¿Acaso Indalecio se nos fue de putas?


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PASEO ABAJO/Juan Torrijos

Uno recuerda algunos años, lejanos ciertamente, en los que algunos amigos se iban de putas a Albacete, ya que en su pueblo no las había. Claro que entonces no se armaban estos guirigáis entre los que iban y los que no lo hacían. ¿No será que algunos tienen envidia de aquellos que sí se van de putiferio de vez en cuando?

El amigo Inda, según dicen las malas lenguas, ha entrado en el club de los conocidos como puteros. Y no creo que yo tenga motivo alguna para censurarlo de ser así. El que nuestro hombre se vaya de putas es algo que solo debe preocuparle a él. Nadie tiene por qué meterse en la vida privada del miembro viril de nuestro Inda, libre para horadar cualquier agujero que se le presente, siempre que haya por medio consentimiento.

Si lo que cuentan esos fenómenos de Tenerife es cierto, te envidio, querido Inda, qué quieres que te diga, y dos son los motivos por lo que lo hago.

El primero porque los años no me ofrecen la oportunidad de darme fiestas y alaracas en prostíbulos y otros antros de buen vivir y del mejor ayuntamiento. El segundo, porque me gustaría tener esa fuerza tuya y me pagaran los polvillos. En la descripción del Mediador Antonio Navarro, te ponemos la cama, la chica y encima te pagamos el rato y la satisfacción, Inda, ¿qué más quieres?

Dice su compañero Patxi López, contestando a la prensa ante la presencia de sus compañeros en casas de lenocinio: “A ti qué más te da”.

Y en el fondo el señor López tiene una parte de razón. A mí qué más me da. A mí no me importa que quién se va de putas, lo digo sinceramente, cualquiera es libre de hacerlo, y no se me ocurriría ante este u otro caso parecido, tirar por mi parte la primera piedra.

Lo cierto es que sienta mal ese relato que se valora en los juzgados y que consisten en que por la mañana voten en el Congreso de los Diputados contra de la prostitución, y por la noche, ¡ay, la noche! se vayan de putitas. Reconoce, querido, que de ser cierto, eso no está bien, coño. Por la mañana te habrías puesto melindroso, votarías a favor de poner multas a los que usan la prostitución, pedirías la prohibición de la misma y una cuantas horas después…. Moralmente, qué quieres que te diga, no sería muy ejemplar, paisano.

Reitero, querido, que yo no te lo voy a reprochar, quiero que lo tengas claro. Eres libre para ello y no me atrevo a criticarlo, pero debes comprender que lo que no podemos celebrar es que salga un señor que lo sabe todo diciéndole al juez que, siendo el organizador, te pagaba a ti y a unos cuantos todo, incluido compartir achuchones con la chica rubia, la guapa. Eso, si lo has hecho, no, puñetas. Está bien que te paguemos un buen sueldo, y si quieres con ese dinero irte de señoritas, como se decía antiguamente, tú mismo, pero que los amigos, los enemigos y el resto de los indiferentes que poblamos este país de verdad te hayamos pagado los polvillos, hasta blancos, ya nos parecería una desvergüenza por tu parte y por la del resto de compañeros que te acompañaban. Espero que no sea así, Inda.

No me des explicaciones, no me interesan. Lo único que queremos es que, si se demuestra que te has gastado en putas unos dineros que no son tuyos, que son nuestros, que nos los sacáis de nuestros bolsillos con intrusión y alevosía, presentes la dimisión y te vayas.

Claro que, repito, si el relato del Mediador en el juzgado es cierto, lo bien que te lo has pasado tú en esas noches de juerga. Que te quiten lo bailao con Tito Berni.