El fallo condena además al padre del menor a la privación de la patria potestad durante un periodo de cuatro años
EUROPA PRESS / 10·10·2015
El Juzgado de lo Penal número 1 de Almería ha condenado a dos años de prisión a un hombre de 44 años y nacionalidad siria, acusado de un delito de sustracción de menores después de que se negara, tras numerosos requerimientos, a entregar su hijo a su expareja, a la que le había sido concedida la custodia.
El fallo condena además al hombre a la privación de la patria potestad durante un periodo de cuatro años por esos hechos, si bien hasta el momento y pese a que la guardia del menor había quedado atribuida a la madre, la patria potestad era compartida entre ambos progenitores.
Según recoge la sentencia, el padre del menor se negó a entregar al menor a su madre después de la sentencia dictada por el Juzgado de Primera Instancia número 6 de Almería, que en marzo de 2014 resolvió en favor de la mujer.
Ante esta situación, la madre presentó una demanda de ejecución en la que se requería al padre que diera cumplimiento a la sentencia, sin que éste accediera a ello, por lo que finalmente acudió al colegio del pequeño acompañada por la Policía Nacional para que el director le entregara al menor y «evitar que el acusado se lo llevara».
Según indicó el acusado, pese a que había tenido conocimiento de la sentencia, él «había pactado con la madre que el niño acabaría el curso en España», por lo que no lo entregó. No obstante, esta circunstancia no pudo ser probada.
El fallo condena además al hombre a la privación de la patria potestad durante un periodo de cuatro años por esos hechos, si bien hasta el momento y pese a que la guardia del menor había quedado atribuida a la madre, la patria potestad era compartida entre ambos progenitores.
Según recoge la sentencia, el padre del menor se negó a entregar al menor a su madre después de la sentencia dictada por el Juzgado de Primera Instancia número 6 de Almería, que en marzo de 2014 resolvió en favor de la mujer.
Ante esta situación, la madre presentó una demanda de ejecución en la que se requería al padre que diera cumplimiento a la sentencia, sin que éste accediera a ello, por lo que finalmente acudió al colegio del pequeño acompañada por la Policía Nacional para que el director le entregara al menor y «evitar que el acusado se lo llevara».
Según indicó el acusado, pese a que había tenido conocimiento de la sentencia, él «había pactado con la madre que el niño acabaría el curso en España», por lo que no lo entregó. No obstante, esta circunstancia no pudo ser probada.