¡Qué jueces, qué sentencias!


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PASEO ABAJO/ Juan Torrijos

Audiencia Provincial de Almería: Culpable y trece años de inhabilitación.

Tribunal Superior de Justicia de Andalucía: Inocente.

Salvador Hernández, el que fuera alcalde de Carboneras y condenado a trece años de inhabilitación por la Audiencia Provincial, ha visto como el Superior de Andalucía le ha declarado inocente.

No han sido veinte años, ni siquiera una década, lo que ha tardado la justicia en reconocer su inocencia al señor Hernández. Pero en este país, en lo que a la justicia se refiere no se puede cantar victoria aún, porque el Supremo puede en su momento, si se le reclama su opinión, decir lo contrario.

¿Quién le paga el tiempo de zozobra, de no poder presentarse a unas elecciones, de ver su nombre en la prensa, o de oírlo en las voces de sus vecinos como persona condenada por la Audiencia Provincial de Almería?

Hace unos días se ha escrito sobre la sentencia del Supremo sobre el Algarrobico, veinte años después, dejando en entredicho las que hasta ahora se habían conocido de otros estamentos jurídicos. Las leyes son interpretables, te dicen los juristas, pero de culpable y trece años a inocente y cero, hay una gran diferencia.

¿Tendría la Audiencia Provincial que dar alguna explicación sobre la primer sentencia condenatoria contra el exalcalde de Carboneras?

¿Podría el señor Hernández, don Salvador, querellarse contra los firmantes de aquella sentencia que lo condenaba a los trece años?

Dice don Salvador que no tiene nada que decir, que nos leamos la sentencia del Tribunal Superior de Andalucía. Entendemos al hombre hoy inocente. Si alguien quería dejarlo fuera de la política lo ha conseguido, si alguien quería joderlo y no solo políticamente, pero bien, lo ha logrado. ¿Quién le quita los años de calvario que ha pasado, quién le resarce por todo lo que ha perdido?

Lo echaron del Ayuntamiento, no se le permitía durante trece años presentarse a unas elecciones, lo habían derrotado y destrozado en aquello que más le gustaba, para que ahora venga una sentencia de un tribunal superior a decir que los anteriores eran…

¿Qué eran? Que lo digan abiertamente. ¿Y no les va a pasar nada? Salvador se queda sin carrera política y esos señores van a seguir dictando sentencias como si no hubiera ocurrido lo más mínimo. Pues ha pasado, señores, han arruinado ustedes la carrera política y la vida de un hombre. Y la de ustedes ¿qué? A seguir con el poder en el chiringuito en que han convertido la justicia de este país.

Lo siento Salvador. Bien que lo siento. No es ningún consuelo, lo sé, pero es lo único que desde aquí te puedo ofrecer. Y sí, me gustaría que alguien pagará por lo que te han hecho.

Puñetero país este.

Hace veinte años: La licencia del Algarrobico ilegal.

Tribunal Supremo, hoy: Licencia del Algarrobico plenamente legal.

Así se seguirá escribiendo la Historia de nuestra justicia.

Y los ciudadanos soportando estas togas y estas puñetas.