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PASEO ABAJO/ Juan Torrijos
Llegó fuerte el señor Martín, don José María, sustituto de Manolo de la Fuente, esperemos que no pierda la fuerza por la boca, que es lo que les viene ocurriendo a todos estos políticos que creen que van a solucionar, con su sola presencia, por la gracia que le acompaña, por lo latos que son todos los problemas de la sociedad y en este caso del caballo de hierro de Almería. Algo prepotente hemos visto al señor gobernador, debe ser por la alta y delgada de su bizarra figura, que incluso se atreve a decir que se equivocan aquellos que hacen comentarios negativos sobre el Ave y su llegada a Almería. Nosotros, los ciudadanos debemos ser responsables. Ellos no, claro. Ellos son irresponsables, son los dioses.
No creo que sea bueno iniciar una aventura política poniendo la mano en el fuego por algo que no está entre tus atribuciones, y este hombre lo hace con el futuro del Ave. Ya lo veo con el mono puesto y haciendo que las máquinas no paren. Si lo hace, lo mismo la alta velocidad aparece por lontananza en el 26, pero si no se pone el mono y baja al tajo, y no creo que don José María esté por la labor de mancharse el traje, se va a tener que cuidar las manos, se las puede haber quemado nada más llegar a su cargo.
Nos dicen los del gobierno, que son los mismos que han colocado al señor Martín en la calle Arapiles, que las partidas han tenido que ser rectificadas, que las mismas van a costar unos setenta millones más de euros (millón arriba, millón abajo), y que ello puede llevar aparejado unos treinta seis meses más de trabajo. Nos estaban diciendo los señores que las obras se podían retrasar unos tres años (año arriba, año abajo).
Pero el nuevo sustituto de Manolo de la Fuente, nos asegura, nos confirma, nos asevera, (aunque no lo juró, tampoco lo prometió ante la Virgen del Mar en el momento en el que le era ofrecido un ramo de flores por las gentes de Tejada y la Mesa para que el Ave llegue a Almería cuanto antes) que el ese ya mítico tren llegará a la estación de la ciudad de Almería, tras haber pasado por la de Vera, en el año 2026.
¿Y si no llega?
¿Creen ustedes que a ellos les importa? Somos unos ilusos. Ni a los de uno lado, ni a los del otro. Los del Psoe porque pueden perder el gobierno en el plazo de un año y dirán que la llegada del Ave ya no es su problema, los del Pp nos anunciarán que ellos acaban de llegar al poder y que los socialistas han dejado un país en ruinas. Y los dos, Psoe y Pp se nos escaparán de la responsabilidad de la llegada del tren. Son especialistas a la hora de quitarse los muertos políticos de encima.
Espero que el señor Martín, con casco sobre su cabeza ante las obras, no se equivoque en su aseveración, pero que no se olvide que desde el dos mil cinco, unos y otros, nos viene diciendo que el Ave llegará en una fecha que aún no se ha cumplido. Y sabe lo peor, señor gobernador, que no se han hecho ustedes responsables de sus mentiras, de sus patrañas. Y ahora los malos somos los que nos venimos quejando de los retrasos.
Señor Tejada, ya le decía hace unos días que la soledad y las críticas del gobierno se cernían sobre las protestas de la Mesa. Uno de estos días nos acusa el señor Martín de que nos pagan los partidos de la oposición. Me da la impresión de que estamos ante un gobernador de los de los años sesenta del siglo pasado. Empieza a dar miedo el caballero.
Me van a permitir que le mande un saludo y un deseo recuperación a Manuel de la Fuente. Reconozco que le he dado caña desde este rincón, pero hay que decir en su honor que asumía las críticas con buen talante. Y eso es de agradecer. No todos los políticos son capaces de hacerlo, lo empezamos a notar en su sustituto. Sánchez abría la veda contra la prensa hace unos días, el señor Martín ha recogido el testigo en Almería.
Días de gloria o de infierno, según se mire, nos dará el señor Martín.
No creo que sea bueno iniciar una aventura política poniendo la mano en el fuego por algo que no está entre tus atribuciones, y este hombre lo hace con el futuro del Ave. Ya lo veo con el mono puesto y haciendo que las máquinas no paren. Si lo hace, lo mismo la alta velocidad aparece por lontananza en el 26, pero si no se pone el mono y baja al tajo, y no creo que don José María esté por la labor de mancharse el traje, se va a tener que cuidar las manos, se las puede haber quemado nada más llegar a su cargo.
Nos dicen los del gobierno, que son los mismos que han colocado al señor Martín en la calle Arapiles, que las partidas han tenido que ser rectificadas, que las mismas van a costar unos setenta millones más de euros (millón arriba, millón abajo), y que ello puede llevar aparejado unos treinta seis meses más de trabajo. Nos estaban diciendo los señores que las obras se podían retrasar unos tres años (año arriba, año abajo).
Pero el nuevo sustituto de Manolo de la Fuente, nos asegura, nos confirma, nos asevera, (aunque no lo juró, tampoco lo prometió ante la Virgen del Mar en el momento en el que le era ofrecido un ramo de flores por las gentes de Tejada y la Mesa para que el Ave llegue a Almería cuanto antes) que el ese ya mítico tren llegará a la estación de la ciudad de Almería, tras haber pasado por la de Vera, en el año 2026.
¿Y si no llega?
¿Creen ustedes que a ellos les importa? Somos unos ilusos. Ni a los de uno lado, ni a los del otro. Los del Psoe porque pueden perder el gobierno en el plazo de un año y dirán que la llegada del Ave ya no es su problema, los del Pp nos anunciarán que ellos acaban de llegar al poder y que los socialistas han dejado un país en ruinas. Y los dos, Psoe y Pp se nos escaparán de la responsabilidad de la llegada del tren. Son especialistas a la hora de quitarse los muertos políticos de encima.
Espero que el señor Martín, con casco sobre su cabeza ante las obras, no se equivoque en su aseveración, pero que no se olvide que desde el dos mil cinco, unos y otros, nos viene diciendo que el Ave llegará en una fecha que aún no se ha cumplido. Y sabe lo peor, señor gobernador, que no se han hecho ustedes responsables de sus mentiras, de sus patrañas. Y ahora los malos somos los que nos venimos quejando de los retrasos.
Señor Tejada, ya le decía hace unos días que la soledad y las críticas del gobierno se cernían sobre las protestas de la Mesa. Uno de estos días nos acusa el señor Martín de que nos pagan los partidos de la oposición. Me da la impresión de que estamos ante un gobernador de los de los años sesenta del siglo pasado. Empieza a dar miedo el caballero.
Me van a permitir que le mande un saludo y un deseo recuperación a Manuel de la Fuente. Reconozco que le he dado caña desde este rincón, pero hay que decir en su honor que asumía las críticas con buen talante. Y eso es de agradecer. No todos los políticos son capaces de hacerlo, lo empezamos a notar en su sustituto. Sánchez abría la veda contra la prensa hace unos días, el señor Martín ha recogido el testigo en Almería.
Días de gloria o de infierno, según se mire, nos dará el señor Martín.
