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PASEO ABAJO/ Juan Torrijos
Sánchez quiso poner paños calientes ante la que se le venía encima con las encuestas cocinadas por Tezanos en Andalucía, pero de nuevo la realidad le venía a demostrar que los ciudadanos que cruzan Despeñaperros desde el sur no estaban en esta ocasión por dejarle dormir con cierta tranquilidad. El fantasma de los treinta escaños sobrevolaba en Moncloa y dejaba en toda la España la impresión de que el inquilino empezaba a preparar las maletas.
El presidente Sánchez ha dormido bien en estos años con sus pactos con etarras y delincuentes catalanes, pero anoche no pudo hacerlo con los votos de los andaluces, y no parece que lo pueda hacer en los próximos. No creo que vaya a adelantar las elecciones generales, es muy chulo el caballero, por lo que le quedan por vivir muchas noches rodeado de fantasmas.
El pánico vivido en Moncloa se contagiaba al resto de los asustados gobiernos socialistas en autonomías y ayuntamientos. Todos dirán que los votos de los andaluces no se pueden extrapolar a sus tierras. Y me temo que se puedan estar equivocando. Ya no se trata de lo que han hecho los andaluces con los votos al PP, se trata de los votos que se ha dejado el PSOE en el camino, los ciudadanos españoles que le vienen a decir a la izquierda que no se puede estar en manos, como ha estado el gobierno de Sánchez en manos de los delincuentes catalanes y de los hermanos, tíos, primos de los terroristas de ETA.
Los ciudadanos de Madrid le dieron una fuerte patada a Sánchez en el culo del PSOE, lo hizo Castilla León, pero la de Andalucía ha sido más dura, ha dolido más. Ellos estaban convencidos de que esta tierra de María Santísima seguía sus postulados, que aquí no serían toreados, y la faena para el Pp ha sido de dos orejas, rabo y toro completo. Y lo que es peor, que lo que se prevé es que los demás españoles le hagan lo mismo cuando tengan la primera oportunidad de hacerlo.
No echen la culpa a Juan Espadas desde los despachos de Moncloa, Ferraz y otros de los socialistas en el resto de España, él no se llevó la patada de los andaluces, se la llevó una política desnortada por parte de Sánchez y sus gobiernos durante estos años, por los pactos y por las leyes con los que los socialistas han regado a España y que la ha llenado de odio entre las dos aceras.
Los socialistas andaluces están pagando el haber estado callados, soportando y comulgando con la política de Pedro Sánchez. No levantaron la voz cuando ponía a España de rodillas ante delincuentes que solo buscaban destrozar esta país, cuando los sacaba de la cárcel, cuando desde la tribuna del parlamento blanqueaba a etarras. Ellos guardaron un silencio cómplice y lo han pagado en las urnas.
¿Lo arreglaran de cara a las municipales? Están a menos de un año.
De la victoria del PP, de la importante mayoría absoluta lograda por Juanma Moreno, del sacrificio que hizo Vox con Macarena y de la situación en que ha dejado Marín a Ciudadanos, escribiremos los próximos días.
El presidente Sánchez ha dormido bien en estos años con sus pactos con etarras y delincuentes catalanes, pero anoche no pudo hacerlo con los votos de los andaluces, y no parece que lo pueda hacer en los próximos. No creo que vaya a adelantar las elecciones generales, es muy chulo el caballero, por lo que le quedan por vivir muchas noches rodeado de fantasmas.
El pánico vivido en Moncloa se contagiaba al resto de los asustados gobiernos socialistas en autonomías y ayuntamientos. Todos dirán que los votos de los andaluces no se pueden extrapolar a sus tierras. Y me temo que se puedan estar equivocando. Ya no se trata de lo que han hecho los andaluces con los votos al PP, se trata de los votos que se ha dejado el PSOE en el camino, los ciudadanos españoles que le vienen a decir a la izquierda que no se puede estar en manos, como ha estado el gobierno de Sánchez en manos de los delincuentes catalanes y de los hermanos, tíos, primos de los terroristas de ETA.
Los ciudadanos de Madrid le dieron una fuerte patada a Sánchez en el culo del PSOE, lo hizo Castilla León, pero la de Andalucía ha sido más dura, ha dolido más. Ellos estaban convencidos de que esta tierra de María Santísima seguía sus postulados, que aquí no serían toreados, y la faena para el Pp ha sido de dos orejas, rabo y toro completo. Y lo que es peor, que lo que se prevé es que los demás españoles le hagan lo mismo cuando tengan la primera oportunidad de hacerlo.
No echen la culpa a Juan Espadas desde los despachos de Moncloa, Ferraz y otros de los socialistas en el resto de España, él no se llevó la patada de los andaluces, se la llevó una política desnortada por parte de Sánchez y sus gobiernos durante estos años, por los pactos y por las leyes con los que los socialistas han regado a España y que la ha llenado de odio entre las dos aceras.
Los socialistas andaluces están pagando el haber estado callados, soportando y comulgando con la política de Pedro Sánchez. No levantaron la voz cuando ponía a España de rodillas ante delincuentes que solo buscaban destrozar esta país, cuando los sacaba de la cárcel, cuando desde la tribuna del parlamento blanqueaba a etarras. Ellos guardaron un silencio cómplice y lo han pagado en las urnas.
¿Lo arreglaran de cara a las municipales? Están a menos de un año.
De la victoria del PP, de la importante mayoría absoluta lograda por Juanma Moreno, del sacrificio que hizo Vox con Macarena y de la situación en que ha dejado Marín a Ciudadanos, escribiremos los próximos días.
