La petición parte de la Apdhe, presentada en el proceso como acusación popular, y para la que la agresión se produjo debido a la orientación sexual de las víctimas
EUROPA PRESS / 27·04·2016
La Asociación Pro-Derechos Humanos de España (Apdhe) va a solicitar penas de seis años y seis meses, y de tres años de prisión para los dos hombres, yerno y suegro, a quienes acusa de agredir a un matrimonio gay que practicaba nudismo en la playa de Torregarcía de Almería.
El colectivo, que ejerce la acusación popular en la causa, considera que tanto J.E.M.V. como su suegro, F.M.G., actuaron «con ánimo discriminatorio, humillando y menospreciando a éstos en público, debido a la orientación sexual» de Ricardo de Frutos y de Luis de Frutos.
El escrito de acusación elevado al Juzgado de Instrucción 4, atribuye al primero de ellos la presunta comisión de dos delitos de lesiones, un delito contra la integridad moral y otro de odio, mientras que al segundo le imputa un supuesto delito de lesiones y otro de odio.
Cabe recordar La Fiscalía no ve tintes homófobos en el incidente registrado en junio de 2014, ni tampoco aprecia en la actitud del matrimonio, como sí apreció la juez, «exhibición obscena o libidinosa» que pudiera «perjudicar la formación psíquica» de los dos menores que estaban en la misma playa.
El Ministerio Público resolvió formular acusación, por un lado, contra J.E.M.V., padre de los dos menores, como autor de un presunto delito de lesiones, y por otro, contra su suegro y contra uno de los dos cónyuges de la pareja gay, Ricardo de Frutos, por sendas supuestas faltas de lesiones.
Por el delito pide siete meses de prisión, y el pago de 30 días de multa a razón de 12 euros al día por una falta de lesiones, además de interesar que indemnice a la pareja con la cuantía global de 360 euros. Por las faltas de lesiones solicita para cada uno de ellos el pago de 20 días con una cuota diaria de 12 euros.
Según recoge el escrito de acusación de Apdhe, que aplica al caso la agravante de motivos discriminatorios atendiendo a la orientación sexual, el 28 de junio de 2014, Ricardo Frutos y su pareja, Luis Guillermo, paseaban, practicando nudismo, por la playa de Torregarcía cuando, sobre las 13:30 horas F.M.G. y J.E.M.V, quienes se encontraban en la playa con algunos familiares, se les acercaron a fin de impedir presuntamente que continuaran paseando.
Entonces, supuestamente, F.M.G., «para lograr su propósito», comenzó a gritar «maricones de aquí no vais a pasar», «sois unos cerdos andando con todo fuera», a lo que Luis Guillermo habría respondido que la playa «era de todos» y que podían «andar desnudos».
Según la asociación, ambos acusados «continuaron profiriendo insultos con constantes referencias a su orientación sexual», tales como «maricones» o «cerdos asquerosos».
«En ese momento —añade— J.E.M.V. golpeó con el puño en la cara a Ricardo de Frutos, provocando que cayera al suelo y, mientras que se encontraba en el suelo, le profirió varias patadas. F.M.G., presenciando estos hechos, animaba a su yerno, diciendo "dale duro a ese maricón, cerdo"».
El relato de hechos de la acusación popular asegura que Luis Guillermo, al ver que agredían a su pareja, gritó «estás loco, no ves que es una persona mayor y enferma», a lo que J.E.M.V. respondió presuntamente: «cállate maricón, el próximo eres tú», lanzándose supuestamente hacia él y «golpeándole fuertemente en la cara, cayendo al suelo, y comenzando a sangrar». «Al ver que sangraba mucho, dejó de golpearlo», apuntilla.
«Daños psicológicos»
El escrito recoge que, como consecuencia del incidente, Ricardo de Frutos sufrió un hematoma en la cadera derecha que precisó cinco días de curación, además de «daños psicológicos relacionados con sentimientos de injusticia e impotencia, y sentimientos de discriminación por orientación sexual».
Así, aporta que el 28 de julio de 2014 el Servicio de Salud Mental del complejo hospitalario de Torrecárdenas en Almería le diagnosticó «reacción a estrés grave, pautándole medicación y tratamiento ansiolítico para el control de la ansiedad y del insomnio».
«Tras una ligera recuperación que motivó su alta médica en septiembre de 2014, el 26 de noviembre de 2014 constató el aumento de la clínica ansiosa, debido al malestar derivado de las reviviscencias del suceso. Este empeoramiento afectivo motivó el reajuste de la medicación, la cual estuvo tomando hasta mayo de 2015. A partir de esta fecha redujo la medicación a la toma de Diazepan», ahonda.
Por su parte, según indica, Luis Guillermo de Frutos sufrió erosiones y una herida inciso-contusa en la mejilla derecha que preciso puntos de sutura y también, daños psicológicos ya que, «a partir de junio de 2014, se inició el agravamiento de una distemia preexistente, que se manifestó mediante sintomatología ansioso-depresiva y fobias a espacios abiertos, precisándose refuerzo farmacológico con benzodiacepinas».
«Tras recuperar cierta estabilidad, en noviembre de 2014 empeoró su estado afectivo y ansioso, por lo que se le realizó nuevo reajuste terapéutico. En la revisión médica realizada, en junio de 2015, se constató nuevamente la ansiedad y se le realizó un nuevo reajuste terapéutico. A partir de esa fecha ha seguido bajo revisión psiquiátrica y, en la actualidad continúa bajo tratamiento», remarca para añadir que, desde el día de los hecho, ninguno de los dos ha vuelto a la playa de Almería «por el miedo y fobia al recordar el suceso».
Además de las penas privativas de libertad, la Apdhe interesa que se inhabilite a F.M.G. y a J.E.M.V. para profesión u oficio educativo., en el ámbito docente, deportivo y de tiempo libre, por un periodo superior a los tres años de prisión y que, en ambos casos, paguen sendas multas de seis meses a razón de tres euros al día. Al yerno le pide otra multa de tres meses a razón de 12 euros al día.
El colectivo, que ejerce la acusación popular en la causa, considera que tanto J.E.M.V. como su suegro, F.M.G., actuaron «con ánimo discriminatorio, humillando y menospreciando a éstos en público, debido a la orientación sexual» de Ricardo de Frutos y de Luis de Frutos.
El escrito de acusación elevado al Juzgado de Instrucción 4, atribuye al primero de ellos la presunta comisión de dos delitos de lesiones, un delito contra la integridad moral y otro de odio, mientras que al segundo le imputa un supuesto delito de lesiones y otro de odio.
Cabe recordar La Fiscalía no ve tintes homófobos en el incidente registrado en junio de 2014, ni tampoco aprecia en la actitud del matrimonio, como sí apreció la juez, «exhibición obscena o libidinosa» que pudiera «perjudicar la formación psíquica» de los dos menores que estaban en la misma playa.
El Ministerio Público resolvió formular acusación, por un lado, contra J.E.M.V., padre de los dos menores, como autor de un presunto delito de lesiones, y por otro, contra su suegro y contra uno de los dos cónyuges de la pareja gay, Ricardo de Frutos, por sendas supuestas faltas de lesiones.
Por el delito pide siete meses de prisión, y el pago de 30 días de multa a razón de 12 euros al día por una falta de lesiones, además de interesar que indemnice a la pareja con la cuantía global de 360 euros. Por las faltas de lesiones solicita para cada uno de ellos el pago de 20 días con una cuota diaria de 12 euros.
Según recoge el escrito de acusación de Apdhe, que aplica al caso la agravante de motivos discriminatorios atendiendo a la orientación sexual, el 28 de junio de 2014, Ricardo Frutos y su pareja, Luis Guillermo, paseaban, practicando nudismo, por la playa de Torregarcía cuando, sobre las 13:30 horas F.M.G. y J.E.M.V, quienes se encontraban en la playa con algunos familiares, se les acercaron a fin de impedir presuntamente que continuaran paseando.
Entonces, supuestamente, F.M.G., «para lograr su propósito», comenzó a gritar «maricones de aquí no vais a pasar», «sois unos cerdos andando con todo fuera», a lo que Luis Guillermo habría respondido que la playa «era de todos» y que podían «andar desnudos».
Según la asociación, ambos acusados «continuaron profiriendo insultos con constantes referencias a su orientación sexual», tales como «maricones» o «cerdos asquerosos».
«En ese momento —añade— J.E.M.V. golpeó con el puño en la cara a Ricardo de Frutos, provocando que cayera al suelo y, mientras que se encontraba en el suelo, le profirió varias patadas. F.M.G., presenciando estos hechos, animaba a su yerno, diciendo "dale duro a ese maricón, cerdo"».
El relato de hechos de la acusación popular asegura que Luis Guillermo, al ver que agredían a su pareja, gritó «estás loco, no ves que es una persona mayor y enferma», a lo que J.E.M.V. respondió presuntamente: «cállate maricón, el próximo eres tú», lanzándose supuestamente hacia él y «golpeándole fuertemente en la cara, cayendo al suelo, y comenzando a sangrar». «Al ver que sangraba mucho, dejó de golpearlo», apuntilla.
«Daños psicológicos»
El escrito recoge que, como consecuencia del incidente, Ricardo de Frutos sufrió un hematoma en la cadera derecha que precisó cinco días de curación, además de «daños psicológicos relacionados con sentimientos de injusticia e impotencia, y sentimientos de discriminación por orientación sexual».
Así, aporta que el 28 de julio de 2014 el Servicio de Salud Mental del complejo hospitalario de Torrecárdenas en Almería le diagnosticó «reacción a estrés grave, pautándole medicación y tratamiento ansiolítico para el control de la ansiedad y del insomnio».
«Tras una ligera recuperación que motivó su alta médica en septiembre de 2014, el 26 de noviembre de 2014 constató el aumento de la clínica ansiosa, debido al malestar derivado de las reviviscencias del suceso. Este empeoramiento afectivo motivó el reajuste de la medicación, la cual estuvo tomando hasta mayo de 2015. A partir de esta fecha redujo la medicación a la toma de Diazepan», ahonda.
Por su parte, según indica, Luis Guillermo de Frutos sufrió erosiones y una herida inciso-contusa en la mejilla derecha que preciso puntos de sutura y también, daños psicológicos ya que, «a partir de junio de 2014, se inició el agravamiento de una distemia preexistente, que se manifestó mediante sintomatología ansioso-depresiva y fobias a espacios abiertos, precisándose refuerzo farmacológico con benzodiacepinas».
«Tras recuperar cierta estabilidad, en noviembre de 2014 empeoró su estado afectivo y ansioso, por lo que se le realizó nuevo reajuste terapéutico. En la revisión médica realizada, en junio de 2015, se constató nuevamente la ansiedad y se le realizó un nuevo reajuste terapéutico. A partir de esa fecha ha seguido bajo revisión psiquiátrica y, en la actualidad continúa bajo tratamiento», remarca para añadir que, desde el día de los hecho, ninguno de los dos ha vuelto a la playa de Almería «por el miedo y fobia al recordar el suceso».
Además de las penas privativas de libertad, la Apdhe interesa que se inhabilite a F.M.G. y a J.E.M.V. para profesión u oficio educativo., en el ámbito docente, deportivo y de tiempo libre, por un periodo superior a los tres años de prisión y que, en ambos casos, paguen sendas multas de seis meses a razón de tres euros al día. Al yerno le pide otra multa de tres meses a razón de 12 euros al día.