«No hay excusa ante estos hechos que lamentamos profundamente pero los taladros, fruto de la mala praxis de una empresa que no puede ensombrecer la actividad que genera La Alcazaba, fueron reparados inmediatamente», ha remarcado Fernández, quien ha revelado que el coste de la actuación fue de 150 euros, por debajo de los 400 euros en que se cifran los daños para que puedan ser considerados un delito contra el patrimonio.
Por otro lado, y ante las críticas vertidas desde el Ayuntamiento, la delegada del Gobierno andaluz en Almería ha apelado a la «cordura» para que el conjunto monumental, «referente de la provincia», no sea «arma arrojadiza» entre instituciones.
«¿Quién puede creer que la Junta mira para otro lado con el monumento?», se ha preguntado, al tiempo que ha reprochado al equipo de gobierno municipal de Almería que, junto a colectivos como 'Amigos de la Alcazaba', haya convertido a La Alcazaba en un elemento «de pim, pam, pum mediático» que, según ha remarcado, «nada tiene que ver con esos nuevos tiempos de lealtad y colaboración institucional de los que habla el alcalde, Ramón Fernández-Pacheco».
«Yo siempre voy a defender la lealtad política y la comunicación ética, por lo que me parece triste que no se pueda enviar un documento con total confianza a otra administración ante el temor de que sea usado en tu contra», ha dicho en referencia a la solicitud de permiso de obras en uno de los muros de La Alcazaba, actuación que se ha cuantificado en 26.000 euros y cuyo inicio ha condicionado la culminación de los trámites administrativos necesarios.
Fernández ha apuntado que mantiene convocada una tercera reunión con el Foro de La Alcazaba, en septiembre, para que se hagan aportaciones desde la colaboración «y no desde la confrontación», aunque ha revelado que, entre las propuestas y áreas de mejora que ya se han fijado en las dos anteriores reuniones, priman aquellas que tienen que ver con el entorno del monumento, como limpieza o accesos.