El recorte del trasvase del Tajo restará 27 Hm3 al abastecimiento humano en el Levante

 Los regantes alertan sobre las "graves consecuencias" socioeconómicas y medioambientales de la propuesta del Gobierno: "Se perderán muchos miles de empleos"



ALMERÍA HOY / 14·04·2022

El Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura (Scrats) ha advertido que el recorte de las aportaciones del trasvase traerá consigo «graves consecuencias» socioeconómicas y medioambientales para el Levante español, según han informado fuentes de la organización de regantes en un comunicado.

Para los regantes, la merma de caudales procedentes del Tajo tendrá repercusión, no solo para el sector agroalimentario del Levante, sino también «para los ciudadanos», que sufrirán de forma directa algunas de las consecuencias del recorte, debido «al incremento injustificado» de los caudales ecológicos del Alto Tajo.

La propuesta ministerial supone una disminución de 105 hm3 anuales, de los que al abastecimiento corresponden 27 hm3 y 78 hm3 a los riegos del Trasvase, según los datos aportados por la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) en la pasada reunión del Consejo del Agua.

En este sentido, Jiménez ha afirmado que «el Trasvase no debe tocarse porque no solo afectará al campo, sino por extensión a todos los ciudadanos del Levante».

«Esto dejará las zonas regables, declaradas de interés general del Estado y dimensionadas para recibir 400 hm3 al año, con solo 119 hm3 a final del actual ciclo de planificación», han denunciado desde el Scrats.

Unas afirmaciones que, según Jiménez, «se apoya en el Plan Hidrológico del Segura 2022-27», que la semana pasada recibió el informe favorable del Consejo de Agua de la CHS.

Impacto socioeconómico

Según el plan de la CHS, el recorte del Trasvase acabará con más de 8.000 empleos directos y miles de empleos indirectos, así como supondrá la destrucción de 12.000 hectáreas de campos de cultivo en Murcia, Alicante y Almería.

En resumen, el Plan de Cuenca del Segura elaborado por la CHS estima que la pérdida del valor de producción rondará los 122 millones de euros anuales.

El impacto que sufrirá el regadío tendrá consecuencias directas sobre sectores cuyo trabajo queda estrechamente ligado al sector agrícola (fitosanitarios, logística, packaging, abonos o combustible), con la correspondiente caída del consumo de las familias involucradas en ellos.

De este modo, Jiménez ha vaticinado que «será como la caída de las fichas del dominó y nos podrá pasar a cualquiera de nosotros: a nuestras familias, a nuestros amigos, a nuestros vecinos», que ha señalado que el plan fija en «8.060 los empleos totales» afectados (directos, indirectos e inducidos).

Por otro lado, el incremento del uso del agua desalada propuesto en el Plan de Cuenca implica una subida en el precio de la factura de agua de los hogares de Murcia, Alicante y Almería.

En este sentido, el presidente del Scrats ha apuntado que «además, el plan de cuenca deja claro que el agua desalada no soluciona nuestro déficit de hídrico debido a sus elevados costes», que ha resaltado que un uso mayor de agua desalada «aumentará aún más el precio que se paga por el agua en los hogares».

«¿Podemos permitírnoslo?», se ha preguntado Jiménez, que recuerda que es un golpe que sufrirá toda la sociedad levantina.

Daño ambiental

Esta situación supondrá asimismo «un gran daño medioambiental», ya que los cultivos del Levante funcionan como los principales sumideros de CO2 del entorno ya que «son una de las herramientas básicas para combatir el cambio climático en la zona», destacan los regantes.