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PASEO ABAJO/ Juan Torrijos
La Junta de Andalucía, la que desde hace algunos años viene dirigiendo, batuta en ristre, Juanma Moreno Bonilla, el de los censos de Ciudadanos en su poder y que tan mal ha sentado a Inés Arrimadas, acaba de nombrar a doña Marta Bosquet nueva presidenta del Ifapa. Cuestión inventada en su día para dar sueldo a compañeros y preocupación a agricultores y necesitados de agua.
No ha sorprendido su nombramiento, tras el de Juan Marín en no sé qué chiringuito de lo social, estaba claro que después venía el de nuestra Marta. Y ya lo tiene. Nuevo sueldo, nuevo cargo y a vivir del bote ¡tonto el que no bote! que pagan los ciudadanos.
Marta, ¿y con tu amigo y mentor Miguel Cazorla no piensas hacer algo? Lo vas a dejar tirado. Lo presiento que así va a ser. ¿De verdad no vas a pedirle a Marín y que este le pida a Moreno y este a María o a Javier Aureliano un puesto en el ayuntamiento o en diputación para el hombre que te puso en el candelero de la política?
No eres justa con él, y lo sabes. Pero a veces la política es así. Hay olvidos que no son fáciles de explicar. En estos días han celebrado los socialistas los cuarenta años de la victoria del 82 en Sevilla, y el tal Sánchez no ha invitado a Alfonso Guerra. Que no haga extensa la invitación a sus hermanos se entiende, pero que no invite al hombre que acompañó la victoria de Felipe, que comía tortilla de patatas en el campo con González solo se entiende desde la insidia y la envidia del actual secretario general del Psoe, Pedro Sánchez. No me gustaría pensar, querida Marta, que te pareces a la hora de los recuerdos y los olvidos a semejante personaje.
La defensa que la Junta hace de tu nombramiento me ha dejado anonadado. Eres la persona idónea para presidir el Ifapa. ¡Qué satisfacción debes sentir al recibir halago tal por parte de la consejera Crespo, paisana, amiga y mujer!
¡Casi na, chiquilla!
Pero si cabe me ha gustado mucho más cuando se asegura que tienes todos los requisitos necesarios para ser la dirigente del Ifapa.
¡Todos los requisitos! ¿A qué requisitos se refiere el Pp? ¿Políticos, físicos, intelectuales?
Quizás a que eres mujer, guapa, tienes la altura perfecta, ni muy alta, ni excesivamente bajita, pesas los justos y necesarios kilos para la tarea encomendada por la Junta, tus ojos son brillantes, vivos, tu melena lisa es la necesaria para este trabajo, tus medidas parecen modeladas para el nuevo cargo que te ha ofrecido el Pp. Vamos, que eres perfecta, que han encontrado en tu persona el culmen de lo que Moreno Bonilla iba buscando para el Ifapa de su gobierno. Eres elegante, vistes bien, bueno, a excepción de una feria de Sevilla en la que te presentaste con un traje de fiesta y cachondeo que deben haber olvidado Carmen Crespo y su jefe.
Aquel traje, debes reconocerlo, fue para olvidar. Malos consejos te debieron dar los modistos que te vistieron en aquella feria, y eso que eras la presidenta del Parlamento Andaluz, que no es moco de pavo, en tu caso de pava, por aquello del género.
Tengo guardadas unas cuantas perlas que le dedicabas en la prensa en años anteriores a la política del PP y de Moreno Bonilla en Andalucía y Almería, y no creo que se oportuno que te las recuerde en estos días. Sería bastante desagradable, ¿verdad? Vale, mujer. Lo dejamos para otra ocasión, pero es que tiene su aquel que ayer le dedicaras tus alegres diatribas a los peperos y hoy te subas al autobús de Moreno para conseguir seguir manteniendo un sueldo público. Está claro: La soldada lo primero, la ética… ¿qué es eso de la ética cuando se habla de política? DE LA NOTICIA
No ha sorprendido su nombramiento, tras el de Juan Marín en no sé qué chiringuito de lo social, estaba claro que después venía el de nuestra Marta. Y ya lo tiene. Nuevo sueldo, nuevo cargo y a vivir del bote ¡tonto el que no bote! que pagan los ciudadanos.
Marta, ¿y con tu amigo y mentor Miguel Cazorla no piensas hacer algo? Lo vas a dejar tirado. Lo presiento que así va a ser. ¿De verdad no vas a pedirle a Marín y que este le pida a Moreno y este a María o a Javier Aureliano un puesto en el ayuntamiento o en diputación para el hombre que te puso en el candelero de la política?
No eres justa con él, y lo sabes. Pero a veces la política es así. Hay olvidos que no son fáciles de explicar. En estos días han celebrado los socialistas los cuarenta años de la victoria del 82 en Sevilla, y el tal Sánchez no ha invitado a Alfonso Guerra. Que no haga extensa la invitación a sus hermanos se entiende, pero que no invite al hombre que acompañó la victoria de Felipe, que comía tortilla de patatas en el campo con González solo se entiende desde la insidia y la envidia del actual secretario general del Psoe, Pedro Sánchez. No me gustaría pensar, querida Marta, que te pareces a la hora de los recuerdos y los olvidos a semejante personaje.
La defensa que la Junta hace de tu nombramiento me ha dejado anonadado. Eres la persona idónea para presidir el Ifapa. ¡Qué satisfacción debes sentir al recibir halago tal por parte de la consejera Crespo, paisana, amiga y mujer!
¡Casi na, chiquilla!
Pero si cabe me ha gustado mucho más cuando se asegura que tienes todos los requisitos necesarios para ser la dirigente del Ifapa.
¡Todos los requisitos! ¿A qué requisitos se refiere el Pp? ¿Políticos, físicos, intelectuales?
Quizás a que eres mujer, guapa, tienes la altura perfecta, ni muy alta, ni excesivamente bajita, pesas los justos y necesarios kilos para la tarea encomendada por la Junta, tus ojos son brillantes, vivos, tu melena lisa es la necesaria para este trabajo, tus medidas parecen modeladas para el nuevo cargo que te ha ofrecido el Pp. Vamos, que eres perfecta, que han encontrado en tu persona el culmen de lo que Moreno Bonilla iba buscando para el Ifapa de su gobierno. Eres elegante, vistes bien, bueno, a excepción de una feria de Sevilla en la que te presentaste con un traje de fiesta y cachondeo que deben haber olvidado Carmen Crespo y su jefe.
Aquel traje, debes reconocerlo, fue para olvidar. Malos consejos te debieron dar los modistos que te vistieron en aquella feria, y eso que eras la presidenta del Parlamento Andaluz, que no es moco de pavo, en tu caso de pava, por aquello del género.
Tengo guardadas unas cuantas perlas que le dedicabas en la prensa en años anteriores a la política del PP y de Moreno Bonilla en Andalucía y Almería, y no creo que se oportuno que te las recuerde en estos días. Sería bastante desagradable, ¿verdad? Vale, mujer. Lo dejamos para otra ocasión, pero es que tiene su aquel que ayer le dedicaras tus alegres diatribas a los peperos y hoy te subas al autobús de Moreno para conseguir seguir manteniendo un sueldo público. Está claro: La soldada lo primero, la ética… ¿qué es eso de la ética cuando se habla de política? DE LA NOTICIA
