El Consistorio ha tenido además que desmantelar el camino de El Calvario, único acceso a la chimenea de la fundición San Ramón
Trabajos de construcción del camino ahora desmantelado. | Google Earth. |
ALMERÍA HOY / 02·04·2016
El Ayuntamiento de Garrucha ha sido condenado al pago de unas costas de 38.000 euros en el proceso por la ocupación «ilegal» de una finca particular, la de El Calvario, en la que el anterior Gobierno municipal (PP) ordenó la construcción de un camino.
Según indica el Consistorio en una nota, la sentencia, que ya ha sido notificada y para cuyo pago ha sido consignado el dinero, impone asimismo el desmantelamiento de la vía y la restitución del entorno a su estado anterior.
En este sentido, el equipo de gobierno ha anunciado su intención de llegar a un acuerdo «de buena fe» con el propietario que permita acceder a la torre chimenea de la fundición San Ramón —conocida popularmente como El Calvario—, principal exponente del patrimonio industrial del municipio.
«Tenemos que entender que la acción de los propietarios no fue contra los garrucheros, sino contra la cacicada de un alcalde, que no era nadie para decidir ocupar unos terrenos y hacer un camino sin pedir permiso alguno. Ahora tratamos de arreglar la situación como lo hacen las personas, primero asumiendo la sentencia de un juez y después pidiendo disculpas e intentando llegar a un acuerdo, porque no podemos quedar sin acceso a la chimenea de El Calvario, que es una de las señas de identidad de nuestro pueblo», ha declarado la alcaldesa, María López (PSOE).
Construida a mediados del siglo XIX, la chimenea de la fundición San Ramón forma parte del conjunto patrimonial de industrias de transformación de mineral de plomo situadas en las estribaciones de Sierra Almagrera, constituyendo uno de los principales legados de la metalurgia en el Levante almeriense.
Según indica el Consistorio en una nota, la sentencia, que ya ha sido notificada y para cuyo pago ha sido consignado el dinero, impone asimismo el desmantelamiento de la vía y la restitución del entorno a su estado anterior.
En este sentido, el equipo de gobierno ha anunciado su intención de llegar a un acuerdo «de buena fe» con el propietario que permita acceder a la torre chimenea de la fundición San Ramón —conocida popularmente como El Calvario—, principal exponente del patrimonio industrial del municipio.
«Tenemos que entender que la acción de los propietarios no fue contra los garrucheros, sino contra la cacicada de un alcalde, que no era nadie para decidir ocupar unos terrenos y hacer un camino sin pedir permiso alguno. Ahora tratamos de arreglar la situación como lo hacen las personas, primero asumiendo la sentencia de un juez y después pidiendo disculpas e intentando llegar a un acuerdo, porque no podemos quedar sin acceso a la chimenea de El Calvario, que es una de las señas de identidad de nuestro pueblo», ha declarado la alcaldesa, María López (PSOE).
Construida a mediados del siglo XIX, la chimenea de la fundición San Ramón forma parte del conjunto patrimonial de industrias de transformación de mineral de plomo situadas en las estribaciones de Sierra Almagrera, constituyendo uno de los principales legados de la metalurgia en el Levante almeriense.