Más de un centenar de vecinos se han unido en una plataforma para reclamar su rehabilitación a la Diócesis de Almería
ALMERÍA HOY / 21·04·2015
La inquietud por el estado de deterioro que evidencia la Iglesia Parroquial de San José, en Taberno, ha llevado a más de un centenar de vecinos de esta pequeña localidad del Almanzora a crear una plataforma para reclamar su rehabilitación a la Diócesis de Almería.
El edificio, construido a mediados del s. XVIII, presenta gran cantidad de grietas en su fachada principal, de la que ya fue preciso retirar con carácter de urgencia la moldura del frontispicio, después de que en 2010 comenzasen a producirse desprendimientos.
Grietas y manchas de humedad dominan igualmente la parte superior de los muros en el interior del templo, donde la moldura se ha desprendido también en algún punto, y cuyo aspecto general provoca intranquilidad entre los asistentes a los oficios.
‘Salvemos la iglesia de Taberno’, y antes que ésta, la Asociación de Mujeres Albayda —integrada en la plataforma— llevan años demandando al Obispado que acometa las obras de rehabilitación del edificio, sin que hasta la fecha hayan conseguido otra cosa que una actuación parcial sobre la cubierta en 2012.
El párroco que atiende la localidad, don Rafael, alude a problemas presupuestarios y asegura que existen informes técnicos que avalan la seguridad de la estructura. Sin embargo, desde la plataforma se preguntan qué sucederá si se produce un nuevo desprendimiento durante la celebración del culto —los anteriores ocurrieron con el templo vacío—, y critican que las obras de 2012 se centrasen en la zona que cubre el altar y la sacristía, en lugar de hacerlo en las naves central y laterales, donde se sitúan los fieles.
En declaraciones a Almería Hoy, la portavoz de ‘Salvemos la iglesia de Taberno’, Consuelo Teruel, ha lamentado además la situación de abandono en que se encuentra uno de los principales elementos del patrimonio histórico-cultural del municipio, y ha reprochado a la Diócesis que mantenga una actitud de «oídos sordos» ante las demandas de los vecinos.
Teruel ha recordado asimismo que el Obispado recibe fondos públicos para afrontar este tipo de actuaciones, lo que, a su juicio, hace aún más injustificable la reticencia de la autoridad eclesial a restaurar la construcción. «Las obras de 2012 fueron pagadas al cincuenta por ciento por la Diputación Provincial, y el Ayuntamiento se ha ofrecido a hacer lo mismo para restaurar el resto del edificio», ha explicado.
La plataforma estaría dispuesta, incluso, a correr con el coste de las obras, asegura su portavoz, pero siempre que la Diócesis acceda a renunciar a la titularidad del inmueble en favor del municipio. «Fueron vecinos del pueblo los que construyeron gratuitamente la iglesia para dar servicio al pueblo, y si ahora han de ser los vecinos nuevamente quienes se hagan cargo de ella por la dejadez de la Diócesis, lo justo sería que ostentasen la titularidad a través del municipio», ha añadido.
De todos estos extremos estaría al corriente el propio obispo, a quien han remitido varias cartas exponiéndole la situación —una de ellas, abierta y publicada por Ideal en octubre de 2011—; y a quien abordaron nuevamente en octubre de 2013, cuando visitó Taberno con motivo de la beatificación de un religioso originario de la localidad.
«No sé con quién han hablado»
Por su parte, el vicario de Obras del Obispado, don Miguel Romera, ha negado tener conocimiento de las protestas vecinales, y ha asegurado que nadie se ha puesto en contacto con él para hablar del asunto. «La Diócesis es muy grande, yo no sé con quién han hablado», ha apuntado en este sentido.
«Es cierto que hace algunos años se abordó el tema, pero ya se llevó a cabo una actuación», añade el vicario, quien, como el párroco, circunscribe el asunto a una cuestión presupuestaria.
En cuanto a la seguridad del inmueble, don Miguel alega que existen informes técnicos que la avalan, y que el deterioro es principalmente de naturaleza estética. «El protocolo del Obispado en estos casos es similar al de cualquier administración: lo primero que se hace es encargar un informe para determinar la patología que presenta el edificio», ha manifestado, explicando que «la obra está en cartera y se va a ejecutar, pero tendrá que esperar», ya que hay otras «más urgentes».
«Dios hizo el mundo en siete días, nosotros necesitamos años para algunas obras, es así», ha concluido.
El edificio, construido a mediados del s. XVIII, presenta gran cantidad de grietas en su fachada principal, de la que ya fue preciso retirar con carácter de urgencia la moldura del frontispicio, después de que en 2010 comenzasen a producirse desprendimientos.
Grietas y manchas de humedad dominan igualmente la parte superior de los muros en el interior del templo, donde la moldura se ha desprendido también en algún punto, y cuyo aspecto general provoca intranquilidad entre los asistentes a los oficios.
‘Salvemos la iglesia de Taberno’, y antes que ésta, la Asociación de Mujeres Albayda —integrada en la plataforma— llevan años demandando al Obispado que acometa las obras de rehabilitación del edificio, sin que hasta la fecha hayan conseguido otra cosa que una actuación parcial sobre la cubierta en 2012.
El párroco que atiende la localidad, don Rafael, alude a problemas presupuestarios y asegura que existen informes técnicos que avalan la seguridad de la estructura. Sin embargo, desde la plataforma se preguntan qué sucederá si se produce un nuevo desprendimiento durante la celebración del culto —los anteriores ocurrieron con el templo vacío—, y critican que las obras de 2012 se centrasen en la zona que cubre el altar y la sacristía, en lugar de hacerlo en las naves central y laterales, donde se sitúan los fieles.
En declaraciones a Almería Hoy, la portavoz de ‘Salvemos la iglesia de Taberno’, Consuelo Teruel, ha lamentado además la situación de abandono en que se encuentra uno de los principales elementos del patrimonio histórico-cultural del municipio, y ha reprochado a la Diócesis que mantenga una actitud de «oídos sordos» ante las demandas de los vecinos.
Teruel ha recordado asimismo que el Obispado recibe fondos públicos para afrontar este tipo de actuaciones, lo que, a su juicio, hace aún más injustificable la reticencia de la autoridad eclesial a restaurar la construcción. «Las obras de 2012 fueron pagadas al cincuenta por ciento por la Diputación Provincial, y el Ayuntamiento se ha ofrecido a hacer lo mismo para restaurar el resto del edificio», ha explicado.
La plataforma estaría dispuesta, incluso, a correr con el coste de las obras, asegura su portavoz, pero siempre que la Diócesis acceda a renunciar a la titularidad del inmueble en favor del municipio. «Fueron vecinos del pueblo los que construyeron gratuitamente la iglesia para dar servicio al pueblo, y si ahora han de ser los vecinos nuevamente quienes se hagan cargo de ella por la dejadez de la Diócesis, lo justo sería que ostentasen la titularidad a través del municipio», ha añadido.
De todos estos extremos estaría al corriente el propio obispo, a quien han remitido varias cartas exponiéndole la situación —una de ellas, abierta y publicada por Ideal en octubre de 2011—; y a quien abordaron nuevamente en octubre de 2013, cuando visitó Taberno con motivo de la beatificación de un religioso originario de la localidad.
«No sé con quién han hablado»
Por su parte, el vicario de Obras del Obispado, don Miguel Romera, ha negado tener conocimiento de las protestas vecinales, y ha asegurado que nadie se ha puesto en contacto con él para hablar del asunto. «La Diócesis es muy grande, yo no sé con quién han hablado», ha apuntado en este sentido.
«Es cierto que hace algunos años se abordó el tema, pero ya se llevó a cabo una actuación», añade el vicario, quien, como el párroco, circunscribe el asunto a una cuestión presupuestaria.
En cuanto a la seguridad del inmueble, don Miguel alega que existen informes técnicos que la avalan, y que el deterioro es principalmente de naturaleza estética. «El protocolo del Obispado en estos casos es similar al de cualquier administración: lo primero que se hace es encargar un informe para determinar la patología que presenta el edificio», ha manifestado, explicando que «la obra está en cartera y se va a ejecutar, pero tendrá que esperar», ya que hay otras «más urgentes».
«Dios hizo el mundo en siete días, nosotros necesitamos años para algunas obras, es así», ha concluido.