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PASEO ABAJO/ Juan Torrijos
Durante esos años locos de juventud el que no haya metido la patita en más de una y de dos ocasiones que tire la primera piedra. De las veces que la metimos y bien metida los hoy viejos en aquellos años mozos no quedan rastros a los que se puedan agarrar los enemigos, pero los jóvenes de ahora lo tienen crudo, si, además, esas locuras las hacen a través de las redes sociales.
Reconozco que no tenía ni idea de lo que se cocía detrás de vida juvenil y política de Jesús Luque. No estaba entre mis amigos, la diferencia de edad manda, y no he seguido sus hilos en las redes, como se dice ahora, por lo que para mi no ha dejado de ser una sorpresa sus comentarios sobre el resto de los políticos.
Está bien lo de la libertad de expresión, qué sería de nosotros si no la tuviéramos, pero entiendo que don Jesús Luque cruzaba con sus comentarios todas las rayas rojas de la educación, del buen gusto, de la concordia. La crítica es saludable, la ironía a la que acudimos en más de una y de dos ocasiones los que nos dedicamos a escribir de los políticos se puede aceptar, con matices diríamos la aceptan ellos.
El insulto, la bazofia y el escupitajo no parece que sean el camino para un encuentro entre los llamados líderes políticos, y Jesús Luque, en sus comentarios en las redes usaba y abusaba de esos capítulos. No sé si tiene que dimitir tras su toma de posesión como edil del Pp, no soy quién, quizás habría que pensar que no se le tendría que haber dado la oportunidad de ir en una lista un joven de su talante, de su trayectoria y de su buen hacer a la hora de insultar al rival.
En eso eras bueno chaval.
Creo Jesús que te pasaste un carro de pueblos, llegando a Águilas debías andar. Si ahora te están recordando aquellos mensajes te lo tienes bien merecido, a pulso te lo ganaste. Tenías que haber pensado, si algún día querías llegar a ser algo dentro de la política, que los insultos y las ofensas a los demás no es buena carta de presentación. Si como a mi me enseñaron la política es el arte de encontrar puntos de encuentro, aquellos donde se pueda uno llevar lo mejor posible con el rival, Jesús Luque no es de los que creen en la política que a algunos nos mostraron. Jesús es la antítesis de esa política en el que llevarte bien con los de la bancada de enfrente tiene su premio para el ciudadano que paga su sueldo.
Creo Jesús que no es solo pedir disculpas por los pecados de juventud, que lo deberías hacer todos los días. Si viva estuviera la Codorniz, aquella revista satírica de mítico recuerdo, en su cárcel de papel deberías pasar unos cuantos años antes de sentarte en un escaño que pagamos todos los ciudadanos con nuestros impuestos.
Codornices de este agüero no gustan en nuestras pajarerías.
Reconozco que no tenía ni idea de lo que se cocía detrás de vida juvenil y política de Jesús Luque. No estaba entre mis amigos, la diferencia de edad manda, y no he seguido sus hilos en las redes, como se dice ahora, por lo que para mi no ha dejado de ser una sorpresa sus comentarios sobre el resto de los políticos.
Está bien lo de la libertad de expresión, qué sería de nosotros si no la tuviéramos, pero entiendo que don Jesús Luque cruzaba con sus comentarios todas las rayas rojas de la educación, del buen gusto, de la concordia. La crítica es saludable, la ironía a la que acudimos en más de una y de dos ocasiones los que nos dedicamos a escribir de los políticos se puede aceptar, con matices diríamos la aceptan ellos.
El insulto, la bazofia y el escupitajo no parece que sean el camino para un encuentro entre los llamados líderes políticos, y Jesús Luque, en sus comentarios en las redes usaba y abusaba de esos capítulos. No sé si tiene que dimitir tras su toma de posesión como edil del Pp, no soy quién, quizás habría que pensar que no se le tendría que haber dado la oportunidad de ir en una lista un joven de su talante, de su trayectoria y de su buen hacer a la hora de insultar al rival.
En eso eras bueno chaval.
Creo Jesús que te pasaste un carro de pueblos, llegando a Águilas debías andar. Si ahora te están recordando aquellos mensajes te lo tienes bien merecido, a pulso te lo ganaste. Tenías que haber pensado, si algún día querías llegar a ser algo dentro de la política, que los insultos y las ofensas a los demás no es buena carta de presentación. Si como a mi me enseñaron la política es el arte de encontrar puntos de encuentro, aquellos donde se pueda uno llevar lo mejor posible con el rival, Jesús Luque no es de los que creen en la política que a algunos nos mostraron. Jesús es la antítesis de esa política en el que llevarte bien con los de la bancada de enfrente tiene su premio para el ciudadano que paga su sueldo.
Creo Jesús que no es solo pedir disculpas por los pecados de juventud, que lo deberías hacer todos los días. Si viva estuviera la Codorniz, aquella revista satírica de mítico recuerdo, en su cárcel de papel deberías pasar unos cuantos años antes de sentarte en un escaño que pagamos todos los ciudadanos con nuestros impuestos.
Codornices de este agüero no gustan en nuestras pajarerías.
